lunes, 8 de enero de 2018

Guatemala

Domingo 31 de Diciembre, son las 12 del mediodía cuando despegamos con dirección a Guatemala, ciudad en la que este año pasaremos la Nochevieja. Eso sí, la Nochevieja de Guatemala ya que la nuestra, la que corresponde a nuestro horario será según horario previsto ya casi tocando suelo en tierras americanas. Así que mira que suerte, este año celebraremos en un intervalo de 7 horas 2 Nocheviejas ¡jajaja!. Tendremos que controlarnos en la primera que luego queda una segunda que augura ser muy buena.

La comida durante el vuelo de "10", a base de productos leoneses, cecina, lomo y algo que jamás había probado, lengua de vaca adobada, toda una exquisitez. Desde aquí dar las gracias a la compañera de Montse que es quién trajo todo esto.

Sobrevolamos el Lago Amatitlán antes de tocar tierra en la ciudad de Guatemala pasados 2 minutos de las 12 de la noche hora española.

En poco más de 10 minutos estamos instalados. Una foto navideña junto al bonito pino que se encuentra en la recepción y para la habitación a cambiarnos y descansar un poco.

Para las 20 horas estamos listos y guapísimos para bajar y acudir a la fiesta-cotillón que se ofrece en el hotel.

Foto de todo el grupo antes de cruzar las puertas del salón para cenar.

El salón está perfectamente decorado y ambientado y con un lleno total, calculo que estaríamos entre 500 y 600 personas.

A las 21 horas se abre el maravilloso y completísimo buffet y da comienzo la cena. 

En esta imagen la que ellos denominaron "Mesa Imperial" donde estábamos las 18 personas que componíamos el grupo.
Durante la cena no faltó absolutamente de nada, comida de primera calidad, bebidas de todo tipo, uvas para el brindis del Nuevo Año, copas, etc. Único problema, el volumen de la música, ensordecedor, imposible poder mantener una conversación con la persona que se sentaba a tu lado y cuando llegó la música en directo la cosa se agravó más. No sabría definir ni el estilo, ni el tipo de música, lo que si puedo decir es que era para tirarse de los pelos, siempre lo mismo y con el volumen a todo lo que daba. Esto sólo duro desde las 10 de la noche aproximadamente hasta las 5 de la madrugada. ¿quién da más...?

Celebrando la llegada del nuevo año 2018. Desde aquí Feliz Año Nuevo a todo el mundo mundial.

Un Gin Tonic, cuatro bailes, foto de Año Nuevo y a la cama que aparte del cansancio que tenemos no hay quien aguante más tanto decibelio.
Una pena que no hubiera habido un poco más de música discotequera, porque todos aquellos que componían el grupo eran super divertidos y bailongueros a más no poder.

1 de Enero de 2018, empezamos el año con una copa de cava y unos bombones que todavía tenemos obsequio del hotel y que debo de decir que estaban muy, muy buenos.

Desde nuestra habitación tenemos una buena vista sobre el Volcán de Agua con 3760 msnm. En sus faldas se cultiva café y más arriba maíz.

Después del largo y tendido desayuno, salgo a dar un paseo por la Avenida de Las Américas algo más de una hora. El día está muy agradable y el paseo es muy tranquilo dado que al ser festivo había muy poca gente por las calles.

Niñas guatemaltecas con sus típicos y coloridos trajes indígenas.

Sobre las 13,30 aparece por el hotel mi primo Jesús con el que ya había quedado en el día de ayer para vernos, charlar un rato y tomar una buena cerveza Gallo. Es un tipo fantástico con el que siempre da gusto estar y con un gran sentido del humor.
Hacemos un brindis por el nuevo año y nos vamos hacia el hotel.

Media hora más en el hotel de blablabla y nos despedimos de él, son más de las 3 de la tarde, él tiene que hacer unas gestiones y nosotros comer un poco ya que en unas dos horas regresamos de nuevo para casa.

Nuestro avión listo para cargar y salir para casa. Hacemos una escala en el El Salvador de algo menos de una hora y en otras 9 horas estamos en Madrid.
El viaje ha sido corto pero intenso y divertido, una pena no poder haber estado un día más, pero así tenía que ser. 
Como dice Montse y sin "acritud alguna" irse a cenar a Guatemala y volver no hay nadie que lo haga, ni aún siendo del centro de Bilbao ¡¡jajaja!!

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