miércoles, 12 de junio de 2019

Georgia



¿Por qué nos decidimos en esta ocasión a visitar Georgia? Pues muy sencillo, conocemos ya a varias personas que han estado por esas tierras y todas ellas nos han hablado muy, muy bien de este país situado en el centro del Cáucaso.  
A decir verdad, es un país que sabía más o menos por donde estaba, pero no su situación real. Una vez que lees y lees sobre Georgia ves que tiene mucho que ver, la riqueza de su impresionante patrimonio religioso, patrimonio arquitectónico (a medio camino entre oriente y occidente) y por la variedad de paisajes, cabe destacar la cordillera del Cáucaso con cumbres que en ocasiones superan los 5000 metros.
En fin, estas y otras cosas más son las que han hecho que nos decidamos por Georgia esta vez.

Miércoles 12 de junio, a las 18,30 salimos con dirección a Estambúl con Turkish Airlines. En 3,30 horas estamos allí, en el nuevo aeropuerto internacional diseñado como el mayor del mundo. Tenemos 1,40 horas para hacer cambio de avión, volviendo a despegar a la 1,30 am esta vez con dirección Tbilisi o Tiflis capital de Georgia donde aterrizamos a las 4,30 am hora local (2 h más que en España).

Jueves día 13, como anteriormente he comentado a las 4,30 estamos en Tiflis aeropuerto. Recogemos equipaje, pasamos aduana todo muy rápido y una vez fuera ya nos están esperando para llevarnos hasta nuestro alojamiento. En menos de media hora estamos en el Best Hotel (96 laris c/des). La situación es perfecta, la habitación también y todavía están haciendo alguna que otra obra ya que se acaba de inaugurar hace 15 días.
Como todavía es muy pronto no podemos tener acceso a nuestra habitación por lo que dejamos todo allí y salimos a patear las calles vacías de Tiflis hasta las 10 que volvemos momento en que nos entregan nuestra habitación.
En la imagen, la Torre del Reloj y Teatro de Marionetas.

Algo que nos llama la atención y que nunca habíamos visto en ningún otro lugar del mundo es, que se conduce por la derecha como en España pero los coches los hay tanto con volante a la derecha como a la izquierda. Aquí cada uno se compra el coche con el volante donde quiere, algo inaudito ya que conducir por la derecha con el volante en el mismo lado hace muy difícil la conducción, especialmente en los adelantamientos, no ves absolutamente si alguien viene de frente.
Sobre estas lineas la Iglesia de La Asunción de Metekhi.

Una de las atracciones de la ciudad es el Puente de la Paz de reciente construcción sobre el Río Kura que une el Viejo Tbilisi con el nuevo distrito.

Frente a un puesto de dulces georgianos, los Churchkhela, dulce tradicional en forma de salchicha procedente del Cáucaso.
Comemos en el rte. The Kitchen, deliciosa y abundante comida georgiana aunque no pueda decir lo mismo del vino.
Descansamos un par de horas en el hotel y salimos nuevamente a patear las calles.

La primera visita de la tarde la dedicamos a ver la Catedral de La Santísima Trinidad que con sus 105,5 metros de la altura la convierte en la tercera catedral ortodoxa más alta del mundo.

Son ya las 7 de la tarde y el sol va cayendo así como su temperatura (hoy hemos llegado a los 35º), cogemos el Teleférico de Narikala (2,5 laris i/v) y en menos de 3 minutos estamos arriba en la Fortaleza de Narikala y la Madre de Georgia.

La panorámica desde las alturas sobre Tiflis es realmente bonita y bien vale la pena la subida.

La bajada la hacemos caminando junto a la muralla y disfrutando de las vistas que se nos ofrecen desde las alturas.

Nos acercamos hasta los baños de azufre de Abanatubani, concretamente reservamos en Orbeliani. Lo hacemos para el día 30, su precio para dos personas una hora es de 50 laris.

Cenamos justo debajo de donde hemos comido, no tiene un nombre entendible para nosotros, pero  se encuentra en la calle Shalva Dadiani, 8. La mayoría es gente local, no hablan inglés pero no nos importa. La cena que hemos pedido un poco al tum-tum ha sido de gourmet y el precio me da vergüenza hasta decirlo.
Un plato que por nada te puedes perder, los deliciosos Badrijani, son rodajas de berenjena recubiertas con una pasta de nuez y ajo, sazonada con una mezcla de varias especias, cilantro y adornadas con unos granos de granada.
Y ahora a dormir que estamos molidos.

Viernes 14, hemos dormido como troncos hasta las 9 de la mañana, estábamos agotados de tantas horas de pie, nos acercamos a desayunar hasta el bar que linda con el Hotel y con el que estos tienen contratado este servicio y salimos a patear las calles.
Nos dirigimos por la calle Rustaveli, la principal arteria vial de la ciudad hasta una de las tiendas que tiene una de las compañías telefónicas (MAGTI) donde compramos una tarjeta sólo para datos (20 GB por 30 laris) y continuamos hasta llegar al Monasterio Lurji o Azul, una iglesia ortodoxa construida en la década de 1180, cuyo nombre proviene de su techo, adornado con azulejos azules esmaltados.

Continuamos con nuestro paseo bajo un sol y un calor infernal hasta llegar a la Filarmónica (no vale la pena nada) bajamos hasta el río e intentamos regresar andando hacia el centro, cosa muy difícil. No hay manera de cruzar las calles, no hay semáforos ni paso de cebra alguno. Al final llegamos hasta una gasolinera donde un señor muy amable se digna en acercarnos hasta el centro, nos ha hecho un tremendo favor.
Repetimos restaurante para comer y a descansar un rato hasta que baje un poco el calor.

Aprovechamos la tarde para cambiar dinero en una de las muchísimas casas de cambio que hay (ojo porque la diferencia de precios de unas a otras es muy considerable), recorremos otras zonas desconocidas, cena y nada más por hoy.
En la imagen Freedom Square a escasos 300 metros de nuestro alojamiento.

Sábado día 15, Tbilisi - Sighnaghi = 243 kms.
Hoy es un día muy especial para nosotros. Recogemos nuestro flamante 4x4 Mitsubishi Pajero V6 (alquilado en cars4rent) y nos ponemos en marcha.
Acerca de esta compañía, comentar que para la reserva no es necesario hacer ningún tipo adelanto, que el seguro es a todo riesgo, que no haces ningún tipo de depósito cuando recoges el vehículo, que no te piden ninguna tarjeta de crédito y que todo son facilidades, nuestra nota es de 10.

Nuestra primera parada la hacemos en el Monasterio de Alaverdi que junto con su Catedral son Patrimonio UNESCO. Partes del Monasterio se remontan al siglo VI, pero la Catedral actual fue construida en el XI.

Pocos kilómetros más adelante se encuentra la Fortaleza de Gremi, monumento arquitectónico del siglo XVI.

Avanzamos otro poco y llegamos hasta el Monasterio de Nekresi, uno de los complejos religiosos más grandes de la región de Kakheti fundado en el siglo VI. Se sitúa en lo alto de una colina con una bonita panorámica.

Una cervecita para saciar el fuerte calor en el Ilia Lake. Con buenas ganas nos quedamos de darnos un baño, pero tenemos que continuar que todavía nos queda alguna que otra parada antes de terminar la etapa de hoy.

Último stop en Kvareli para visitar las Bodegas Khareba y su túnel del vino. Tienen unos 7,5 kms de los cuales únicamente visitas unos 100 metros. La entrada tiene un costo de 5 laris y mi recomendación es que no vale la pena su visita.

A media tarde entramos en Sighnaghi, punto final del día de hoy y donde pasaremos un par de días. Nos alojamos en Guest House Vista (126 laris c/d), buena habitación, Roman y su mujer fenomenales y el desayuno excepcional.
Aunque se trata de una ciudad pequeña, es un destino muy popular debido a su ubicación en el corazón de las regiones vinícolas. Su pintoresco paisaje y su ubicación en una colina hace de ella un lugar muy demandado por el turismo. La ciudad está amurallada con los restos de fortificaciones del Siglo XVIII.

Un paseo por el pueblo amurallado y una cerveza en una terraza adosada a la muralla con vistas al fertil Valle de Alazani que más parece que estás en la sabana africana que en Georgia.
Buena cena y a dormir.

Domingo 16, salimos de nuestra habitación y nos encontramos de cara con este desayuno, cuando lo veo pienso si acaso hay un bautizo ya que esto es demasiado para dos personas. Aquí no faltaba de nada, todo riquísimo, recién hecho y comida para reventar, excepcional, no puedo decir otra cosa.

Con el estómago lleno (creo que podremos aguantar al menos 2 horas sin comer ¡jejeje!) nos dirigimos caminando hasta el Monasterio de Bodbe, son como un par de kms. Cuando llegamos nos sorprende la cantidad de gente que hay y como los coches y autobuses no paran de llegar.
Podríamos compararlo con Fátima o Lourdes, un auténtico foco de peregrinación, que atrae a docenas de miles de fieles todos los años.
Aquí reposan los restos de Santa Nino, la esclava que convirtió al rey, vivió y murió en este Monasterio, una de las Apóstoles de Georgia más venerada.

Regresamos de nuevo al pueblo, hacemos algo de compra para comer en nuestra terraza y damos un paseo bajo un sol de justicia. Para las 14 horas estamos en casa listos para comer y descansar un buen rato antes de volver a salir.

La tarde la dedicamos a pasear por la parte transitable de la muralla hasta la hora de cenar y por hoy nada más que contar.

Lunes día 17, Sighnaghi - David Gareja - Mishketa = 228 kms.
A las 9 dejamos atrás Sighnaghi y en 2 horas estamos en el Monasterio de David Gareja. Son 50 kms de carretera nacional en buen estado y otros 50 con algunos tramos muy, muy malos.

David Gareja, es un Monasterio Ortodoxo excavado en la roca, fundado en el siglo VI y enclavado en las laderas del desierto del Monte Gareja. Parte del complejo se encuentra en Azerbaiyán. A día de hoy sigue habiendo disputas entre los dos países por hacerse con la propiedad del mismo. Militares armados de ambos países custodian sus fronteras. Por lo que podemos observar las relaciones entre estos eran más que aceptables.

Una larga y calurosísima subida nos lleva hasta el Monasterio de Udabno justo en el límite que separa Azerbaiyán de Georgia.
Para nuestra desgracia se encuentra cerrado, así que nos quedamos con las ganas de ver sus frescos.

Con un pie en Georgia y otro en Azerbaiyán.
Regresamos nuevamente hasta donde tenemos aparcado el coche y de vuelta paramos en el oasis del pueblo de Udabno donde comemos en un restaurante que hay en la misma carretera.
David Gareja podría definirlo como bien, pero solo si te pilla de paso.

Para las 6 de la tarde estamos en Mishketa. Nos alojamos en Mishketa Guest House (59 laris c/d), alojamiento básico, señora muy amable, desayuno muy bueno y situación de 10, frente a la puerta de entrada a la Catedral.

Mishketa, una de las ciudades más antiguas de Georgia, fue antiguamente la capital del reino caucásico de Iberia. Actualmente y desde 1994 Patrimonio Unesco.
En la imagen, la Catedral de Svetitsjoveli construida en el siglo XI, fue centro religioso de la Georgia medieval.
La última iglesia-monasterio a visitar es la de Santa Nino, más de lo mismo.

Martes 18,  Mishketa - Stepantsminda + Frontera Rusa = 174 kms
Desayunamos como marqueses y para las 9,30 estamos saliendo hacia el Monasterio de Jvari situado en lo alto de una colina con unas vistas espectaculares sobre Mishketa.
Se trata de un monasterio ortodoxo del siglo VI.

Decenas de personas nos rodean, unos viendo el monasterio y otros muchos para observar Mishketa desde los alto entre las confluencias de los ríos Kurá y Aragvi.

Tenemos la gran suerte de escuchar en directo y a capela a cuatro hombres cantando polifonía dentro del Templo. No mueven ni una pestaña y poco más la boca, pero sólo con su voz llenan el templo. Increíble lo que llegan a conseguir con sus gargantas.
En música, la polifonía es un tipo de textura musical en la que suenan simultáneamente múltiples voces melódicas que son en gran medida independientes o imitativas entre sí, de importancia similar y ritmos diversos.
El canto polifónico de Georgia es una de las 19 primeras Obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.

En plena carretera Militar Georgiana que conduce hasta Kazbegui, nos encontramos con la Fortaleza de Ananuri sobre el río Aragvi.
Bonito el paraje donde se encuentra enclavado pero centenares de turistas subiendo y bajando piedras sin ton ni son.

Continuamos por la carretera militar que nos la esperábamos en peor estado y con muchos más camiones (debemos de tener en cuenta que es la carretera que cruza a Rusia). Lo peor como todos los días los conductores georgianos, tan irresponsables como siempre.
Coronamos la estación de esquí de Gudauri a 2395 msnm con un cambio de temperatura bastante evidente y nos detenemos en una cascada de color naranja junto a la carretera. Es de aguas calizas, dicen de que travertino. La fuente tiene cola para coger agua, vaciamos nuestras botellas para coger agua de esta y cuando la probamos nos sabe a rayos, será muy sana pero a nosotros no nos va.

Con bastante mal tiempo y amenazando lluvia llegamos a Stepantsminda, nos alojamos en Qetino Marsagishvili Guest House (60 Laris s/d). Muy bien situada, tranquila y muy recomendable, además la chica que nos atiende tiene un buen nivel de inglés.
Nos acercamos hasta Turismo donde nos dan tres rutas para hacer: Glaciar Gergeti, Garganta de Truso y el Valle del Sno desde Juta.
Como la lluvia se convierte en realidad nos acercamos en coche hasta la frontera con Rusia, unos 10 kms a través de la espectacular garganta Dariali donde se encuentra el Monasterio Dariali.
La cena la hacemos en el restaurante Khareba, lugar que nos han recomendado. Un poco más caro que los habituales, pero hoy hemos cenado con una botella de vino muy rico y eso también se paga.
Hoy cenamos Lobio, una alubiada a la georgiana con sus encurtidos de acompañamiento y como no, unas berenjenas con salsa de nueces, esto no puede faltar ¡jajaja!

Miércoles 19, Stepantsminda - Juta - Stepantsminda = 65 kms.
El día amanece bastante claro y eso nos vale, al menos de momento. Compramos un pan y un par de bollos consistentes para el café y subimos hasta Gergeti Trinity Church, siglo XIV-XV. La carretera tiene una fuerte pendiente, pero es nueva y con buen asfalto.
Se encuentra a 2170 msnm por debajo del monte Kazbek. Hordas de turistas como nosotros deambulan por allí.
Unos 500 metros  antes del Monasterio hay un hermoso parking, pero la mayoría de los que suben van con el coche hasta el propio altar, lo cual decepciona y mucho. Uno de los enclaves más fotografiados de Georgia profanado con tanto coche y tanto cafre a manos de estos subiendo por las lomas junto a la iglesia sin consideración ninguna a los peatones y conduciendo esos escasos 500 metros a toda velocidad.
Una vez más vuelvo a repetir que los conductores georgianos nos parecen unos irresponsables con una falta de respeto hacia los demás bestial.

Dejamos Gergeti y nos dirigimos hacia Juta (20 kms), punto de comienzo del trekking que tenemos previsto hacer en el día de hoy. Conducimos hasta Sno por carretera asfaltada y el resto por un camino con tramos bastante malos. Estos animalitos son los reyes de las carreteras en este país, esta imagen la tendrás 100 veces mínimo todos los días sea el nivel que sea la carretera, comarcal, nacional, autopista, etc.

Comenzamos la ruta al Lago Chaukhi, unos 9 kms ida y vuelta (lineal) y unos 450 metros de desnivel positivo. Estamos rodeados de inmensas montañas cubiertas de nieve, uno de nuestros objetivos era llegar hasta el Chaukhi Pass pero está cerrado por la nieve. El paisaje es verde, alpino y muy humanizado.
Al poco de comenzar la ruta te encuentras un hotel con una pinta estupenda, terraza chill out y con esta panorámica que te deja un buen rato sin pestañear.

El tiempo se complica bastante, se nubla y comienza a llover, chubasquero y a seguir caminando hasta que llegamos al lago.
No te preocupes, por si tienes frío, sed o hambre, junto al lago (2700 msnm) hay una cabaña muy bien acondicionada donde podrás beber lo que quieras, caliente o frío, café, te, cerveza, vino y hasta un buen bizcocho.

Llegamos al coche con una buena mojada a pesar de llevar los impermeables, nos cambiamos de ropa, comemos un bocata de salchichón y regresamos a Stepantsminda. Al final entre unas cosas y otras han sido 14,5 kms.

Antes de ir a nuestra Guest nos acercamos hasta la Ioane Natlismcemeli que se encuentra en la parte alta de la ciudad y con unas vistas muy agradecidas. La pena es que llueve a jarros y no podemos disfrutarla más.
Cenamos nuevamente en el Khareba, pero hoy pinchamos, pedimos Kharcho, una especie de puré de arroz?? espeso, muy condimentado con trozos de pollo y aunque un poco pesado nos gustó. Pero el "Kupaini" la salchicha georgiana, no pudimos casi ni empezarla, es una tripa de cerdo rellena con todas sus vísceras. Solo con verla era suficiente y cuando ya la abres, desprende un olor a verraco que te echa para atrás. Incluso así, la probamos, su sabor era picante y sabía a eso, a vísceras. No todos los días se acierta.

Jueves 20, Stepantsminda - Gori = 240 kms
Salimos sobre las 9,30 con dirección a Kobi, punto donde giramos a la derecha y por un camino en bastante mal estado llegamos hasta la localidad de Okrokana, pero los militares fusil en mano, nos echan el freno y dicen que de allí no podemos pasar, volvemos hacia el puente que acabamos de cruzar, aparcamos el coche y damos comienzo al trekking de hoy.

Tenemos un letrero que dice: Zakagori 10,5 kms, los primeros 5 no aportan nada, una pista ancha que transcurre pegada a la garganta Truso de aguas muy bravas y oscuras.
Es posible llegar fácilmente hasta el Trudo Camping con un 4x4, nosotros no lo hicimos por desconocimiento. A partir de este punto es donde se encuentra lo más interesante de esta ruta.
En la imagen el Lago Abano, creado por una corriente subterránea llena de dióxido de carbono que fluye a la superficie a través de rocas carbonatadas de finales del periodo Jurásico.

Llegamos hasta Ketrisi, cruzamos el río Térek, unas fotos de Abano pueblo y monasterio y nos damos la vuelta. Desde que hemos salido está lloviendo muy suave pero todo apunta a que se va a poner mucho peor.

La Fortaleza Zakagori, prácticamente en ruinas, frontera entre Georgia y Rusia. En total han sido 6 horas y 21 kms. Cuando llegamos al coche no tarda ni 2 minutos en caer un auténtico diluvio; una vez más libramos por los pelos.

De camino a Gori paramos en lo más alto del puerto para a visitar el Russian Georgian Friendship Monument, con unas vistas de vértigo.

A eso de las 6,15 de la tarde llegamos a Uplistsikhe, una de las varias ciudades trogloditas excavadas en roca en Georgia. Esta es la más antigua, según los indicios el primer asentamiento en esta ciudad cueva, data de dos siglos a.C.

Se cree que aquí vivieron hasta 20.000 personas, disponían de teatro, templos, bodegas (se dedicaban a la producción del vino) y hasta farmacia. Todo esto es posible verlo hoy en día.
Para cuando llegamos a Gori está prácticamente anochecido, nos alojamos en la Guest House Nokri (45 Laris c/d). El sitio estupendo, muy tranquilo, aunque un poco retirado del centro y el joven anfitrión inmejorable.

Nos vamos con el coche a cenar al centro (nada bien) y al regreso nos espera con una cata de vinos y chachas que nos hacen dormir como benditos.

Día 21, Gori - Martvili = 247 kms.
Una pequeña visita por Gori, la ciudad que vio nacer a Stalin antes de poner rumbo a Martvili.
Arriba el Templo de la Virgen María y detrás la Fortaleza medieval de Goristsikhe

Multitud de puestos de venta a lo largo de la carretera, frutas, hamacas, panes, cuadros, etc. En este puesto compramos albaricoques y cerezas, quizá el mejor puesto de todos los que hemos parado. Aquí la fruta sabe a fruta y el tomate a tomate.

A nuestro paso por la localidad de Surami, vemos cantidad de puestos vendiendo eso que parecen ser panes, están por todos los lados y realmente desconocemos que es, compramos uno para probar y está delicioso. Se trata de Nazuki, un pan dulce georgiano con un olor y aroma que es de obligado cumplimiento probar. Su precio es de 2 laris.

Al llegar a Kutaisi nos desviamos a la derecha para visitar el Monasterio de Motsameta. Según la leyenda, el monasterio se construyó en el lugar donde los agresores musulmanes ejecutaron a David y Konstantin Mkheidze, príncipes georgianos, que se negaron a aceptar el Islam.

A escasos 5 kms se encuentra el Monasterio de Gelati, Patrimonio de la Humanidad no solo por sus mosaicos, murales o arquitectura, sino porque fue uno de los mayores centros culturales de la época. Sus frescos aunque un poco deteriorados son tremendos, una auténtica obra de arte, la Capilla Sixtina georgiana. Hay que verlo sí o sí.

¿Por qué no echarse una siesta en medio de la Nacional 1? ¿Cuál es el problema...?

Una vez dejados atrás los monasterios tenemos que decidir entre visitar la  Prometheus cave o el Canyon Martvili. Finalmente nos decidimos por el último, naturaleza en estado salvaje ¡jajaja!
Cuando llegamos vemos un gran montaje, decenas de tendeteres que venden de todo, bares, restaurantes, caballos de alquiler y más y más. Nos acercamos hasta la entrada, pagamos la entrada de 17,5 laris pax y por el módico precio de otros 15 laris te ofrecen un paseo en barca de 15 minutos que además remas tú. Menos mal que este no lo cogemos.
Accedemos al recinto caminamos por una pasarela de unos 80 - 100 metros de longitud y vemos que esto se acaba, no hay más. Se ve un pequeño cañón con un par de pequeñas cascadas y punto.  No sé como calificar esto, robo? atraco a mano armada? o a los extranjeros nos ven cara de gilis?
Si no quieres que se te quede la cara como a nosotros ni se te ocurra visitar este lugar.
Dormimos en Martvili ya que estamos un poco cansados de tanto coche. Nos alojamos en New Hotel (30 Laris c/d) muy tranquilo, correcto y buen desayuno.
La señora del hotel nos recomienda cenar en el Katkha, un gran consejo, un 10 al restaurante, a la comida y a su precio.

Sábado día 22, Martvili - Mestia = 184 kms.
Salimos pronto hacia Mestia, localidad a la que llegamos en unas 4 horas. Aquí las carreteras son como son, tramos en muy mal estado y además es una curva tras otra.
Una vez en Mestia nos alojamos en Manana Japaridze's Guest House (76 laris c/d), aquí pasaremos 4 noches.

Mestia, la localidad más importante del Alto Svaneti, una villa de torres medievales, enclavada en la cordillera del Gran Caúcaso, rodeada de montañas que en algún caso supera los 5000 metros como el Shjara con 5193 metros y con unos paisajes brutales, será nuestro destino durante los próximos 4 días.

Aprovechamos la tarde para situarnos, hacer unas cuantas fotos de sus famosas torres defensivas, visitar el Museo Etnográfico (muy interesante) y a cenar a nuestra Guest con los anfitriones, la cena de escándalo, todo lo que diga es poco.

Domingo día 23, Mestia - Glaciar Chaladi - Mestia = 12 kms.
Un año más volvemos a celebrar el cumple de Montse fuera de casa, y que mejor sitio que Mestia en el Gran Caúcaso para hacerlo.
A las 6 de la mañana ya estamos listos para desayunar y además con esta gran sorpresa por parte de Manana e hijos, son una familia encantadora, con gente así da gusto estar y compartir. ¡¡Muchas gracias familia por todo!!

Desde nuestra habitación vemos un maravilloso despertar.

Salimos hacia el Glaciar Chalaadi, son unos 15 minutos en coche, a partir de este momento serán unos 3 ó 4 kilómetros de caminata hasta llegar al mismo.

Una gran lengua de hielo a escasos metros de nosotros. No es recomendable acercarse mucho puesto que hay desprendimientos de hielo y rocas muy frecuentes.

En el día de hoy y mañana nos acompañarán Pavel y Michaela, una simpática pareja de checos que se alojan con nosotros con la que compartiremos unas cuantas horas.

Regresamos nuevamente al hotel, allí nos espera un coche que nos llevará hasta la Cruz a 2100 msnm con unas grandes vistas de la región. El precio es de 150 laris a compartir entre los cuatro. Nos habían dicho que el camino era muy complicado, que no nos aconsejaban hacerlo con nuestro coche, etc, pero una vez haberlo visto, lo podíamos haber hecho sin ningún problema. El camino tiene mucha pendiente y no es muy ancho, pero nada más.

La subida a los Lagos Koruldi (2750 msnm) es bastante exigente, son unos 800 metros de desnivel con fuertes rampas y ni un solo descanso. Tardamos entre 1,30 y 2 horas en recorrer sus 3,8 kms.

Una de las pequeñas balsas antes de llegar al lago.

Finalmente llegamos hasta el Lago Koruldi. La recompensa es grande, no por el lago en sí, sino por las hermosas vistas que tienes desde este punto. Estamos rodeados de montañas entre 3000 y 5000 metros y una panorámica 360º tremenda.

Bajamos o nos quedamos? Se está de vicio y la verdad es que lo que apetece es quedarse aquí un rato más.

Según bajamos la montaña se despeja un poco y conseguimos ver el Monte Ushba con sus 2 cumbres, la cima mayor llega a los 4710 metros, mientras que la menor mide 4690 metros.
Si la subida es dura, la bajada no es para menos.

Supercena, con tarta y vino incluido. Si una cosa está rica, la otra más y como nos da vergüenza dejarlo, lo comemos todo. Los tenemos perplejos, son supersimpáticos, pero la abuela Manana se lleva la palma, es lo mejor de Georgia.
Llegan los checos con cerveza y más chuches, así que a darle otra vez al diente.

Lunes 24, Mestia - Ushguli -Mestia = 96 kms.
El día amanece muy feo, lluvia, niebla y frío.

Nos vamos hasta Ushguli, considerado como el asentamiento humano más elevado de Europa a algo más de 2100 metros de altura.
Nos acompañan nuevamente los checos. Son unos 42 kilómetros, de los cuales 32 son de carretera asfaltada y en bastante buen estado, los otros 10 de mucho barro, enormes charcos y como siempre, muchas vacas. Invertimos 1,30 horas aproximádamente.

Continuamos unos kms más en coche hasta llegar al punto donde se encuentra un Rte-Bar, a partir de aquí son unos 3,5 kms a pie hasta el Glaciar Shjara.
Unas cuantas fotos, lluvia que amenaza caer de inmediato y camino de vuelta al coche.
 
La amenaza de lluvia se cumple y además acompañada de granizo. De nuevo chubasqueros y como podemos llegamos calados hasta el parking donde tenemos el coche. Una cerveza, un bocata de chorizo y foto despedida con este simpático georgiano.

Martes 25, Mestia - Mazeri - Mestia = 58 kms.
Nos levantamos con un día que promete sol y así será. Para las 8 estamos camino de Mazeri punto de inicio de la ruta prevista para el día de hoy, subir hasta las Waterfalls del Ushba.
Aparcamos el coche junto al río Dolra que baja frenético, cruzamos como podemos por este puente de madera, luego por encima de un tablón y comenzamos la subida.

Nos internamos en el valle del Dolra y comenzamos nuestra andadura. El primer kilómetro discurre por una pista sin apenas desnivel, pero dura poco, la pendiente comienza, es continua, prolongada y con un desnivel exigente. El paisaje muy bonito y de una gran dureza a la vez. Son unos 600 metros de desnivel en unos 5 kms de distancia.

En aproximádamente una hora estamos a los pies de la Cascada Shdugra, la más alta de Georgia. Hay otras de cuatro de diferentes caudales a escasos metros unas de otras.

Ha merecido la pena la subida, la pendiente y el intenso calor en algunos momentos. Eso sí, cuando te acercas a la cascada te tienes que abrigar puesto que  el aire y la humedad del agua hace que tengas que ponerte algo de ropa encima.
Continuamos hacia el glaciar Ushba, el sendero más que una cuesta es una pared, el tema se complica demasiado y decidimos darnos la vuelta y regresar al coche.

De vuelta al coche. En total han sido 10 kms y una buena sudada.
Paramos en el super de Mazeri, compramos un par de birras, comemos y de vuelta a Mestia.

Miércoles 26, Mestia - Borjomi = 374 kms.
Desayuno de despedida en la Guest House. Nos ofrecen yogurt casero con leche de vaca, de vaca de las de verdad. Se llama Matsoni y es cremoso, delicioso, es uno de nuestros platos estrella de Georgia y eso que tenemos varios.
Con pena nos despedimos de este lugar y de estos maravillosos anfitriones que también nos han cuidado, alimentado y con los que hemos llegado a establecer una muy buena relación, como si fuéramos unos más de la familia ¡¡jeje!!

A las 8,20 horas nos ponemos en marcha, unan parada para tomar un café y hasta Borjomi. Han sido unas 6 horas de viaje.
Una vez en Borjomi nos dirigimos al alojamiento que tenemos reservado, después de una hora dando vueltas somos incapaces de localizarlo por más instrucciones que nos dan a través de whatsapp desde el propio alojamiento, al final desistimos y anulamos la reserva a pesar de que no les sienta muy bien.
Finalmente nos alojamos junto a Central Park, en el Merchant Hotel (100 laris s/d). Es más caro de lo que venimos haciendo pero, esta perfectamente situado y está muy bien.
Comemos tarde en el restaurante Old Borjomi (muy bien de todo) que tenemos al lado y salimos de paseo por la ciudad.

Borjomi es famosa por su industria de agua mineral. Los manantiales de aguas sulfúricas cercanos a la ciudad, supuestamente curativos, sobre todo de problemas estomacales, la han convertido en una zona muy turística, especialmente para personas con problemas de salud. El Zar Nicolás II de Rusia inauguró, en 1905, la primera fábrica de embotellamiento de agua mineral.

La casa de Mirza-Riza-Khan es un monumento arquitectónico y uno de los símbolos de la ciudad de Borjomi. Fue construida por el Cónsul de Irán en el siglo XIX.

Debajo de esta cúpula de cristal se encuentra la fuente primaria de agua sulfúrica.

Damos un buen paseo por Borjomi Central Park, un lugar muy agradable para caminar, está repleto de gente y niños disfrutando del parque de atracciones.
Otro de los edificios a destacar de Borjomi, el edificio de Borjomminwaters.

Jueves día 27, Borjomi - Borjomi = 39 kms.
Pasamos por el centro de visitantes del Parque Borjomi Kharagauli, para pedir el permiso de entrada al parque (es gratuito y obligatorio). Aquí nos aconsejan hacer una ruta de unos 7 kms y unas 2 horas de duración. Más adelante veremos en que se tradujo todo esto.
Hacemos una parada para visitar el Green Monastery construido entre los siglos IX y X. El Monasterio Chitakhevi de San Jorge (Monasterio Verde) se encuentra a unos 13 kms de Borjomi. Su iglesia fue construida con piedras especiales que tienen una coloración verde, algunas son más oscuras y otras más claras.

A unos 2 kilómetros de Borjomi y en la mano izquierda de la carretera verás un Fast Food Café, justo enfrente sale el camino que te llevará hasta el Camp Borjomi donde podrás aparcar tu coche.
En este punto damos comienzo a la ruta número 12, muy bien señalizada con marcas blancas y raya negra. La subida es muy larga, la pendiente tremenda, esta no acaba nunca, cuando crees haber coronado, avanzas un poco y vuelve a subir, en fin, un auténtico martirio.

Las vistas desde la cima, preciosas.

La bajada ni contar, unas pendientes bestiales, nunca se acaba, queremos llegar al cocheeee. Al final llegamos hasta el coche, metemos los pies a remojo y recuperamos ánimo y fuerzas. Ha sido un calvario, los 7 kms se han convertido en 10 y las 2 horas en 4 y todo esto con un desnivel de 600 metros.

Por la tarde solo nos quedan ganas de pasear y beber agua de todas las fuentes que vemos (está riquísima). Creo que esa tarde me he bebído 5 litros de agua.

A última hora también tuvimos tiempo para tomarnos un vino en el bar de Dimitri, estaba bueno, pero eso sí, a precio de Vega Sicilia, a 10 laris la copa; Dimitri, te has pasado cien pueblos.
Cenamos en el Rest my House, debajo del hotel, todo muy rico pero con un servicio muy, muy lento.

Viernes 28, Borjomi - Bakuriani - Borjomi = 68 Kms.
Dedicamos la mañana de hoy a recorrer alrededores de Borjomi. Nos detenemos en primer lugar en Timotesubany Monastery, el tiempo está bastante nublado y ya empieza a caer alguna que otra gota, preludio de lo que vendrá después. Los frescos que alberga en su interior son muy interesantes y se encuentran en un estado bastante aceptable.

Continuamos hasta Bakuriani, la mejor estación de esquí de Georgia, damos un buen paseo, tomamos un exquisito café y tenemos que regresar al coche más que corriendo por la tormenta que está cayendo.

De vuelta a Borjomi, hacemos una parada en las Sulphur Water Swimming Pool. Desde el punto que dejas el coche tienes unos 500 metros de fuerte descenso que luego tendremos que subir. Las tres pequeñas piscinas están saturadas de gente.

Una última parada en el Borjomi Plateau desde donde podemos ver una buena imagen de la ciudad y de aquí a comer y descansar un rato.

Al final la lluvia cesa un poco y podemos salir a dar una última vuelta. En la imagen el Hotel Crowne Plaza Borjomi.

Sábado 29, Borjomi - Safara - Vardzia Caves = 144 kms.
Amanece lloviendo a jarros, cargamos equipaje y salimos con dirección a Vardzia Caves. Nos detenemos en primer lugar en Monasterio Sapara. Sigue lloviendo intensamente por lo que pensamos que hasta este remoto lugar no vendría nadie, pues error, varios coches y algún que otro autobús hacen acto de presencia.
 
El monasterio se encuentra a unos 11 kms de Ajaltsije, existe desde al menos el siglo IX y sus frescos del siglo XIV son de alta calidad.
Las vistas desde este enclave se suponen excepcionales pero, solo se suponen, el día está gris, con las nubes muy bajas y jarreando.

Paramos en Ajaltsije para visitar su Fortaleza Rabati del siglo XIII recientemente reconstruida, más bien parece un mercado medieval de los muchos que podemos ver en nuestro país. Carece de valor histórico, pero muestra bastante bien como eran las fortalezas orientales, incluyendo una iglesia, mezquita, sinagoga, madrasa y unos baños de reciente creación.

Estamos a los pies de Khertvisi, una de las antiguas fortalezas actualmente en ruinas que funcionó durante todo el periodo feudal georgiano. Imposible visitarla, la lluvia es muy intensa y no hay la más mínima posibilidad de hacerlo sin acabar a remojo.

Llegamos a Vardzia Cave con fuerte lluvia, aprovechamos para comernos un bocata en el coche hasta que pasado un buen rato deja de llover, al menos con la intensidad que lo estaba haciendo. Sacamos nuestra entrada (7 laris), subimos caminando unos 10 minutos hasta llegar a las cuevas y comenzamos la visita, ahora ya ha dejado de llover.

Muy cerca de la frontera con Turquía se encuentra este monasterio medieval excavado en una montaña rocosa, la población más cercana es Aspindza a unos 13 kms.

Al fondo a la izquierda, el edificio cuadrado que sobresale es el Campanario y a la derecha el arco doble es el atrio de la iglesia de la Asunción (Dormición)

Construido durante la época de la reina Tamar en 1185, se trata de un gran complejo rupestre de cuevas y larguísimos túneles, prácticamente una ciudad, que se extiende unos 500 metros a lo largo de la ladera montañosa. Poseía más de 6000 estancias distribuidas en trece pisos así como una iglesia, un salón del trono y un sistema de riego para el cultivo en terrazas.

De regreso a nuestro hostel nos detenemos con intención de visitar el Monasterio cueva de Vanis Kvabebi. El complejo data del siglo VIII y consiste en una muralla defensiva y de un laberinto de túneles construidos en varios niveles en la ladera de la montaña. En el complejo también existen dos iglesias, una de ellas en buen estado de conservación.
En la entrada hay una persona que nos dice que no es posible visitar debido a que su seguridad no es la más óptima y para evitar riesgos y accidentes se encuentra cerrada al público.
Aleksandre nos propone visatarla con él, con la gente del pueblo hacen la vista gorda, pero con todo nuestro pesar tenemos que decir NO, no tenemos tiempo, no podemos quedarnos más.

Nos alojamos en Vardzia en Aleksandre Guest House (60 laris c/d) aparte 20 laris pax por la cena. El sitio es super rural, con las vacas por la calle, las gallinas a su aire y los patos bailando el chachacha. Tienes un pequeño super donde poder comprar una birra siempre y cuando esté el tipo que lo atiende, lo más normal es que tengas que llamarlo a vocessss.

Por la tarde dando un paseo por el pueblo, tuvimos tiempo de valorar lo que nos perdíamos por no haber quitado una noche de Borjomi y haberla puesto aquí. En Borjomi nos decían que aquí no había nada que hacer y que gran error el nuestro primero por hacerles caso y segundo por desconocer que hacer en este paraje.
Paseos más que agradables por sus huertas, caminar a través de una preciosa garganta verde e inmaculada, subir a la fortaleza, etc. y todo como muy accesible.

Paseando por el pueblo y de camino a su iglesia nos encontramos con varias piscinas de aguas minerales que nos parecen muy sui géneris, pero advierto: solo para valientes ¡¡jajaja!!

Cenamos con nuestro anfitrión, sus tres hijos y otros tantos sobrinos y vecinos rondando por la casa. Estamos como en nuestra casa, mismas regañinas a los niños por el uso del PC y mismos mimos para los más peques.
Nos saca el vino de su cosecha y la chacha con la que brindamos una y otra vez hasta que dimos con toda la botella. El vino corrió el mismo pelo, no quedó ni gota, una vez más dejamos el pabellón muy alto ¡¡jajaja!!
Resumiendo, la cena un "exitazo", ahora a la cama con una botella de chacha y otra de vino puestas!!

Domingo día 30, Vardzia - Tiflis = 238 kms.
Desayuno con patatas recién fritas, patatas de las de verdad, buenísimas. Aleksandre nos enseña su huerto y su destilería de chacha; nos despedimos de toda la familia y salimos hacia Tiflis.

Decidimos regresar a Tiflis por la carretera 31, es un poco más larga pero mucho más escénica. Gran parte del camino transcurre por altitudes que  superan los 2050 metros de altitud con paisajes totalmente esteparios.

Bordeamos tres grandes lagos, el Saghamo Lake, Paravani Lake y Tsalka (Khrami) Reservoir.

El ganado es abundante a lo largo del camino, en esta zona especialmente grandes rebaños de ovejas.
En 4 horas estamos nuevamente en Tiflis, devolvemos el coche y nos alojamos en el mismo hotel, el Best Hotel por otras 2 noches (98 laris c/d)

Compramos un montón de Churchkhelas para regalar a los amigotes, paseo por aquí y por allá y a descansar.

Lunes 1 de julio, nuestro último día en Georgia. Salimos a dar un paseo a lo largo de la concurrida calle Rustaveli visitando muchos rincones escondidos de estos que se encuentran en patios interiores y que nadie se percata de ellos.

Llegamos hasta el Hotel Stamba, un lujoso hotel foco de talento y originalidad que en su día fue la imprenta más importante de Georgia.

A las 13,30 estamos en los Baños Orbeliani, tenemos reservada una horita, ¿aguantaremos...?
Los baños son de aguas sulfurosas, huelen como a huevo podrido y hace mucho, mucho calor, tanto que a los 20 minutos abandonamos el lugar. El agua estaba tan caliente y el calor era tan intenso que no había ser humano que aguantara eso. Salimos a la calle y nos hidratamos con una buena cerveza que nos devuelve parte de la vida.

Dedicamos nuestra última tarde subiendo a Narikala por la cuesta de Bethleem y nos sorprende lo agradable del paseo, las vistas desde una pequeña plaza arbolada y sombría y sobre todo de su tranquilidad, poca gente nos encontramos por aquí.  Llegamos hasta la Iglesia superior e inferior de Belén y regresamos por donde hemos venido.

Si algo nos viene llamando la atención desde el día que pusimos por primera vez los pies en este país, es el estado y grado de deterioro de sus edificios. No me explico el porqué, ni como son capaces de habitar dentro de ellas y mucho menos como se lo permiten.
Esta foto no es un montaje ni mucho menos, la casa está totalmente inclinada y a punto de irse al suelo en cualquier instante y la gente vive dentro tan campante.

Otra de las muchas que hay, esta abierta de arriba-abajo.

Nos acercamos hasta la Meteki Church of the Assumption, hemos pasado un montón de veces y nunca habíamos subido hasta ella. Se encuentra en lo alto junto al río y las vistas que disponemos hacia el Tiflis antiguo son sensacionales.

De camino nuevamente por Rustaveli vemos junto al antiguo parlamento muchas personas, mucha policía y muchas televisiones grabando a los manifestantes y los mítines que siguen dando después de los graves incidentes habidos hace 15 días y que causaron más de 250 heridos.
La despedida la hacemos en el Restaurante Sarotono al final de Rustaveli. Servicio muy lento pero buena comida.

Nos despedimos de este país con un collage de las excelentes cervezas que hemos probado; si una está buena, la otra no se queda atrás. 

Martes 2 de julio, a las 8 de la mañana cogemos un taxi hasta el aeropuerto y a las 10, 30 horas decimos adiós a Tiflis y a Georgia hasta una nueva ocasión.

Un par de horas más tarde estamos nuevamente en Estambúl, cambio muy rápido de avión y para casa.

El tramo Estambúl - Madrid venia con la mitad de pasaje por lo que pudimos elegir filas de 4 asientos y llegar a casa como nuevos.
Hasta aquí estos 21 días y 2.413 kilómetros recorridos por Georgia, país que nos ha sorprendido muy gratamente.

A TENER EN CUENTA
  • La mayoría de los lugares a visitar son de entrada gratuita.
  • Es el país del vino, no me atrevo a calificar su calidad, lo que si puedo decir es que sus precios son desorbitados.
  • No te preocupes si un día te quedas sin agua, este es un bien que fluye por todas las esquinas y además es exquisita.
  • El carácter de la gente es serio, te ignoran en la mayoría de las ocasiones y llegan a ser bastante bordes. Por supuesto que hay gente que es encantadora, amable y servicial pero no es lo normal.
  • Casas de cambio las hay por todos los lados. Antes de cambiar mira en varias, las diferencias son muy importantes de unas a otras.
  • Y para terminar lo hago refiriéndome a los conductores y la forma de conducir. Son auténticos energúmenos, cafres, irrespetuosos, irresponsables y todos los adjetivos que quieras ponerles cuando están a las manos de un volante. Aquí se adelanta por todos los lados, de tres en cada dirección, en línea continua, en curvas con visibilidad cero y por arriba por que no pueden. Si alquilas un coche conduce como lo haces aquí y no tendrás el más mínimo problema, ellos se encargarán de esquivarte por donde puedan.
Como resumen de estos 21 días decir que Georgia es un país entre dos mares, el Negro y el Caspio, un auténtico vergel protegido por la cordillera caucásica. Tiene una historia fascinante y a la vez bastante desconocida para nosotros, unos paisajes de ensueño y una gastronomía extraordinaria, pese que haya gente que dice haber pasado hambre. Me atrevería a  decir que es uno de los destinos más atractivos y desconocidos de Europa.











1 comentario :

  1. Nos ha encantado vuestro viaje y el recorrido. Lo tendremos en cuenta cuando vayamos a Georgia.

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