lunes, 19 de junio de 2023

Repúblicas Bálticas


Este año comenzamos nuestro primer "Gran Viaje" en las Repúblicas Bálticas, Estonia, Letonia y Lituania. Allí pasaremos si no hay cambios, 18 días e intentaremos darles dentro de lo que se pueda un buen repaso o al menos ver lo que consideramos más interesante de las mismas.
Ahora toca preparar equipaje que en cuatro días salimos para nuestro primer destino: Riga en Letonia.

Jueves 1 de junio de 2023, a las 17 horas debería de haber salido nuestro vuelo de Air Baltic con destino a la capital Letona de Riga, pero debido a la gran tormenta que en esos momentos cae sobre Barajas, el vuelo se retrasa  2 horas. Finalmente despegamos a las 7 de la tarde, llegando a Riga,  a las 23,30 horas, demasiado tarde para las previsiones que teníamos.
Recogemos las maletas y salimos a buscar un taxi que nos acerque hasta nuestro hotel. Como no podía ser de otra forma a esas horas aparecen los jetas y abusones de turno, nos piden 50/55 euros por llevarnos al hotel (10 kms) evidentemente  nos entra la risa y lo mandamos a buscar a otro pringado de turno. Pero mira por donde Montse ve a una chica (Ruth) que venía en el mismo vuelo y que está metiendo su maleta en un coche de la compañía BOLT (UBER aquí no existe) le contamos lo que nos pasa y súper simpática dice que vayamos con ella hasta su casa que se encuentra en el centro y que allí nos pide otro para que nos lleve hasta nuestro hotel. En media hora estábamos en nuestro hotel y desde aquí quiero darle un millón de gracias por el gran favor que nos hizo.
Son las 00,30 cuando llegamos a nuestro hotel, el Viktorija (46 € aloj.). Hotel de corte soviético que dispone de una gran habitación, un gran baño, perfectamente equipado y una exquisita limpieza. Dejamos todo y a dormir que mañana será otro día.

LETONIA

Considerada la perla del Báltico, la capital de Letonia deslumbra por su arquitectura Art Nouveau y su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Viernes día 2, pasadas las 9 de la mañana estamos en la cafetería COFYZ que tenemos enfrente, un lugar estupendo para desayunar tranquilamente con un buen café y su correspondiente dulce antes de empezar a hacer kilómetros por la ciudad.

A lo largo de nuestro paseo hacia el Casco Antiguo pasamos por el Palacio de la Ópera, Embajada italiana, etc.

Una de las estructuras góticas más famosas del país es la Casa de los Cabezas Negras. Fueron construidas en el siglo XIV para albergar la sede de la Hermandad de los Cabezas Negras, una asociación de comerciantes solteros que se originó en la región en la Edad Media.
El edificio fue destruido en la II Guerra Mundial y vuelto a reconstruir entre 1995 y 1999.

Continuamos por la Catedral de Riga, casa con la representación de los escudos de armas de las ciudades letonas, al lado izquierdo de la misma la Torre de la Pólvora y la Casa del Gato.

Otra visita obligada es para ver el complejo de viviendas más antiguo de Riga, el denominado Tres Hermanos, construidos entre los siglos XV y XVII.

La comida y nuestra primera cerveza la hacemos en un centro comercial que se encuentra en pleno centro llamada Galerija Centrs. En la última planta, la cuarta, se encuentra la zona de restauración, entre los muchos locales que hay, nosotros nos decidimos por el Ginger Asian y creo que acertamos de pleno ya que comimos muy bien a un precio inmejorable.

Una vez comidos nos vamos a visitar el Mercado Central, algo que no puedes dejar de ver. Consta de 5 pabellones, situados en unos hangares para zepelines de la primera guerra mundial. Nos llama poderosamente la atención el pabellón dedicado al pescado, nunca hemos visto tantos y tan variados pescados ahumados, es increíble lo que aquí puedes ver.
Al lado tenemos el Río Daugava. Aunque no es el río más grande en términos de longitud, todavía se llama el río más grande, porque la cuenca del mismo cubre más de un tercio del territorio de Letonia.
Ahora nos vamos de nuevo hasta el hotel a descansar  un rato antes de salir nuevamente a patear sus calles.

Y terminamos el día visitando la Casa de la Esquina, antigua sede de la KGB, la Catedral Ortodoxa de la Natividad y el Monumento de La Libertad.
Regreso para casa, cena de picoteo en la habitación y a descansar que por hoy ya vale.

Sábado 3, hemos dormido como auténticos lirones, como hacía mucho tiempo que al menos yo no hacía. El día amanece nublado y bastante fresco y como no tenemos mucha prisa, salimos sobre las 10 de la mañana del hotel dado que hasta las 10,30 no abren la Casa de la Esquina que queremos visitar en el día de hoy. 
El desayuno lo hacemos hoy a dos calles del hotel, en la calle Gertrudis y en el Troubadour Gourmand. Buen desayuno y la mitad del precio que pagamos ayer, tanto es así que mañana repetiremos.

Una vez desayunados, continuamos por la misma calle Gertrudis hasta llegar al nº 10. Un edificio Art-Nouveau único en su estilo, fue diseñado por los arquitectos Shells and Shafles y construido en 1903 por orden del comerciante K. Tupikov.

Al lado de esta casa tenemos la Iglesia de Santa Gertrudis, Templo con una atípica fachada colorida y un gran campanario, construido en el siglo XVIII.

Caminamos un poco más hasta llegar nuevamente a la Casa de la Esquina, antigua sede de la KGB donde los presos políticos y no políticos eran llevados y sometidos a torturas y cosas mucho peores.
La ciudad de Riga quedó bajo control soviético en 1940, y los nuevos líderes, auténticas alimañas, trajeron consigo a la temida policía secreta de la KGB. Se instalaron en la Corner House, una sede secreta en el centro de la ciudad y la KGB comenzó a convocar a personas a destinos inciertos dentro de las profundidades del edificio. "Elementos indeseables" podrían ser recogidos por delitos tan pequeños como tener "conversaciones antisoviéticas" o "instigar el pánico". Muchas de las personas capturadas fueron ejecutadas en un área de matanza en el sótano de este edificio. Otros fueron apiñados en celdas con docenas de otros prisioneros, y los hicieron sudar y enloquecer de sed mientras el sótano se mantenía a unos 85 grados. 
Letonia finalmente recuperó su independencia en 1991, y la Casa de la Esquina simplemente se cerró para que el país pudiera seguir adelante.
 
Continuamos nuestro periplo por la calle Miera, calle de artesanías, librerías y cafés de estilo industrial hasta llegar a la calle Alberta donde se encuentran los mejores edificios del Art Nouveau.
Este estilo artístico apareció por primera vez a principios de siglo, y sin duda fue un enfoque nuevo y sorprendente en su diversidad: desde entradas ornamentadas, fachadas de edificios hasta detalles minimalistas.

La arquitectura modernista de Riga constituye aproximadamente un tercio de todos los edificios del centro de Riga, lo que hace a la capital letona la ciudad con mayor  concentración de arquitectura modernista del mundo.
A destacar los edificios nº 2, 4 y 13 de la calle Alberta.
Desde este punto nos vamos directamente hasta el centro para comer en el Folkklubs ala Pagrabs, una antigua bodega convertida en un maravilloso y bonito restaurante en el que comimos muy bien y además tuvieron el detalle de invitarnos a otra cerveza de 500 ml.

Con la tripilla más llena de lo normal volvemos al Mercado para hacer acopio de unos pescados ahumados, comer un postre y comprar algo de fruta.
Enfrente tenemos esta torre tan soviética, actualmente la Academia de Ciencias de Letonia, a escasos cien metros nos encontramos con el Monumento al Holocausto y regresamos hasta la Plaza el Ayuntamiento, allí hemos quedado con Ruth esa chica española que el día de la llegada nos echó una mano para salir del aeropuerto.

Aquí sentadita a la espera de que llegue Ruth, que lo hizo a los pocos minutos. Nos damos un buen paseo con ella y sus dos peques, nos cuenta muchas cosas acerca de la forma de vida en este país y casi dos horas después nos despedimos de ella hasta otra próxima ocasión que esperamos sea en Madrid.
Nosotros regresamos al hotel y nos damos un buen homenaje a base de ahumados y buen vino.

Domingo 4, Riga - Jurmala - Kemeri - Kuldiga (150 kms).
El día amanece bastante fresco y con algo de lluvia, desayunamos en el mismo lugar que ayer, regresamos al hotel recogemos todo, pedimos un BOLT y salimos directamente para el aeropuerto a recoger el coche que hemos alquilado. Tenemos alguna que otra diferencia con el tema del precio por cruzar fronteras que damos por válido para no seguir discutiendo. Nos entregan las llaves del coche y nos vamos directamente a por él. Nos dan un Skoda Fabia con 2000 kms, como quien dice a estrenar, está perfecto. 
Cargamos equipaje y salimos como tiros hacia nuestro primer destino en Letonia, Jurmala en el Golfo de Riga.
Montse junto a la emblemática Tortuga de Bronce, objeto popular del turismo de esta localidad. Dicen que simboliza la vida útil.

Jurmala es conocida por las villas modernistas de madera junto al mar (unas 4000 construcciones), los sanatorios de la época soviética y su  larga playa de arena dorada.

Otra parada es muy cerquita, en Kemeri N.P. Cuando llegamos llueve a jarros y tenemos que esperar un ratillo hasta que para y podemos salir del coche. Únicamente visitamos lo que es la entrada al parque, todo cuidado, todo perfecto, un paisaje de postal, nos llama poderosamente la atención. Terminamos subiendo a la Torre del Agua, actualmente se utiliza como torre de observación, desde aquí las vistas son estupendas a una buena parte del parque.

Punto final del día de hoy es en Kuldiga, catalogado como el pueblo más bonito de Letonia, calificativo que no puedo compartir; es bonito, para pasar unas horas y aprovechar a dormir aquí, pero poco más que contar. 
En la imagen superior la "Cascada más ancha de Europa" con unos 240 metros de anchura y como mucho 1 metro de altura. Y yo pregunto ¿Saben en Letonia lo que es una cascada?
Nos alojamos en un maravilloso apartamento, el Modiste 186o (47 € aloj), difícil describir lo que te encuentras cuando abres la puerta, nuestra nota sin dudarlo fue de un 10.

Lunes 5, Kuldiga - Liepaja - Klaipeda (208 kms).
Desayunamos como reyes, recogemos todo y antes de salir nos damos una pequeña vuelta por el pueblo. 
Llegamos a Liepaja, la tercera ciudad más grande de Letonia en el Mar Báltico. Entre otros muchos lugares que visitamos en el barrio de Karosta (Memorial de las víctimas nazis y la prisión de Karosta)  nos detenemos en la Catedral Naval Ortodoxa de San Nicolás, donde nos topamos con Alex, un pedazo de alemán que se marcha él solito con esta máquina hasta Moscú a la fiesta de unos colegas que tiene allí. Un tipo de lo más simpático que puedes ver y por supuesto de lo más loco, ya que irte en moto a una fiesta a Moscú hay que echarles bemoles. 

LITUANIA

Continuamos viaje a lo largo de la costa báltica, cruzamos la frontera y entramos en Lituania hasta llegar a Klaipeda donde nos alojamos en Antonio Aparment (47€ aloj), un bonito y amplio apartamento situado en la 6ª planta con un buen balcón, vistas al puerto viejo y garaje privado.
Nos vamos caminando hasta la Old Ferry Terminal donde pasamos un buen rato hasta que regresamos nuevamente para la cena.
Klaipeda es el epicentro portuario de Lituania que no tiene mucho que ver pero es el único punto desde el que poder acceder al Istmo de Curlandia al que iremos mañana.

Martes 6, Istmo de Curlandia (130 kms)
Amanece un bonito día, desayunamos pronto y salimos hacia el puerto que lo tenemos a 3 minutos en coche para cruzar a Smiltyne.
A partir de este momento empieza el asalto a tú cartera, 20,50 € i/v por cruzar el coche en el ferry (no llegan a 2 minutos). Empiezas a conducir y a unos 5 kms te encuentras la caseta de acceso "al parque" 30 € por coche y ocupantes. Por subir a ver una duna (no del Namib) que la puedes ver en un millón de sitios otros 5 € por cabeza, por un folio A4 en información y turismo 1 €, por parar en cualquiera de los pueblecitos que ves, todos de pago, por parar en alguna de las playas que te encuentras, a pagar. En fin que es un atraco a mano armada. Un disneylandia, sin más, y lo peor de todo es que no me ha gustado.
Nosotros llegamos hasta Nida frontera con Kaliningrado y ni nos bajamos del coche.

Si con algo me quedo, es con la Colina de las Brujas, una galería de esculturas al aire libre digna de ver. Más de 80 esculturas talladas en roble inspiradas en el folklore y tradiciones locales.
Volvemos a embarcar y para casa bastante cabreados.

Día 7, Klaipeda - Kaunas (213 kms)
Día soleado nuevamente, desayuno copioso en casa y salimos hacia Kaunas. La carretera es toda autovía así que en un par de horas estamos en nuestro apartamento el Kaunas Green, un bonito apartamento, con una estupenda situación a 10 minutos a pie del centro pero, a falta de muchos detalles para hacerte una estancia cómoda.

Estamos en Kaunas una ciudad que nos sorprende y mucho y de manera muy agradable. Una ciudad tranquila por la que pasear. Un paseo de unos 2 kilómetros de punta a punta de la ciudad en la que tienes todo lo destacable a ver, desde la imagen más característica que es el Castillo, así como la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral Basílica de San Pedo y San Pablo (espectacular por dentro), la calle Vilna que recorre todo el centro histórico o la avenida de La Libertad, principal arteria de la Ciudad Nueva que termina en la espectacular iglesia de San Miguel Arcángel.

Jueves 8, Kaunas - Trakai - Vilna (120 kms)
Para las 9 de la mañana ya estamos en carretera con dirección a Trakai para visitar su castillo uno de los lugares más visitados de Lituania.

El Castillo de Trakai, se encuentra en una isla sobre el lago Galve y ni que decir tiene que es el icono por excelencia de Trakai. Fue construido a principios del siglo XV y se convirtió en el lugar de residencia de los Grandes Duques de Lituania.
La entrada tiene un coste de 12 € y si te quieres descargar el QR 1 €, alucinante, te cobran por respirar. También comentar que del siglo XV no queda nada, está como todos los que hemos visto, reconstruidos. Ni que decir tiene que nosotros no entramos, una vista desde fuera y desde la puerta que se ve todo el patio de armas y marchando.

Llegamos a Vilna y directo a nuestro hotel el Alexa Old Town (57€ aloj) y garaje privado. Tenemos una habitación con mucha luz y sin el más mínimo ruido. Lo mejor de todo es que el Mercado Central lo tenemos a unos 50 metros y la entrada al Casco Histórico a unos 300 metros.
Entramos en su casco histórico por la Puerta de la Aurora o del Amanecer, del siglo XVI, uno de los santuarios más visitados de Vilna. Desde su balcón tienes una bonita imagen de lo que te espera más adelante.

Subimos hasta el Castillo de Vilna, desde donde las vistas sobre la ciudad son maravillosas.

Vilna es conocida por su arquitectura barroca que se puede apreciar especialmente en la ciudad antigua medieval.
Pateamos bien durante toda la tarde, acudimos a un concierto en la Plaza del Ayuntamiento y para cenar los hacemos en el Etno Dvara que nos recomiendan en el hotel. Y lo cierto es que cenamos muy bien y muy a gusto. A esas horas la calle es un hervor de gente y las terrazas están con el cartel colgado de "no hay billetes".

Día 9, día soleado y caluroso nuevamente, hoy nos vamos a recorrer la parte izquierda del casco viejo, ayer hicimos la derecha. Llegamos en primer lugar hasta la Catedral de San Estanislao y San Ladislao, conocida como la Catedral de Vilna, principal iglesia católica de Lituania.
La Torre del Campanario es un objeto importante de la Basílica que data del siglo XIII.

Después de haber recorrido la parte que nos faltaba, subimos hasta las Tres Cruces, uno de los puntos más altos de la ciudad con unas vistas geniales sobre la misma.
Cruzamos y paseamos a lo largo del río Neris y después de comer y aprovechando la cantidad de tumbonas y demás artilugios repartidos por los jardines, nos echamos una tumbarreta que nos deja como nuevos.
Nos ponemos nuevamente en marcha y nos acercamos hasta el Palacio Presidencial para visitar sus jardines que los abren a partir de las 18 horas y además son gratuitos.
Repetimos restaurante para cenar y pasadas las 11 de la noche y todavía con luz llegamos a casa rotos.

Sábado día 10, Vilna - Colina de las Cruces - Rundale - Sigulda (422 kms)
Hoy madrugamos un poco ya que por delante tenemos muchos kilómetros y varios puntos a visitar a lo largo del mismo.
En uno de esos desvíos cada más usuales que te hace google maps, nos hace cruzar por un camino de parcelaria donde en esta ocasión nos alegramos puesto que damos con esta gran cantidad de Alces, animales que hace unos días vimos de pasada pero no tan cerca como en esta ocasión.

Como más o menos nos pilla de paso, hacemos una parada para visitar la Colina de las Cruces, un pequeño santuario distribuido a lo largo y ancho de una pequeña colina. La historia de este montículo es un libro abierto con una narración de guerras y alzamientos.
Aunque es imposible saberlo con exactitud, se calcula que hay más de 250.000 cruces.

Continuamos viaje hasta llegar a Rundale para visitar su Palacio, uno de los palacios más impresionantes de Letonia, de estilo barroco y rococó. 
Precio de la entrada 13 € incluidos los jardines.

Llegamos a Sigulda vamos en primer lugar hasta el hotel Rixwell Segevold, un cuatro estrellas al que al menos una le sobra (59 € aloj/des). Habitación muy grande, muy limpia pero las camas y mobiliario dejan bastante que desear. 

En nuestro recorrido por el pueblo visitamos el Castillo de la Orden Livona de Sigulda, la Cueva Gutmana, llena de inscripciones desde el siglo XVIII. La más antigua que consigo ver es de 1722.
A última hora nos acercamos hasta la pista de bobsleigh construida en 1986 por el gobierno soviético, tiene una longitud de 1200 metros más una recta de frenado de 220 metros. Es una de las 18 pistas de este tipo que hay en el mundo.
Como para las 19,30 o 20 horas todo está cerrado, nos tenemos que ir al hotel a cenar que ahí dan cenas hasta las 21 horas.

Día 11, Sigulda - Ligatne - Amatciems - Araisi Lake - Cesis - Tartu (252 kms)
Desayuno en hotel y sobre las 10 salimos con dirección a Ligatne un auténtico shangri la. Un lugar lleno de rutas, lagos, preciosas casas de madera y su fábrica de papel, la Ligatne Paper Mill uno de los productores de papel más antiguos de Europa. Era el único productor de papel en Letonia y el más importante reciclador de papel.

A muy pocos kilómetros nos encontramos con Amatciems, lujo por donde lo mires. Un paraíso perdido en medio de la naturaleza con tremendas mansiones de madera y techos de paja rodeadas de bosques y lagos cristalinos como espejos.

Ahora la parada la hacemos en Araisi Lake donde vemos este bonito molino y su parque arqueológico, un antiguo asentamiento reconstruido de los siglos IX y X.

Cesis, célebre por su Castillo Fortaleza que data del siglo XIII es la última parada en Letonia antes de cruzar la frontera hacia Estonia. Esta pequeña ciudad cuenta con un centro repleto de callejuelas, casas de suaves tonalidades y lugares medievales perfectamente conservados.

ESTONIA

Estamos en Tartu próxima capital europea de la cultura y pienso que bien merecido después de haber pateado bastante sus calles.
Nos alojamos en City Center Turu Str apartments (45 € aloj), fantástico lo mires por donde lo mires y a  200 metros del centro. Sólo le faltaba tener una botella de vino y cerveza en el frigo ¡¡jejeje!!

La Plaza del Ayuntamiento es quizá, el lugar más visitado de la ciudad, si bien otros muchos lugares bien merecen su visita como son la Universidad, la más antigua de Estonia o la iglesia de ladrillo de San Juan, de estilo gótico.

Hay una zona fuera de lo que es centro histórico llamada Supilinn, especialmente famosa por sus coloridas casas de madera y por los curiosos nombres de las calles, correspondientes a varios alimentos, como por ejemplo las calles del guisante, la patata o el melón.

Y mira por donde veo a esta preciosidad dándose una vuelta en patinete por la ciudad, y luego dirá que está cansada de caminar.

De vuelta a casa y antes de cenar, que mejor que una rica cerveza servida por esta simpatiquísima y guapetona chica estoniana.
Para cenar una estupenda ensalada acompañada de varios pescados, estaba todo muy, pero que muy rico.

Lunes 12, Tartu - Sagadi - Mustvee (203 kms)
Buen y copioso desayuno en casa y salimos de nuevo a recorrer la ciudad, todavía quedan zonas que ayer no pudimos ver.
Subiendo una pequeña colina llegamos hasta las ruinas de la Catedral de Tartu, una antigua iglesia católica. El edificio es ahora una imponente ruina con espléndidas vistas a la ciudad. Después continuamos descubriendo calles y más calles a cada cual más bonita.

Ayer se enteró Olga que estábamos en Tartu y rápidamente nos dijo que visitáramos este lugar, el Genialistide Kliubi, casa de la subcultura de Tartu, un club y lugar de encuentro para gente especial y abierta, donde se entrelazan el teatro, la música, el cine y la alegría.
Un lugar súper bonito y curioso a la vez que sólo podemos ver por fuera, ayer estaba cerrado y hoy lunes abrían a las 6 de la tarde.
Sobre las 11,30 horas regresamos al apartamento para recoger todo, tenemos que salir antes de las 12. Con pena de no haber pasado un día más, decimos adiós a esta ciudad que tanto nos ha gustado.

De camino hacia el norte hacemos una parada en Mustvee junto al Lago Peipus, el cuarto mayor lago de Europa frontera natural con Rusia.

Llegamos a Sagadi y nos dirigimos directamente a nuestro alojamiento el Sagadi Manor Hotel (64 € c/des), bien la habitación, muy tranquilo pero los muebles piden a gritos un cambio.
Estamos ya dentro del Parque Nacional de Lahemaa que como curiosidad fue el primero de los parques nacionales de toda la Unión Soviética.

Una vez instalados, cogemos nuevamente el coche y nos vamos hasta Altja donde hacemos un bonita excursión de unos 3 kms que discurre más de la mitad por la costa, denominada como Altja Opperada. Totalmente virgen y con el bosque acariciando la arena. El mar está cubierto de rocas gigantescas llegadas aquí desde el norte de Noruega durante la edad de hielo.

Coche y para Vosu con la intención de cenar aquí, pero si algo tienes que tener en cuenta en estos países es que a las 20 horas como muy tarde está todo cerrado. Así que tú decides si cenas a las 7 de la tarde o te comes un bocata en tú alojamiento a la hora que quieras.

Aprovechamos a comprar en un súper que encontramos abierto y con las provisiones ya para la cena nos damos un bonito paseo por la playa hasta llegar a su pequeño puerto pesquero/deportivo y vuelta para el coche y para el hotel.

Martes 13, Sagadi - Sagadi (128 kms)
Desayuno estupendo en la terraza y a estas horas con bastante calor, seguido paseo-reconocimiento de los alrededores y jardines del hotel, que por cierto son una preciosidad.

Nuestro primer destino de hoy será el bonito pueblo de Kasmu, conocido como "el pueblo de los capitanes" ya que fue el hogar de una escuela marítima, y prácticamente todas las familias tenían su capitán o timonel escolarizado allí.

Hacemos una ruta de unos 4 kms, mitad por costa, mitad por bosque y dejamos este pueblecito con pena puesto que es una delicia pasear por sus calles y su costa.

Se acerca la hora de comer y lo hacemos acercándonos hasta la localidad de Vinistu, un antiguo pueblo pesquero que tiene poco que ver salvo el puerto y el restaurante en el que comemos, anteriormente una antigua fábrica de productos de pescado. Comemos muy bien y muy rico todo.
Continuamos en coche hasta Parispea que poco o nada tiene de especial, seguido Loksa un pueblo feo sin el más mínimo atractivo que nada tiene que ver con lo visto hasta ahora, es más, ni hacemos mención de pararnos con lo que vemos desde el coche nos es suficiente.

Llegamos a Palmse donde nos detenemos para visitar un alojamiento del estilo al que estamos nosotros, el Palmse Manor una de las mansiones barrocas más grandiosas de Estonia. La mansión y el museo al aire libre formaron el primer complejo señorial completamente restaurado en el país.

Miércoles 14, Sagadi - Hara - Juminda - Leesi - Tsitre - Kaberneeme - Tallin (142 kms)
Después del desayuno y recoger equipaje nos ponemos en marcha y como lo tenemos a 6 kms nos acercamos para ver otra de esas mansiones/hotel, en este caso se trata de la Vihula Manor Country Club&Spa, el primer complejo señorial de todos los países bálticos.

Con sus edificios del siglo XVI totalmente renovados, esta mansión de lujo te encantará. El río Mustoja que serpentea alrededor del parque de la mansión, es un espejo mágico, que refleja árboles majestuosos. Igualmente islotes y puentes de madera que iluminan todo el lugar y que a su vez dan un aire muy romántico a esta maravillosa mansión.

Hara, puerto y base de submarinos. La base submarina fue construida por el ejército ruso entre 1956 y 1958 y fue utilizada mientras ocupaban Estonia hasta que huyeron en 1991, en la época de la independencia de Estonia.

En el Cabo Juminda se erigió un monumento en memoria a los marineros que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. El 28 de Agosto de 1941, 66 naves, fueron voladas por minas alemanas. Este incidente fue llamado "la Batalla de Uminda"

Una última parada antes de llegar a Tallin la hacemos en Kaberneeme, una playa urbana muy popular entre los lugareños. Aprovechamos para tomarnos una cerveza y comer en una zona acondicionada para ello.

Sobre las 16,30 entramos en Tallin, nos dirigimos directamente a nuestro alojamiento, el Cozy Reimani Residence (66 € aloj). Parking privado, a 10 minutos del centro histórico y mi nota máxima para este apartamento, un 10.
Salimos a recorrer su casco histórico haciendo entrada por la Puerta Viru, primera visión de su casco histórico. 

Tallin, la capital de Estonia, es el centro cultural del país y una de las ciudades más hermosas del báltico por su casco antiguo, Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Tallin desde el Mirador Kohtu.

El centro histórico es uno de los mejor preservados de toda Europa. Por otro lado y a destacar, es que la mayoría de los edificios y calles se mantienen en un magnífico estado de conservación, proporcionándole ese aspecto medieval de cuento de hadas.

Pasear por las calles del centro histórico es una delicia. En Toompea se alza la catedral rusa de 1900, en la Plaza Mayor el Raekoja (Ayuntamiento), rehecho en 1402 y con una aguja de 64 metros que preside la plaza y por otro lado, las murallas, de las que actualmente se conservan unos 2,5 kms de las  originales y 25 de las 35 torres que originariamente tenía.

Jueves 15, Tallin
Hoy celebramos aniversario y lo celebraremos a lo grande. Después de un estupendo y variado desayuno en casa nos vamos hasta el Central Market, una delicia para la vista y el gusto, madre mía que pinta tenía todo. Cargamos de cerezas, fresas y arándanos y volvemos a casa para dejarlo en el frigo.

Continuamos nuestro paseo a lo largo de toda la costa deteniéndonos un ratillo en Linnahall, el edificio más famoso de la Tallin soviética.
Seguimos hasta llegar ahora al antiguo puerto pesquero, el Old Fishing Harbour y un poco más adelante el Por Noblessner, principal astillero de submarinos de la Rusia Imperial ahora convertido en edificios residenciales frente al mar con los mejores restaurantes de la ciudad, el Iglupark y varias galerías de arte.
Nosotros hacemos la parada en el Lore Bistroo, un bonito restaurante en el que aprovechamos a comer algo y tomar un cerveza. La comida de diez y el precio también.

Continuando nuestra andadura llegamos hasta el Barrio Kalamaja por la calle Soo y aledañas. El barrio es uno de los más antiguos de Tallin y actualmente un barrio aburguesado. Su gran seña de identidad son las muchas casas que todavía resisten de madera con suaves colores que hacen del paseo un retroceder en el tiempo.

Caminando, caminando llegamos hasta la Farmacia Raeapteek, la farmacia en activo más antigua de Europa desde 1422.

Desde el Mirador de Patkuli, se tiene la mejor vista posible de las murallas que rodean la ciudad baja. Desde aquí se ve la muralla con sus torres, la Iglesia de San Olaf con su gigantesca aguja de 124 metros y el puerto a lo lejos.

De vuelta ya para casa una nueva parada en la encantadora Plaza del Ayuntamiento, centro indiscutible del casco antiguo desde hace ocho siglos.

Lo mejor de esta ciudad es perderse y dejarse conquistar por la ciudad vieja, sus murallas y sus bonitas casas dispersas por todos los rincones. Es una ciudad de cuento donde además sus habitantes son simpáticos y risueños, nada que ver con Lituanos y Letones que por supuesto para nada critico, tienen otra forma de ser y cabe recordar que les han dado muy pero que muy duro hasta hace pocos años, de ahí su carácter.

Día 16, Tallin - Soomaa N.P. - Parnu (203 kms)
Es hora de despedirnos de esta maravillosa ciudad y ponernos en marcha en esta ocasión hacia el Parque Nacional de Soomaa al que llegamos en un par de horas. Directamente vamos hasta el centro de visitantes donde nos atiende una encantadora chica, nos informa sobre dos de las rutas a hacer y nos ponemos en marcha.
La primera ruta Ingatsi Opperada de unos 3,6 kms, transcurre a través de un frondoso bosque hasta llegar a un mirador y un poco más adelante a unas pequeñas lagunas de aguas oscuras (zona pantanosa), en las que está permitido bañarse.
La siguiente ruta es la Riisa Opperada de 4,8 kms, muy parecida a la anterior. Personalmente ninguna de las dos me parece nada del otro mundo, no les veo ningún atractivo lo mire por donde lo mire.

¿Quién dijo que el agua del Mar Báltico estaba fría? Pues para nada es así, el agua está estupenda y para nada fría. Otra cosa aparte es que si quieres que te cubra entero tengas que ir hasta Kaliningrado andando para que esto suceda.

Coche de nuevo y en unos 30 minutos estamos en Parnu, la capital del verano estonio, vamos a nuestro apartamento el Aisahome (61 € aloj). Nada que ver con los apartamentos por los que hemos pasado, en esta ocasión se trata de un apartamento de batalla que ni la cama tiene hecha, en fin, un p.... desastre, lo único que le libra es el balcón.
A pesar de los comentarios en contra que había leído sobre Parnu, a nosotros nos encanta, una ciudad muy bonita, relajada, con todo el centro peatonal, y restaurantes y terrazas estupendos para cenar o tomarte algo.
Nosotros aprovechamos para cenar en el restaurante Gatronoom, restaurante que recomiendo cien por cien, comida, servicio, atención, un sobresaliente.

Sábado 17, Parnu - Riga (180 kms.)
Nos vamos a desayunar hasta el centro, concretamente a la pastelería/cafetería Elleni, un lugar con mucho caché y tremendamente agradable.

Seguido otro paseo por la ciudad para admirar sus casas tradicionales con sus bonitas y decoradas puertas de entrada.

Parnu atraía a miles de visitantes de la URSS para descansar, ya que se trataba de una estación balnearia, y aún en día, es la más importante de Estonia. 
Desgraciadamente los bombardeos de la II Guerra Mundial borraron gran parte de su pasado hanseático medieval. Sin embargo, sí que se conservan restos de su elegante pasado termal como las extensas áreas verdes, estupendas mansiones conocidas algunas de ellas por sus elegantes restaurantes y largas calles arboladas.

Nos acercamos de nuevo hasta la gigantesca playa que a estas horas ya está a rebosar de gente, dejamos nuestra marca K11M y regresamos a casa para salir ya hacia Riga.

LETONIA

Una parada a mitad de camino en una zona de humedales y zona protegida de aves y seguimos.

Sobre las 4 de la tarde llegamos a Riga, donde pasaremos la última noche de nuestras vacaciones, será en el Bridge Hotel (45 € aloj). Situado a la otra margen del río Daugava, una habitación limpia, luminosa aunque no muy grande, suficiente para esta última noche.
Cogemos un BOLT que nos acerca hasta el mercado, hacemos algunas comprillas de pescados, paseo de nuevo por la ciudad y cena en el Runcis, un restaurante local en el que cenamos muy a gusto. Si vas a cenar a este lugar es mejor que te lo tomes con calma, la espera te desespera, gracias a que había un concierto en el local que nos hizo la espera más amena.
Con la misma foto que comenzamos el viaje y con el mismo tiempo lluvioso nos despedimos de las Repúblicas Bálticas. El resto de días han sido soleados y calurosos algo un tanto impensable cuando viajas a esta zona de Europa, la mitad de la maleta vuelve sin tocar.

Domingo 18, Riga - Madrid
Desayunamos en la cocina que tiene el hotel y sobre las 10 de la mañana salimos hacia el aeropuerto, entregamos el coche y con 2,30 horas de retraso salimos hacia Madrid.
Y en este punto damos por finalizado este viaje a estos 3 países que parecen sacados de un cuento.

A TENER EN CUENTA
  • En estos países no funciona UBER, lo hace BOLT, por lo que recomiendo bajar la app.
  • Precios muy parecidos a España, Café muy caro y cerveza también.
  • La gente en Lituania y Letonia muy seca, con cara de pocos amigos, pero ellos son así. En Estonia por el contrario, muy simpáticos y risueños.
  • A la hora de conducir muchísimo cuidado con los radares de velocidad, hay más que olivos en Jaén. Verás que se conduce muy despacio a pesar de que sus carreteras son buenas y están en buen estado.
  • Muy importante reservar alojamientos con parking, no hay un metro de las ciudades e incluso pueblos que no sean de pago.
  • Importante llevar repelente de mosquitos, los hay en abundancia, especialmente en las zonas más boscosas.
  • Son los países de los museos, hay un millón especialmente dedicados a la historia.
  • Horario de apertura de bares/restaurantes a partir de las 10/11 de la mañana. Horario de cierre a las 20 horas, salvo en las tres grandes capitales.
  • En Lituania si estás pensando en comprar alcohol (vino, cerveza, etc) en súper, solamente hasta las 20 horas.
  • Algo que llama la atención es la limpieza que hay en todos los sitios, por no verse, no se ven ni empleados de limpieza (a ver si aprendemos un poco, que parece ser que esto es posible sin hacer grandes esfuerzos).
  • Y como una curiosidad, la gente y especialmente las mujeres como visten, Dios, parece que van todas de boda desde el punto de la mañana, elegancia al máximo.
  • Kilómetros recorridos 2.500.

1 comentario :

  1. Genial que hayáis ido al Genialistide Kliubi en Tartu pese a que estuviera cerrado!!! Vaya pedazo de viaje que os habéis marcado!!!! Tomo nota para poder replicaros...😉 Gracias por las detalladas explicaciones!!👏

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