Valladolid

Llegó la hora, la hora de juntarnos los 7 jinetes, 3 jinetas: Olga, Ana y Montse y 4 jinetes: Julián, Alberto, Mariano y el que suscribe. En esta ocasión la quedada será en Valladolid para pasar el fin de semana y visitar las Bodegas de Ovidio García, motivo principal de la misma. Todos tenemos una invitación proveniente de nuestra queridísima Olga, que por un motivo u otro nunca llegaba el finde de juntarnos.

Pero como dice el refrán, "más vale tarde que nunca" y ese tarde ha llegado ya, que tampoco ha sido tanto la espera.

Viernes día 11 de marzo de 2023, a media tarde llegamos a Valladolid, nos alojamos en casa de nuestra anfitriona, un poco de charleta y damos comienzo a la fiesta. 

Y que mejor forma de empezar que en La Alquería, en el bar de nuestro buen amigo Luis, un lugar en el que siempre nos han tratado de diez, un lugar en el que el éxito está asegurado.

Empezamos con unos más que buenos torreznos, recomendables cien por cien, uno de los mejores sitios donde comerlos, estaban estupendos, unas riquísimas croquetas caseras deliciosas, unas patatas fritas de las de verdad acompañadas de cuatro salsas y otro de los platos estrella de Luis, un variado plato de ibéricos como para quitarse el sombrero.

Y ¿qué pensabais, que no habíamos tomado nada..? Equivocados estáis, nos tomamos 3 botellitas de Pepe Yllera y alguna que otra cerveza.

Son las 23,30 horas y creo que es hora de retirarse y dejar descansar al servicio ¡¡jajaja!! así que para casa a dormir que para ser el primer día no ha estado nada mal.

Sábado 12, el día comienza con un variadísimo y suculento desayuno. Panes variados, pastas de té, sobaos pasiegos, quesada, mermelada casera de frambuesa obra de nuestra queridísima Ana, aceites estupendos, leches variadas, etc. etc, vaya, que esto parecía un hotel 5 estrellas G.L.

Como no puede ser de otra forma, la mesa está presidida por Carmen, la querida mamá de nuestras anfitriones Olga & Ana.

Gracias por todo Carmen, gracias por darnos alojamiento y por cuidarnos con tanto mimo. No es la primera vez que le damos lata y siempre de diez con nosotros.

A las 11 arrancamos hacia Cigales, tierra sobre todo conocida por sus vinos rosados y claretes, si bien también hay una importante producción de vinos tintos. De hecho, la mitad de la producción es de vinos rosados y claretes y el resto de vinos y blancos.

Como curiosidad decir que aunque parezca que el rosado y el clarete es los mismo, para nada es así.

La diferencia radica en que el vino clarete solo puede ser un vino joven, mientras que el rosado puede ser joven, crianza, reserva y gran reserva. Por otro lado el vino rosado NUNCA fermenta con hollejos, mientras que el clarete lo hace parcialmente,. El vino clarete SIEMPRE será mezcla de uvas tintas y blancas, mientras que el rosado solo puede ser de uva tinta.

Una vez hecha esta aclaración nos quedamos a la espera de que llegue nuestro bodeguero Alberto para comenzar la visita y la cata de su bodega Ovidio García, fundada en 1.999 fruto de la ilusión de la familia García.

Comenzamos la visita por los bajos fondos de esta preciosa bodega familiar de más de tres siglos de antigüedad, una bodega pequeña pero con muchísimo encanto. En la imagen podemos ver un típico Lagar tradicional de viga compuesto, fundamentalmente por una enorme viga (en este caso es de Olmo) y un husillo.

Una vez visitada la bodega, nos dirigimos hasta uno de los viñedos con cepas viejas de más de 60 años. De estas, consiguen sacar seleccionando sus mejores uvas, vinos de máxima calidad.

Ya estamos de vuelta de los viñedos y ahora viene lo "GÜENO" chicosssss, vale de fotos y a catarrr, que tengo sed y hambre.

Damos comienzo a la cata con un Gario, un vino blanco 100% verdejo. Un vino que personalmente me gusta mucho con un aroma muy fresco, equilibrado en boca y con ese punto de acidez tan característico de esta uva.

Mira que cara se les pone más sonriente con solo acercarles un vino y eso que todavía falta de poner el picoteo, chorizo rico, rico, queso de Mucientes superior y un pan que quitaba el hipo.

Segundo vino, se trata de un Pinedo Meneses, un vino rosado 100% tempranillo, todo un acierto a la vista y el paladar.

El segundo y mira que sonrisas tienen ya algunas, si, digo algunas. Reíd, reíd, que todavía quedan un par de ellos más, y entre ellos la joya de la corona.

De tercero, un Ovidio García Esencia Crianza, un vino tinto 100% tempranillo, producto de viñedos de entre 60 y 80 años y 14 meses en barrica de roble francés y americano. Fantástico en boca y con ese punto muy justo del sabor a la madera.

Otro de mis vinos favoritos.

Hay que ver con que poco se contentan, da gusto salir de casa con ellos, aunque pensándolo bien igual me estoy equivocando y no da tanto gusto, ¡Humm!. 

El primero por la izquierda Alberto, propietario y anfitrión de esta visita/cata a su bodega, un gran tipo con el que pasamos un estupenda mañana de sábado.

Como cuarto y último terminamos con la Joya de la Corona, un Ovidio García de Autor Reserva, otro vino tinto 100% tempranillo, procedente de viñedos con más de 80 años de antigüedad y 24 meses en barricas de roble francés y americano. Muy pero que muy sabroso en boca y con un postgusto que a día de hoy me dura. Un vinazo en toda regla. 

Gran Medalla de Oro en el concurso mundial de Bruselas 2022. Únicamente 7 bodegas españolas consiguieron este tan merecido honor. Desde aquí, nuestra más sincera enhorabuena.

Y así es como se acaba cuando, en vez de hacer una cata saboreando el vino a poquitos, te bebes toda la botella y aún pides más. Madre, madre que peligro tenemos.

Pero donde vais almas cándidas que os estáis llevando toda la bodega y lo vais a dejar sin existencias. Y esto no acaba aquí, ahora a comer y por supuesto beber, que tampoco hemos bebido tanto. Os aseguro que hoy no vamos a pasar ni hambre y mucho menos sed.

Nos despedimos de Alberto, cargamos hasta las trancas los maleteros de los dos coches y salimos hacia Pucela para comer. Seguro que algo de lo que aquí llevamos caerá durante la comida. Lo nuestro es de preocupar.

Minutos antes de las 15 horas estamos en la puerta del Restaurante Gabi García donde va a tener lugar la comida, recomendación que nos hace Alberto, ese que se encuentra a mi lado y que nada tiene que ver con el de la bodega.

Mientras los comensales eligen carta en mano sus platos, la sumiller nos sirve un estupendo Crianza de Ovidio García. Aquí caerán otro par de botellas Magnum, la ocasión se lo merece ¿o no?.

Una vez servido por nuestra sumiller el vino, comenzamos a degustar estos exquisitos platos. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo:

Arroz meloso de pato confitado, setas y trigueros, Carpaccio de lubina con vinagreta de tomate, cebolla y pimienta rosa junto a unas marujas o pamplinas con mejillones y una salsa que estaba riquísima, Jarrete de cordero en salsa de cebolla y vino tinto con pastel de patata y beicon y terminamos con un Lomo de bacalao a la plancha desalado al horno, con romescu de avellana y berenjena asada. Todos superiores y a cual mejor. 

Muchas risas y poco vino, será este el culpable de las mismas? Lo único que veo ahora es una botella de agua, como estarán sus cuerpos para pasarse al H2O.

Todavía nos queda de presentar algún plato más, empezando por arriba a la izquierda un exquisito lomo de dorada a la cazuela con boletus y guisantes, le sigue a su derecha unos saquitos de pato confitado y puerros con crema de puerro y tartufo. De postre Coulant de chocolate con helado de nata y piñones con pistacho molido, Tarta de queso con tofe y galleta y terminamos con una Mousse de mango en chocolate con crema de mojito.

No hace falta decir, que la comida fue un exitazo total.

Ahora toca caminar y bajar un poco el grado de alcohol y la barrigota.

Caminamos a lo largo del Río Pisuerga que como bien sabéis o deberíais saber, también para por Valladolid ¡jaja!. Cruzamos por debajo de la Pasarela del Museo de la Ciencia, edificio que vemos al fondo de la imagen y continuamos río arriba.

Íbamos con la intención de dar un paseo en el barco Leyenda del Pisuerga, pero cinco minutos antes de llegar el barco ya ha salido por lo que nos conformamos con verlo navegar río abajo. Habrá que esperar a otra ocasión, este es un motivo por el cual tenemos que volver.

Llegamos hasta el Viejo Coso, se edificó en 1.833 como la primera plaza de toros de Valladolid. Un rincón muy pintoresco que no debes dejar de ver si visitas esta ciudad.

Es imposible poner de acuerdo a estos 6 artistas para que salten todos a la vez. No hay más alternativas que hacer un video y que cada un@ salte cuando le dé la gana.

En la imagen la Iglesia Conventual de San Benito el Real, de la orden benedictina, es uno de los templos más antiguos de Valladolid.

La monumental Plaza Mayor de Valladolid, una de las más grandes de España. La preside en el centro una estatua del Conde Ansurez. Es de estilo renacentista y su planta rectangular, mide algo más de 120 metros largo por 80 de ancho. Es la más famosa y visitada de todas las plazas de la ciudad.

Bien, llegado este momento creo que ha llegado la hora de tomarnos una cerveza en la cafetería del Teatro Zorrilla, que nos la hemos ganado después de este largo paseo.

¿Os apetece saber cómo acabó esa intención de tomarnos una cerveza? Pues acabó muy parecido a lo que le sucedió a José Luis López Vázquez en la película de La Cabina, lo único que cambia es que 7 gilis por no decir otra cosa para subir al primer piso se meten en un ascensor y se quedan cerrados casi una hora en el mismo. Para más INRI alguien del que no diré su nombre se va de los bajos y la que ahí se arma es cojonuda, para llorar o reír como algunos hacen.

Con el mal olor en el cuerpo consiguen rescatarnos después de esos 45 minutos pasados en galeras, tomamos, una vez al aire libre, una cerveza y caminando para casa que el día ha sido intenso y después de esta anécdota más todavía.

Domingo 12, desayunamos opíparamente y nos ponemos en marcha hacia la Plaza Mayor donde a las 12,30 horas tenemos una visita guiada de Civitatis por la ciudad.

Arrancamos en la Plaza Mayor y nos detenemos en primer lugar en la Fuente Dorada. A través de los siglos esta fuente ha tenido muchos cambios y remodelaciones. De la primitiva no queda nada (aparte de la estatua de Don Purpurino que se conserva en Tamariz de Campos).

Parada en el majestuoso Pasaje Gutiérrez, inaugurado en 1.866 por iniciativa del comerciante Eusebio Gutiérrez. A día de hoy es una de las atracciones turísticas más importantes de Valladolid.

Calle Cascajares con sus muchos bares de tapeo y al fondo la Catedral coronada desde 1.923 por la estatua del Sagrado Corazón de Jesús.

Catedral de Valladolid, también llamada o conocida como "La Inconclusa"  debido a que su construcción nunca se vio acabada. Es un edificio de estilo herreriano con añadidos barrocos, un ambicioso proyecto de Juan de Herrera que se vio truncado por los problemas financieros de la época. El Templo, tal y como estaba previsto originalmente, hubiera sido una de las mayoras construcciones cristianas de la época.

Fachada de la Universidad de Valladolid, el elemento Barroco más destacado de la ciudad y una de las construcciones más significativas del Barroco civil en España.

Llegamos hasta la Iglesia de La Antigua, símbolo de la ciudad por excelencia y uno de los edificios con más historia de la ciudad. Alberga el campanario románico más alto de España.

El retablo mayor labrado por Juan de Juni se encuentra actualmente en la Catedral.

El Colegio de San Gregorio es una de las obras más importantes del gótico tardío español. Fue construido a finales del siglo XV, entre 1485 y 1499.

Actualmente es la sede principal del Museo Nacional de Escultura. Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del periodo de los Reyes Católicos.

Terminamos en la fachada number one de Valladolid, la Iglesia Conventual de San Pablo. Uno de los edificios más representativos y turísticos de la ciudad. La iglesia es del tipo de las habituales en tiempos de los Reyes Católicos durante su reinado en Castilla; el gótico isabelino.

Son las 14 horas cuando terminamos la visita, todo un éxito y muy recomendable el hacerla. 

A estas horas lo mejor ya es acercarse a tomar y picar algo, hacemos un par de paradas  y terminamos en el Corral del Rosarillo donde nos comemos una estupenda ración de pollo con pimientos que nos alegra el estómago. Eso sí, a unos más que a otros, que alguno todavía le pide más el cuerpo. Lo intentamos en varios sitios pero curiosamente no son ni las 4 de la tarde y todos están cerrando y no atienden.

Pensamos en volver a tomar al café del Teatro Zorrilla y cuando estamos entrando nos encontramos con Moncho Borrajo, el humorista, showman y dramaturgo gallego que esta noche actúa aquí. Estamos más de 15 minutos de charleta con él, un tipo súpero sencillo que nos cuenta muchas cosas de su vida y con el que pasamos un buen rato hasta que ya lo reclaman. Tienen que tener todo listo para la función que tiene a las 7 de la tarde y a la que asistirá Mariano.

Terminamos en la Pastelería Cubero, un lugar que no debes perderte para tomarte un cafetito con un dulce y de paso visitar su museo con las fachadas más importantes de Valladolid talladas en chocolate.

Paseo hasta la Plaza de Zorrilla donde pillamos el bus hasta casa. Cargamos el coche, nos despedimos de Carmen y sobre las 7 de la tarde ponemos rumbo a Madrid.

Hemos pasado un finde inolvidable, disfrutado de una primavera adelantada, comido, bebido y reído de lo lindo y lo mejor; ese maravilloso grupo con el que el éxito siempre está asegurado.

Solo nos queda preparar la próxima que será en.......