La última vez que estuve por Italia fue allá por el año 2002, casi nada lo que ha debido de llover durante todo este tiempo. Pero como dice el refrán: nunca es tarde si la dicha es buena.
En esta ocasión nos vamos a pasar 6 días a Viterbo, ciudad que se encuentra al norte de Roma y a unos 80 kms de distancia. ¿Motivo..? el 50 cumpleaños de una buena amiga que vive en esta localidad y donde nos vamos a juntar unas 70/80 personas de varios lugares de Europa, es decir, un cumpleaños multicultural.
Jueves 11 de julio de 2024, a las 8,45 salimos en vuelo de Iberia con dirección a Roma, donde tomamos tierra pasadas 2 horas. Nos dirigimos hasta las oficinas de Goldcar con quienes hemos alquilado el coche y en 5 minutos nos hacen entrega de nuestro flamante Fiat Cinquecento rojo con el que vamos a pasar estos próximos 5 días.
Sin más dilación nos ponemos en marcha hacia Viterbo, por delante tenemos unos 120 kms y como una hora y media. Hacemos una parada intermedia para tomarnos nuestro primer café italiano con un rico dulce y continuamos viaje.
Llegamos a Viterbo a nuestro maravilloso apartamento el SanFan Roof (75 € noche), situación magnífica en la misma plaza de San Faustino, 2 enormes terrazas y muy grande todo su interior.
Las vistas desde la terraza superior son tremendas, 360 grados a toda la ciudad, creemos que el sitio es increíble y el precio también.
Como toda la ciudad el aparcamiento es de pago y nuestra zona sólo para residentes, preguntamos en el bar que tenemos al lado de la puerta de nuestra casa y nos indican uno que es gratuito. Se trata del Parcheggio Valle Faul, un enorme parking público con muchísima sombra situado a unos 15 minutos caminando de casa. Además como hay un cierto desnivel, tienes un ascensor que te evita subir y bajar las escaleras.
Como el calor es muy intenso, rondamos los 37/38 grados, descansamos en casa hasta que a las 17,30 salimos para visitar la ciudad.
Viterbo con su impecable casco antiguo, fue elegido en el siglo XIII como lugar de residencia de los papas. Hoy su centro histórico es uno de los núcleos medievales mejor conservados de Italia.
Pasear por sus calles es retrotraerse a un pasado medieval marcado por la Curia Romana.
El Palacio Papal, sede del primer y más largo cónclave de la historia.
A su lado se encuentra la Catedral de San Lorenzo y el barrio medieval de San Pellegrino. Esta se construyó sobre un templo dedicado a Hércules en el 200.
Nave central de la Catedral. El interior con sus tres naves separadas por órdenes de columnas unidas por arcos de medio punto y dotado de un pavimento cosmatesco, fue modificado en el siglo XVI.
Pasear por los recovecos de sus callejuelas y deleitarse con sus coquetas plazas se convierte en una experiencia especialmente placentera.
La principal atracción de Viterbo es, sin duda alguna, su centro histórico, donde se pueden admirar monumentos de gran importancia arquitectónica y artística.
Viernes 12, desayunamos muy pronto en nuestra súper terraza y salimos a visitar en primer lugar la localidad de Civita di Barnoregio, localidad que desde 1965, únicamente es accesible a través de un viaducto peatonal.
Civita, se encuentra situada en la cumbre de una montaña de toba y a la que sólo se puede llegar a través de un estrecho puente peatonal desde el que se puede disfrutar de un de los panoramas más bonitos de todo el Lazio.
Actualmente unas diez personas viven allí de forma permanente.
En media hora nos presentamos en Orvieto, localidad que ha sabido conservar su particularidad urbanística histórica con estrechas calles de piedra que se abren a pequeñas y encantadoras plazas. Y en medio de todo ello un buen puñado de monumentos y lugares de interés.
En la imagen la Iglesia de Santa Andrea y San Bartolomeo en la Plaza de la República.
La Catedral de Orvieto también conocida como Catedral de Santa María Assunta, es una obra maestra indiscutible de la arquitectura gótica medieval tardía. Es el símbolo de la ciudad.
Iniciada a finales del siglo XIII y diseñada por Lorenzo Maitani, la fachada de la Catedral es una magnífica obra de arte de la Baja Edad Media.
Descansando en un callejón sombrío en compañía de nuestra vaquita y sus terneritos.
Con el calorazo que hace y como nos pilla de paso hacia Viterbo, paramos a pasar la tarde en el Lago di Bolsena, un pequeño mar dulce en el interior de la Italia Central. Es el lago de cráter más grande de Europa. Un destino turístico de primer nivel.
Damos un largo paseo hasta llegar a la localidad de Bolsena, con su núcleo medieval, encaramado en la parte alta de la cuenca del lago, y su parte moderna que se extiende hasta el puerto deportivo y paseo marítimo y regresamos ya para casa.
Una vez en casa a disfrutar de nuestra terraza, de sus estupendas vistas y de una rica merienda/cena con un par de cervezas bien frías.
Sábado día 13, desayunamos pronto y ponemos rumbo hacia Bomarzo y el Parco dei Mostri (Parque de los Monstruos). Para las 9 estamos en la entrada, justo la hora de apertura. Sacamos nuestro ticket (13 euros) y seguimos las flechas que marcan el recorrido.
El parque, es un jardín poblado por decenas de esculturas de animales fantásticos, figuras mitológicas y pequeñas construcciones inmersas en la vegetación.
En la imagen superior El Orco, una de las atracciones más famosas del parque.
Una obra única del siglo XVI, el parque de esculturas más antiguo del mundo moderno, creado por Francesco Orsini allá por 1547, un reino de criaturas aterradoras, a menudo enigmáticas, que estimulan la imaginación y el juego.
De arriba/abajo y derecha/izquierda la cabeza de Proteo-Glauco, el Dragón mordido por un león y un perro, el Templo, dedicado a su esposa Giulia Farnese y la estatua de Equidna.
Dejamos el parque y nos subimos hasta el pueblo de Bomarzo, destino muy popular y famoso por su mágico parque de esculturas.
El pueblo es una joya de la época medieval bien conservada, cuyo centro histórico se caracteriza por elementos arqueológicos y arquitectónicos de notable belleza e interés.
Disfrutamos mucho de esta localidad y fundamentalmente porque estamos solos, no hay un alma que nos haga sombra, tomamos un estupendo café y continuamos nuestra marcha.
De camino hacia las aguas termales nos detenemos en una finca recién cosechada y llena de enormes rulos, nos detenemos en el arcén y para arriba que vamos, mejor dicho, para arriba que va. Conste que hacemos varios intentos hasta lograr subir, son muy grandes y cuesta bastante aparte de llevarse unos buenos rasguños en la tripilla. 😂🤣.
Pues después de los rulos y los consiguientes arañazos vamos hasta las aguas termales de Terme dei Papi, llamadas así porque fueron el destino favorito de muchos pontífices en le Edad Media. Las visitamos por fuera puesto que son de pago y continuamos unos 200 metros para llegar a las termas gratuitas y al aire libre de las Piscinas de Carletti donde el agua fluye a 58 grados. La temperatura ambiente está en 38 grados, y como se ve en la imagen la gente se baña, yo por nada del mundo me meto ahí, me estoy muriendo de calor solo de verlos.
Muy cerca de las de Carletti se encuentran las Termas de Bullicame. Estas deben su nombre a la fuente de agua muy caliente (58º) tan caliente que hierve a fuego lento, y de hecho, bulle sin parar, actividad ayudada por el alto contenido de gas de las propias aguas.
Va siendo hora de comer y para ello nos desplazamos hasta Tuscania, ciudad sumamente antigua y con una gran historia. Fue un asentamiento etrusco de gran importancia e igualmente muy importante para el Imperio Romano. Desde sus murallas medievales se puede disfrutar de unos bellos paisajes de Tuscia. Comemos dos ricos platos de pasta frente a la fuente de los siete caños y coche de nuevo hasta la Iglesia de San Pietro.
A las afueras de las murallas de Tuscania se encuentra la Basílica de San Pedro, uno de los monumentos más valiosos del Lazio.
La portada del siglo XIII presenta un pórtico de mármol, rico en relieves y mosaicos dominado por un refinado rosetón central. En la nave interior se puede admirar una estructura arquitectónica compuesta por columnas macizas coronadas por elegantes capiteles.
El resto de la tarde lo pasamos en el Lago di Vico, un lugar fantástico, muy cercano a Viterbo, con muchas sombras, poca gente, y el agua estupenda ¿qué más podemos pedir?
Aquí nos pasaremos un par de horas o más hasta regresar a Viterbo que lo tenemos a unos 14 kms.
Llegó la hora de la celebración de esos 50 años que hoy cumple Roby. Sobre las 20,30 llegamos hasta el Restaurante Tempo-il Casale, un maravilloso lugar para un evento de este tipo, una bonita casa de campo rodeada de un hermoso jardín donde vamos a disfrutar de esta estupenda noche.
Invitados de varias nacionalidades vamos llegando poco a poco para acompañar en este día tan especial a nuestra querida Roby y disfrutar a tope de este evento.
Y que siga la fiesta y la alegría que para eso estamos tod@s aquí.
Resultó ser todo un éxito, un estupendo buffet de ricos productos locales con su buen vino blanco. El músico era fantástico, un lujazo contar con su presencia, creo que a todo el mundo le encantó. Así que con estómago lleno llegó la hora de darlo todo en el baile con un buen gin tonic.
Y llegó la hora de soplar las velas y cortar esa tarta para repartirla entre todos los invitados, que por cierto estaba riquísima.
Sobre la 1,30 horas de la madrugada vamos abandonando la fiesta para regresar de nuevo a casa a descansar. La fiesta ha estado de 10, creo que todo el mundo lo ha pasado muy bien y ahora a esperar a que celebre los 60 🤣🤣.
Domingo 14, sin prisa pero sin pausa desayunamos y continuamos haciendo turismo por el Lazio, en el día de hoy vamos en primer lugar hasta Caprarola, la capital italiana de la avellana y el motivo es visitar una de las obras maestras de su arquitectura, el palacio fortaleza de la familia Farnese.
Caprarola está dominada por el imponente Palazzo Farnese, construido en el siglo XVI; Alessandro Farnese lo convirtió en su cuartel general, haciendo del pueblo un lugar arquitectónicamente único.
El Palacio Farnese, uno de los mejores ejemplos de residencias renacentistas, encargado por la noble familia Farnese, que dio un papa a la Iglesia para celebrar sus esplendores.
El Pentágono de Farnese, es el suntuoso edificio que domina Caprarola. El palacio tiene una planta pentagonal y un patio circular en el centro. Cabe destacar una espectacular escalera de caracol que descansa sobre 30 columnas dóricas y por la que pueden transitar los caballos, que conduce a los pisos superiores.
Hermosos frescos adornan el interior, con pinturas que celebran las etapas del deslumbrante ascenso desde la Edad Media hasta el Renacimiento de la familia, que también dio a España una Reina, Isabel, esposa de Felipe V.
En la parte trasera del palacio, un jardín italiano da paso a una zona más natural que conduce al refugio del cardenal, la casina del Placer, a la que se llega tras un explosión de fuentes (la más majestuosa es la del delfín), esculturas, juegos de agua y laberintos de boj. En el momento de nuestra visita no funcionaba ninguna.
Aprovechamos para comer y además muy bien, antes de continuar a nuestro placentero lugar donde pasar estas tardes de tanto calor.
Ni que decir tiene que es el Lago di Vico, un lugar ideal donde la temperatura baja unos cuantos grados con relación a las ciudades por donde nos estamos moviendo. Es una delicia pasar un par de horas entre tumbarreta, siesta y baño 🤣.
La cena ya la tenemos asegurada con esa enorme carpa de unos 20 kilos y la diversión con estos acróbatas franceses también, que maravilla.
Una estupenda cena a base de ensalada, quesos, jamón cocido y una rica y fría botella de vino rosado nos espera en nuestra terraza, que nos la hemos ganado con creces y a ver la final de la Copa de Europa España-Inglaterra.
Ni que decir tiene que el resultado fue de 2 - 1 con goles de Nico Williams y Oyarzabal.
Imagen de El Confidencial.
Lunes 15, último día por estas tierras, hoy nos vamos a pasar el día a Tarquinia y de paso ver sus playas.
Tarquinia hace mucho que es famosa por ser Patrimonio Unesco Etrusco, sus monumentos medievales son de una gran excelencia y singularidad, por lo que es el destino perfecto para quienes buscan maravillas de dos épocas diferentes en una sola ciudad.
Abajo a la derecha, el Museo Arqueológico, uno de los institutos italianos más importantes para el estudio del arte y la historia etrusca.
A la izquierda la Resecata, cuyas obras se cree comenzaron en 1437 y a su derecha la Iglesia de Santa María in Castello con su torre, símbolo del poder de la ciudad. La Iglesia es el edificio religioso más representativo de la zona.
El Palazzo Comunale (Ayuntamiento) es un edificio del siglo XIII construido sobre los restos del primer círculo de murallas que cercaban el centro de la antigua Tarquinia. El estilo original predominante es románico, aunque hay elementos góticos.
Algo importante a ver en Tarquinia y que nosotros por ser lunes y estar cerrado no pudimos visitar es la Necrópolis Etrusca que se extiende a lo largo de 5 kms con cientos de tumbas que datan de finales del siglo VII hasta mediados del siglo I a. C.
Después de comer nos acercamos hasta las playas del Mar Tirreno que se encuentran en la zona denominada Lido di Tarquinia (imágenes superiores), mucha gente y muchísimo calor, no hay ni una sombra en las zonas de acceso público. En Italia la mayoría de las playas son de carácter privado por lo que si quieres acceder a las mismas tendrás que pagar la cuota correspondiente.
Cambiamos de lugar y nos acercamos hasta las Piscinas de San Giorgio (imágenes inferiores). Son una serie de pequeñas playas protegidos por acantilados de piedras, de arena muy fina y aguas transparentes, el problema sigue siendo el calor y que no hay sombras salvo que te metas a la zona boscosa que rodea las mismas. Para llegar a la playa debes hacerlo por un camino sin asfaltar de unos 4 kms y tragar mucho polvo.
Y ¿sabes cuál va a ser nuestra opción para estar muy a gusto...?
Pues la de todos los días, irnos al Lago di Vico, un lugar que es pura naturaleza donde podemos relajarnos y nadar junto a nuestra pareja de gansos, uno de ellos africano, que a pesar de su nombre, nada tiene que ver con el continente africano ya que procede China.
Martes día 16, desayunamos, recogemos todo y salimos hacia el aeropuerto de Fiumicino en Roma, entregamos nuestro flamante Fiat Cinquecento que también se ha portado todos los días, un poco de perfume en el aeropuerto y quedamos a la espera de salir en nuestro vuelo hacia Madrid a las 12 horas.
Como curiosidad este avión, el Delta del Llobregat, fue el que ayer llevó a España a la selección española con su título de Campeona de Europa.
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