lunes, 8 de octubre de 2001

Egipto-Jordania

Hace tiempo que tenemos en nuestra mente el viajar a Egipto y Jordania,  y creo que ha llegado el momento de hacer realidad este viaje, serán a partes iguales, siete y siete días en cada país.
Por fin visitaremos las maravillosas y únicas, Pirámides de Egipto y la espectacular Petra en Jordania.


Lunes 20 de agosto de 2001, a media mañana salimos en vuelo directo hacia El Cairo, nos alojamos junto al Nilo y salimos a recorrer un poco de la ciudad.
Llegamos hasta el mercado más famoso de Egipto Jan El-Jalili. El gentío es norme y el bullicio indescriptible. Pasamos un buen rato por allí y regresamos de nuevo al hotel para la cena.

Precioso atardecer sobre el Río Nilo, una de las atracciones más importantes e imperdibles de esta ciudad. Cantidad de barcos te ofrecen excursiones a lo largo del río con cena y espectáculo incluido.

Martes 21, la primera visita que hacemos es a la Mezquita azul o Mezquita de Alabastro por el material que recubre el exterior de los pisos inferiores.
Se trata de un ejemplo destacado de la arquitectura religiosa de los primeros mamelucos.

Vistas de El Cairo desde la Mezquita Azul, una enorme ciudad con unos 10 millones de personas contabilizadas.

Visita obligada es la del Museo Egipcio que se encuentra en pleno centro, en la Plaza Tahrir. Inaugurado en 1.902 no ha dejado de crecer hasta convertirse en el museo más importante en su estilo a nivel mundial.

Miércoles 22, desayuno y salida hacia las Pirámides, es pronto y todavía no hace mucho calor y tampoco hay mucha gente y para muestra .....
Aquí tenemos a Borja delante de las tres colosales pirámides, Keops, Kefrén y Micerinos.

A los pies de la gran Pirámide de Guiza, también conocida como Keops. Es la mayor de las pirámides, además de la más antigua de las siete maravillas del mundo antiguo y la única que todavía perdura.

La Gran Esfinge, una imponente escultura con cabeza humana y cuerpo de león ubicada junto a las Pirámides. Es uno de los monumentos más extraordinarios y emblemáticos del mundo.
La enigmática Esfinge cuenta con una altura cercana a los 20 metros y algo más de 70 metros de longitud.

Esto ya se va animando y creo que ya va siendo hora de que dejemos paso a este gentío que deambula por todos los lados.
Regresamos al hotel y seguido al aeropuerto para volar a Luxor y desde allí empezar el crucero por el Nilo.

Una vez en Luxor nos dirigimos directamente a nuestro barco, nos entregan nuestra habitación y salimos sin más para visitar en primer lugar el Templo de Karnak. Dedicado a Amón, fue el principal reciento de culto de Egipto desde el imperio nuevo.
Sus 80 hectáreas podrían contener 70 veces la Catedral de Sevilla o 180 la Sagrada Familia de Barcelona.

Pórticos, estatuas y obeliscos conforman el paisaje de este Templo. El Obelisco de Hatshepsut está formado por una única pieza de granito rosa, tiene una altura de 28,58 metros y su peso es de 343 toneladas.

El Escarabajo de la Suerte. Como curiosidad en una visita de Estado que hizo la reina Sofía fue invitada a dar siete vueltas alrededor del gran escarabajo de granito rosa, que representa a Jepri, el dios sol, porque aseguran que este ritual trae buena suerte.
Yo lo hice y la verdad es que no puedo quejar de nada.

Con el calor que hace, un poco de descanso no está nada mal.

Templo de Luxor, considerado como el Templo de columnas más grande del mundo, una de las ruinas más apasionantes del mundo.

La Avenida de las Esfinges de unos 3 kilómetros unía el Templo de Karnak con el de Luxor. Aunque actualmente está cortada por la carretera. En su día estaba flanqueada por unas 1.400 esfinges de las que durante las excavaciones se recuperaron unas 650.

Seguimos por Karnak, al fondo la Sala Hipóstila, el lugar más extraordinario de Karnak.

Muy cerca tenemos los Colosos de Memnón, dos gigantescas estatuas de piedra que representan al Faraón Amenofis III.

En la otra margen del Nilo nos encontramos el Templo Medinet Habu, es propiamente el templo conmemorativo del antiguo faraón egipcio Ramsés III.

Listos para empezar nuestro crucero por el Nilo.

Llegó la hora de ponerse en marcha y empezar a navegar. Paramos un buen rato en la Esclusa de Esna, paso obligado para salvar un desnivel de unos 10 metros y parada obligatoria para todos los cruceros que navegan por el río.
Mientras esperamos, cantidad de gente joven y algún que otro niño rodean los barcos ofreciendo todo tipo de recuerdos y especialmente las variadas y coloridas Chilabas que en mayor o menor medida todos compramos para la fiesta del barco y de paso hacer un poco el gili..

En la cubierta del barco junto a nuestro simpático guía.

Parada en Edfu para ver su Templo dedicado al Dios Horus, uno de los mejor conservados y más interesantes del sur de Egipto.  Es el segundo Templo más grande por detrás del de Karnak.
El gran patio tiene dos filas de columnas en sus lados. En total 32 columnas con sus coronas en forma de palmeras y flores.

Seguimos navegando hasta llegar al Templo de Kom Ombo, uno de los más famosos por ser completamente simétrico. Cuenta con dos entradas, dos salas hipóstilas y dos santuarios. Su estado de conservación es bastante desigual.

Esta noche toca fiesta y como no, hay que disfrazarse de chilabero. Al final pasas un rato más que agradable compartiendo risas y bailes con el resto del grupo.

Llegamos a Aswan, ciudad en la que damos por terminada la navegación y el crucero, aunque seguiremos pasando una noche más en el mismo ya que todavía nos queda uno de los platos fuertes por visitar.
Si algo no puedes dejar de ver es su mercado, una experiencia que sí o sí, tienes que vivir. Disfrutar del ambiente ruidoso, colorido a más no poder y ante todo de ese cansino regateo en el que te dejas la vida y sólo por ahorrarte 5 céntimos ¡¡jeje!!

Por la tarde nos desplazamos hasta un pequeño puerto donde en una pequeña lancha nos acercan hasta el Templo de Philae, dedicado a Isis, la Diosa del amor. Es uno de los más bonitos y mejor conservados del país.

Estamos ante el Obelisco Inacabado, una mole de granito de 40 metros de longitud y más de 1.000 toneladas que compone uno de los misterios más importantes del mundo arqueológico.

Nuestro grupo en la Presa de Aswan, una mega construcción llevada a cabo entre los años 1.959 y 1.970 por gobierno egipcio y el soviético para terminar con las inundaciones que ocurrían en el territorio del bajo Nilo como consecuencia del repentino aumento del caudal del Nilo.

Miércoles 29 de agosto, vuelo a primerísima hora de la mañana hacia Abu Simbel donde en poco más de media hora estamos tomando tierra.
Fachada del Gran Templo, el Templo de Ramsés II que con sus 33 metros de altura está custodiado por cuatro estatuas de Ramsés II sentado en un trono y con doble corona.
Está considerado como uno de los más célebres de todo Egipto.

El Templo menor, el de Nefertari, también conocido como el Templo de Hathor. Presiden su fachada cuatro estatuas de Ramsés II y dos de Nefertari. Las seis estatuas son de igual tamaño, 10 metros, algo poco común, ya que los faraones se representan de mayor tamaño.
Fue construido bajo el mandato de Ramsés II, como homenaje a su esposa, la reina Nefertari.
Vuelo de nuevo hacia Aswan, recogida de equipaje y traslado al aeropuerto para volar hacia Ammán (Jordania) donde pasaremos la próxima semana.

Llegamos a Ammán, nos instalamos en el Ambassador Hotel y después de descansar un poco y refrescarnos salimos a dar un paseo por los alrededores.

Muy cerca tenemos el Teatro Romano, monumento construido en el siglo II. Esta enorme estructura podía albergar aproximadamente a unas 6.000 personas sentadas, es uno de los sitios históricos más famosos de la capital.

El resto de la tarde la dedicamos a pasear por sus coloridos y variopintos mercados hasta la hora de regresar al hotel.

Jueves 30, desayuno y salida en autobús hacia Petra, nos alojamos muy cerca de la entrada, dejamos el equipaje y salimos a pasear un poco por la zona que tampoco tiene nada que ver. Nos llama muchísimo la atención los precios, están disparatados, una pasada de caro todo.

Viernes 31, a primera hora ya estamos en la entrada para comenzar la visita a la ciudad nabatea. Enfilamos el Siq, un estrecho desfiladero de algo más de 1,5 km para desembocar en las ruinas más espectaculares de Petra, Al Khazneh (El Tesoro).

El Tesoro, tumba real y monumento más famoso de Petra, un mausoleo real de 39 metros de altura, tallado directamente en la pared de arenisca roja durante la primera mitad del siglo I a.C.

Aquí acompañado de esta pequeña princesa nabatea.

Ad Deir, el Monasterio, el monumento con su imponente fachada de 47 metros de ancho y 48 metros de alto, y la gran sala que hay detrás,  fueron tallados directamente en la montaña a mediados del siglo I d.C.

La Iglesia Bizantina sorprende a los visitantes con mosaicos de piso figurativos exquisitos y magníficamente conservados.
Por hoy creo que suficiente, ahora a tomar una cerveza a precio de oro y a descansar un rato antes de salir a cenar.

Sábado 1 de septiembre, de nuevo en la ciudad nabatea, la Ciudad Rosa del desierto jordano. Un asombroso laberinto de tumbas y templos en el desierto, una de las grandes maravillas del mundo.

La variedad de colores es impresionante, la palabra del día es "Wow"

Los principales monumentos de la ciudad están orientados hacia el solsticio y el Canopo, la estrella que guiaba a las caravanas en su recorrido por la península Arábiga.
A media tarde decimos adiós a este pateo monumental que nos hemos dado. Por la tarde nos acercamos hasta el pueblo de Wadi Musa que poco a nada tiene que ver. Cenamos algo por allí y regreso de nuevo al hotel.

Domingo 2 de septiembre, regresamos nuevamente a Amman. Salimos una vez más a recorrer sus calles hasta la hora de cenar, descansar y ya mañana volar nuevamente para casa.
En la imagen la Mezquita Al-Huessin, la más importante y antigua de Ammán.

Lunes 3 de septiembre, a primera hora dejamos Ammán y regresamos a casa.
Un bonito e intenso viaje que ahí quedará en nuestras retinas. Quién sabe si volveremos en otra ocasión, nunca debes decir NO.
Así que hasta la próxima, Ciaoooo

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