El viaje empieza ahora 1.989-2.023

Jueves 23 de Febrero de 2.023, es mediodía cuando salgo por última vez vestida de uniforme con destino en primer lugar a Barajas y seguido a Bogotá, mi querido Bogotá, ciudad a la que todos los meses voy. Seguro que en esta ocasión me lo han programado para que no me fuera sin conocer nuestro nuevo hotel, "todo un detalle de despedida".

En firmas me junto con gente que hacía tiempo no veía y que me hace una ilusión enorme volver a verla, todo el mundo sabe que es mi última línea y yo a muy poca gente se lo había comentado.

Aquí me encuentro con mis dos queridísimas compañeras de fatigas Inés y Marietta con las que tan buenos momentos hemos compartido a lo largo de estos treinta y cuatro años de idas y venidas.

Hasta siempre compañer@s de fatigas, seguiremos viéndonos pero a partir de ahora será de otra manera.

Compañeros, el trabajo nos llama, así que vámonos que tenemos a los pasajeros en la puerta de embarque. Seguro que nos quedan muchas fotos  por hacer y buenos ratos que pasar en este par de días.

En cabecera de pista y listos para el despegue.

Dejando paso a las nuevas generaciones que a nosotras se nos van acabando las fuerzas, esto es ley de vida. Belén en su vuelo inaugural del A350 junto a su madre que también pasó por aquí hace unos cuantos años.

Como hoy es mi anteúltimo vuelo (me queda el de vuelta), prefiero dejar a mis compis que piloten ellos ¡¡jeje!!

Cruzando por encima de Manzanares el Real y el embalse del mismo nombre o de Santillana. Uno de mis lugares favoritos: La Pedriza.

En el horizonte ya vemos un bonito atardecer, todavía nos queda un buen rato hasta tomar tierra en Bogotá.

Maravillosa la cabina de nuestro A350-900.

Entramos en el hall del hotel y recibo esta gran sorpresa, un precioso ramo de flores que me envían Julia, Elisa y Charo. Tengo que reconocer que alguna lagrimilla se me escapó, no me lo esperaba para nada.

Desde aquí gracias a Marina que fue la encargada de traerlo hasta el hotel y siento no poder haberla visto, era muy tarde cuando llegamos por allí.

Dejamos uniformes y a tomar una cerveza que la ocasión se lo merece a pesar de ser para todos nosotros las 5 de la madrugada.

Tengo que reconocer que toda la tripu ha sido de 10. Gracias por todo chic@s, me habéis mimado y cuidado un montonazo, así da gusto despedirse.

Bogotá desde mi habitación y arriba, esas manchas blancas, corresponden a Monserrate que con sus 3.152 msnm es uno de los iconos de la ciudad.

Viernes día 24, como un buen colombiano diría, llegó la horita de desayunar con compis de otro vuelo y por cierto, todo súper-rico.

Una como esta quiero yo para mi casita, aunque pensando, pensando, ¿no será muy grande..?

Bogotá con sus aproximadamente 8 millones de habitantes, es una ciudad que vale la pena visitar, lugares como La Candelaria (centro adoquinado de la ciudad), el Teatro Colón de la época colonial, el Museo del Oro o el famoso Museo Botero.

No lo hacen, pero como es mi adiós hacen una excepción y me suben esta estupenda cena a mi habitación. Un detallazo por su parte con esa tarta que dice: "Buen viento y buena mar".

Llegó mi último despegue, eso sí, de uniforme que sin él me quedan muchos ¡¡jaja!!.  Hasta la próxima Bogotá.

Ni un minuto he podido dormir, ni he dejado dormir, la emoción me embarga.

Aproximación a Barajas, esto parece que va solo.

Ya en la comunidad de Madrid, visto desde las alturas.

Hemos tomado tierra en Madrid y ahora nos dirigimos hacia nuestro finger.

Esa Montse, esa Montse, si, si.

Maravillosa la tripulación con la que he compartido mi última línea.

Junto al Capi Pascual y a Emilie, dos buenos compañeros.

Pero que divertidos que sois, os echaré de menos, no os quepa duda alguna.

Instantáneas para recordar, una forma como otra cualquiera de tenerlo siempre presente.

Recibimiento por todo lo alto, como creo que no podía ser menos, te mereces eso y mucho más. Gracias Elisa por haberte acercado hasta aquí. Esta vez no he podido evitar esas lágrimas por todo el cariño recibido.

Gracias Elisa, Andrea y una vez más Andrés y Marietta por estar aquí y por supuesto al resto de mis amigos del alma con los que tantos buenos ratos compartimos.

Llego la hora de tomar una cervecita con esa gente a la que tanto aprecio y quiero. Andrea, Elisa, Jesús, Inés, Ismael, la protagonista de todo esto y el que suscribe.

Llegó la hora de volver a casa y organizar un poco tantos recuerdos, regalos y cariños.

Mi última programación correspondiente a febrero 2023.

Que preciosidad de flores, nunca había tenido la casa tan bonita y floreada.

Regalo de mis compis de vuelo, me encanta, es súper-bonito, todo un detallazo por su parte.

Señorita, tome su asiento para aterrizar y por supuesto póngase el cinturón.

Enhorabuena y ahora a disfrutar de esta nueva etapa de tú vida.

Dedicatoria de mi tripu en este último Bogotá. Thank you very much..

Ya tenía mi azafata, que bueno poder compartir ahora con este precioso avión, y a demás al calorcito que estamos. Ahora sí que puedo salir a volar.

Ya todo ordenado dando vida y color a mi casa y a mi vida.

Gracias a tod@s aquell@s que de una forma u otra habéis estado ahí durante estos treinta y tantos años dando tumbos por el mundo y gracias por todas las felicitaciones y muestras de cariño recibidas. Ha llegado el momento de dejar aparcadas las maletas y empezar una nueva vida, vida que para nada será menos intensa que la vivida hasta ahora.

Un  besazo para tod@s y hasta siempre.

 ""El verdadero viaje empieza ahora""