Ver Madagascar 2.014 en un mapa más grande
Tonga Soa eto Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo después de Groenlandia, Nueva Guinea y Borneo, el país de las tierras rojas y la mejor vainilla del mundo, el país del Mora Mora (despacio, despacio), el país del Pousse Pousse (empuja, empuja) y ante todo el país de la paciencia y la tranquilidad.
Se trata de un lugar en el que pocas cosas funcionan al ritmo al que nosotros estamos acostumbrados y en el que las diabólicas carreteras causan retrasos y más retrasos. Pero aún con todo esto se trata de uno de los países más agradables y encantadores que jamás hayas visitado.
En este momento la situación política es un tanto complicada, existen intereses económicos por parte de muchas potencias (principalmente Francia) que hace que se mantenga en suspenso la ayuda internacional prevista para mejorar su economía.
Se trata de un lugar en el que pocas cosas funcionan al ritmo al que nosotros estamos acostumbrados y en el que las diabólicas carreteras causan retrasos y más retrasos. Pero aún con todo esto se trata de uno de los países más agradables y encantadores que jamás hayas visitado.
En este momento la situación política es un tanto complicada, existen intereses económicos por parte de muchas potencias (principalmente Francia) que hace que se mantenga en suspenso la ayuda internacional prevista para mejorar su economía.
Martes 11 de Noviembre, aunque todavía en tierra, hoy nos metemos el primer pastillazo de Malarone. En Madagascar existe un alto riesgo de malaria en todo el país, incluyendo las ciudades y las zonas costeras, así que más vale prevenir que .......
Ahora últimos preparativos y mañana daremos comienzo a este bonito viaje por tierras malgaches.
See you tomorrow
Miércoles 12, a las 12 am hacemos el vuelo Madrid-París donde llegamos sobre las 14 horas. Tenemos tiempo de sobra para comer, dar un paseo por los aledaños del aeropuerto y hasta aburrirnos un buen rato ya que hasta las 19,20 no tenemos el siguiente vuelo París-Antananarivo que haremos con Corsair.
A las 20 h. despegamos de París llegando a Dzaoudzi (isla de Mayotte en Las Comoras) 9,30 h después. Hacemos una escala de 1 hora y volvemos a despegar hacia Antananarivo ciudad en la que aterrizamos a las 10 en punto de la mañana. En total 14 horas por los aires.
Acerca de Corsair comentar que aviones nuevos, servício correcto aunque quizá escaso para tantas horas y sobre todo que los asientos son para niños, son super estrechos y tienes el hombro del vecino en tus narices las 12 horas de vuelo.
Jueves 13, lo primero que hacemos nada más pasar el control de pasaportes y hacer visados (gratuitos), es cambiar dinero. Hacía bastantes años que no volvíamos a ser millonarios, mas de 4,5 millones en el bolsillo ¡¡jaja!! y no veas como pesa tanta pasta.
El cambio está en este momento 1€ = 3.200 (MGA) Ariary
De camino en taxi desde el aeropuerto a Tana (diminutivo de Antananarivo), éstas son las primeras imágenes que nos encontramos de la ciudad. Muchísimas plantaciones de arroz y bastante caos y miseria.
Nos alojamos en el Hostel Le Karthala (60.000 MGA con desayuno), muy bien situado y con una muy buena habitación y vistas.
Después de darnos una ducha, salimos a dar una vuelta por la ciudad, subimos hasta el Palacio de La Reina desde donde las vistas sobre la ciudad son fantásticas.
De camino por las empinadas escaleras que nos llevarán hasta la parte baja de la ciudad, nos encontramos con esta simpática chica en la ventana.
Nos metemos en el mercado que se extiende por todas y cada una de sus calles, compramos unos mangos y sin más nos vamos de vuelta para el Hostel. La contaminación es espantosa y la ciudad realmente horrible, además todo el mundo nos dice que en cuanto anochezca que nos vayamos para casa, la calle se vuelve bastante peligrosa y lo peor de todo es que prácticamente está a oscuras.
Otra vista de la ciudad con el Lago Anosy que en su centro tiene un islote con el Angel Negro, monumento dedicado a los caídos malgaches en la I Guerra Mundial.
Nos vamos al hostel y nos cenamos nuestra primera comida malgache a base de arroz, verduras y carne de vaca guisada con una buena cerveza THB (Three Horses Beer).
Ahora a dormir, ya que estamos bastante cansados de tantas horas de viaje y además mañana volveremos a levantarnos pronto, nos dicen que sobre las 5,30 amanece.
Viernes 14, nos levantamos a las 7 am., hemos dormido 9 horas y yo diría que mejor que en un 5 estrellas, estábamos super-cansados, así que empezamos como nuevos, un buen desayuno y salimos a visitar el mercado y a comprar los billetes aéreos a las oficinas de Air Madagascar para el lunes 24 de Toliara a Morondava. De esta forma ganaremos como mínimo 4 días de viaje.
A las 10 en punto nos recoge Andry, el conductor que hemos contratado y con el que estaremos unos 6 días. Al final echando cuentas nos salía muy bien de precio (unos 45 € diarios coche, conductor y gasolina) y volveremos a ganar otro par de días.
Hacerlo en taxi brousse nos supondría ir muy justos de tiempo y tampoco sería tanto el ahorro, además lo tenemos a nuestra disposición todo el día.
Así que sin más salimos de la contaminada ciudad de Tana y nos dirigimos hacia Antsirabe donde llegamos sobre las 13,30 h.
Llegamos a Antsirabe, una foto con un pousse-pousse (transporte de personas) y a comer una salchicha ahumada con arroz y vegetales y un filete de vaca con ensalada. Todo ello lo regamos como dice Montse con una cerveza al clima, es decir, a unos 28º.
Un paseíto por la localidad para bajar un poco la comida antes de continuar camino. En la calle nos encontramos con ésta simpática familia que estaban pelando cacahuetes.
El camino hacia Ambositra (final de etapa) transcurre entre millares de arrozales con un verde intenso que hace del paisaje un placer para los ojos. El campo esta lleno de agricultores, unos sembrando, otros recogiendo, otros labrando (por supuesto todo a mano), en fin, ha sido todo un bonito y agradable espectáculo.
Por la carretera vemos cientos de niños que corren y corren sin parar, y yo me pregunto: ¿sabrán donde van?
La gente de este país brilla por su simpatía y amabilidad, siempre hay un buenos días/tardes, un hola o un adiós.
Llegamos a Ambositra sobre las 16,30 h. nos alojamos en el Hotel Mania (37.000 Ariarys) y salimos a pasear por el pueblo, a visitar su mercado de artesanía, y de paso aprovechamos para comprar unos cuantos imanes para regalar.
Cenamos en un puesto callejero unas diminutas brochetas de Cebú (33 uds), una barra de pan y la consiguiente cerveza, que esta no debe faltar, "a falta de vino, buena es cerveza".
Seguido en otro puesto, un par de plátanos asados y para casa que son las 20,30 y aquí no hay luz en las calles. Un poco de lectura de la guía y a dormir que tampoco tenemos wifi.
Sábado 15, nos levantamos y lo primero que vemos son estos ojos negros en la ventana de la casa de al lado. Seguido bajamos a desayunar, a las 8 hemos quedado con Andry para salir de camino.
En primer lugar vamos a visitar el Palacio Real de Ambositra y de camino cuesta arriba podemos ver estos preciosos paisajes en bancadas de arrozales.
En el camino nos encontramos con cantidad de campesinas que van cargadas hasta la médula y que se dirigen al mercado de Ambositra a vender sus productos.
Y los que nunca faltan en el camino, los maravillos niños, como siempre geniales. Montse feliz con ellos, es toda una madraza.
Pués ya estamos en el Palacio Real, esto eran Reyes. Que poco ostentosos eran y que poco necesitaban, vaya, igual que los de ahora.
De regreso al coche seguimos haciendo fotos y fotos, si una es bonita la otra más.
Otra vez parados, ahora para hacernos unas fotillos con esta gente, además quieren que los mandemos la foto y así lo haremos. Otra cosa es que llegue, al menos la dirección si que nos han dado.
Currando en los arrozales.
Cebús pisando la tierra para luego poder plantar el arroz. Les pegan cada paliza que los doblan, son un poco burros me parece a mí.
Ahí la tienes, paramos a estirar las piernas y ella se marcha con los colegas de birras ¡jeje! y me dice que como es sábado.....
La carretera ya está en muy mal estado y con baches que parecen minas a cielo abierto. Se ve en algunas zonas movimiento de alguna que otra máquina arreglando un poco.
A las 14 h. entramos en Ranomafana, nos alojamos en el Hotel Ihary (52.000 MGA) un estupendo bungalow junto al río y lo primero que vemos es a la niña del 11 8 88, no se despeina ni dando volteretas por el suelo.
Por la tarde visitamos el Arboretum, un lugar muy cuidado con muchas variedades de árboles y plantas, pero que pienso que no vale mucho la pena.
De vuelta al hotel me pillo estos pesados ramos que llevan casi los niños en el hombro y que yo casi no lo levanto del suelo.
Ya en casa, y para merendar una riquísima piña con un vinito Rioja que todavía nos queda algo.
La gente cruzando el río de regreso a sus casas y nosotros en breve a cenar. Hoy cenaremos Cebú al estilo malgache, está muy rico, aunque quizá un poco duro de masticar.
Mañana visitaremos el Ranomafana N.P. y esperemos poder ver los Lémures.
Domingo día 16, desayunamos prontito, a las 7,30 hemos quedado con Lala, la guía que nos acompañará durante unas 6 horas por el Ranomafana N.P.
Sobre las 8 estamos entrando en el parque, previo pago de 25.000 MGA por persona más 75.000 por el guía. Al poco rato de entrar vemos los primeros Lémures dorados y de vientre rojo, se mueven con una habilidad espantosa y vuelan por las ramas de los árboles como auténticos monos que son.
Damos vueltas y más vueltas, sube y baja y seguimos sin ver lémures. Finalmente nos avisan de que han visto un grupo de ellos, nos acercamos y podemos ver el Lémur Sifaka, es mucho más vistoso y bastante más grande.
Cansados de tanto patear nos vamos hasta una cascada a darnos un buen baño, descansar un poco y comernos el bocata. El agua estaba buenísima y no veas como lo agradecemos después de la sudada que llevábamos.
Sobre las 14 h nos dirigimos hacia la salida del parque y en el camino nos encontramos este escarabajo jirafa.
El parque tiene unas 41.600 Ha. de bosque húmedo y es el hogar de un buen número de especies raras de flora y fauna como los lémures.
Montamos en el coche y salimos hacia Fianarantsoa, subimos a lo alto de la localidad desde donde las vistas son muy llamativas. Visitamos la zona antigua y continuamos viaje.
Según nos vamos acercando a Ambalavao, el paisaje se vuelve cada vez más desértico. Tienen un serio problema con la desertización, no dejan un árbol en pie. Fundamentalmente este problema viene dado debido a la necesidad de hacer carbón para cocinar, calentarse, etc. Según nos cuentan hace 20 años todo el país era verde y hoy excepto los Parques Nacionales que están protegidos, árido cien por cien.
A las 17,30 entramos en Ambalavao, nos alojamos en el Hotel Tsienimparihy (30.000 MGA), damos un corto paseo por el pueblo, cenamos y a dormir que no tenemos internet.
Lunes 17, nos levantamos prontito y para las 6,30 estamos en la calle, ayer era de noche y no pudimos ver nada. Damos un paseo por el pueblo y por su colorido mercado que ya está casi en plena ebullición.
Luego desayunamos y salimos para el Anja N.P. donde llegamos en una media hora, está a unos 12 kms de distancia. Nos despedimos de Andry (no le interesa seguir el viaje y prefiere regresar a Tana) y nos metemos en el parque.
Cogemos de guía a Alex, nos lo recomendó Lala, la guía de Ranomafana y empezamos a recorrer el parque (10.000 MGA por persona más 36.000 el guía). Comentar que todos los ingresos van para la comunidad, cosa que me parece genial.
Lo primero que nos encontramos es con esta bonita escena de mujeres que viene de recoger agua con su cubo en la cabeza (que habilidad la suya).
Aquí tenemos el primer camaleón que veo en directo y realmente me parecio fascinante. Tuvimos la ocasión de ver más y en algún caso verlo capturar un saltamontes, una pasada ver como sueltan la lengua y en décimas de segundo tienen el bicho en la boca.
Y 2 minutos más tarde el plato fuerte, lémures de cola anillada también llamado maki de cola anillada, vemos montones de ellos, son simpáticos, divertidos y muy fotogénicos.
Posando elegante ante la cámara.
Recorremos una parte muy rocosa del parque, pasamos por 2 cuevas, podemos ver online como un águila se le tira a un lémur para quitarle su cría, pero falla y no lo consigue. Seguimos viendo montones de lémures por todos los lados, durmiendo, saltando y casi bailando.
Sobre las 12 acabamos la visita, salimos a la carretera para intentar coger un taxi brousse que vaya hacia Ranohira, pero como llevamos un buen rato y todos los que pasan van hasta las cejas, decidimos regresar hasta Ambalavao y desde allí coger uno que seguro que es más fácil.
Después de 3 interminables horas de viaje para hacer unos 100 kms y de las múltiples paradas para recoger y dejar viajeros llegamos a Ihosy sobre las 15,30 h.
Cambiamos de taxi brousse y salimos en dirección a Ranohira 1 hora más tarde. Ya sólo nos quedan 91 kms de recorrido que serán mortales.
Un importante rebaño de cebús cruzando la carretera será la última foto de hoy. Al fondo vemos que el día se pone muy oscuro y que amenaza tormenta.
A partir de este momento el viaje se convierte en un martírio, el radiador del taxi brousse se rompe y tenemos que parar cada pocos kms a rellenarlo, la temperatura sube a tope y no hay manera de solucionar el problema.
De repente empezamos a ver rayos y truenos, comienza a llover, nos metemos en el centro de una tormenta espantosa, jamás había visto llover de tal manera, tenemos que parar ya que es imposible continuar. Delante de nuestras narices vemos como los tejados los arranca como si fueran plumas, la gente sale pitando de las casas a buscar refugio en otras que todavía siguen intactas y la carretera es un río.
Esta historia tarda más de una hora, la gente dice que eso no es una tormenta, que es un ciclón. No sé lo que era, pero era horrible, allí, dentro de un taxi brousse y con el agua entrando dentro a chorros.
Finalmente empieza a remitir un poco y continuamos hasta llegar a Ranohira sobre las 8 de la tarde, nos alojamos en el Hotel Orchidee (36.000 MGA) y salimos a tomarnos una cerveza y relajarnos del mal rato que hemos pasado y de la pesadilla de este viaje.
Martes 18, a primera hora nos dirigimos a la entrada del parque Isalo N.P. para coger las entradas de acceso al mismo (25.000 MGA persona, 113.000 guía más 50.000 del taxi brousse) y sin más dilación para adentro.
La primera parada la hacemos para darnos un baño en una piscina natural en medio de un precioso oasis.
Vistas de uno de sus profundos barrancos desde un acantilado.
Un colorido macho de Ave del paraíso
Pachypodium Rosulatum o Pie de Elefante, extraña especie que tiene un singular sistema de almacenamiento de agua en la base y además una mínima superficie expuesta a la transpiración. En la parte superior muy pocas hojas y menos flores.
Nos damos un último baño en otra piscina natural y salimos del parque, son la 15 horas.
El parque tiene unas 80.000 Ha. hemos visto sólo un trocito del mismo, pero bien vale la visita. Tiene una gran variedad de terrenos, incluye formaciones rocosas de piedra arenisca, profundos barrancos, oasis de palmeras y una gran variedad de plantas y especies animales.
El resto de la tarde lo dedicamos a pasear por el pequeño pueblo y a resguardarnos de nuevo de otra fuerte tormenta.
Miércoles 19, a las 8 de la mañana llega el taxi brousse en el que viajaremos hasta Toliara, cargan las mochilas y nos enfrentamos nuevamente a 250 kms por delante ¿cuanto nos costará llegar......?
Llegamos a Ilakaka, lo que antes era un tranquilo pueblo rural a partir de 1998 con el descubrimiento de una importante mina de zafiros, se convirtió en un salvaje oeste victima de la "fiebre del zafiro". La violencia, bares y burdeles invaden la ciudad.
En la imagen la gente en el río cribando la arena para encontrar zafiros.
Aunque parezca increíble en 5 horas estamos en Toliara, cogemos un pousse-pousse que nos lleva hasta el hotel Chez Lala (21.000 MGA). Después de dejar las mochilas nos acercamos hasta el embarcadero que está delante de nosotros para preguntar por los horarios de los barcos que van hacia Anakao.
Vemos el atardecer y para el hotel que además hace un viento bastante molesto y desagradable. Nos cenamos unos buenos calamares con verduras y para la cama.
Jueves día 20, a las 9 pillamos el carro brousse que nos acerca hasta la lancha que nos llevará a Anakao.
Montse en el carro brousse de camino a la lancha en la que volaremos por el Océano.
Con Carmen, una pareja de Barcelona con la que coincidimos ayer en Ranohira que son super majetes.
En una hora estamos llegando a Anakao. La verdad es que la lancha era una auténtica planeadora.
La lancha nos desembarca delante del Albergue Peter Pan en el que nos vamos a alojar (50.000 MGA), una preciosa cabaña con terraza, tumbona, a 5 mts de la arena y con estas vistas.
Lo primero que hacemos es darnos un buen baño y como siempre acompañados de niños. En este país hay miles de ellos y siempre los tienes a tu lado.
Comemos unos macarrones con calamares que estaban de muerte de buenos, descansamos un poquito y luego nos vamos un par de horas de paseo por la kilométrica playa de arena blanca que tiene esta zona.
Los niños nos siguen por todos los lados, quieren fotos y más fotos, así que no hay más remedio y todos tan contentos.
Ahora nos iremos a cenar pulpo que parece ser que lo pone muy bueno un tipo local y además hay que apoyar sus negocios que al final el terreno es de ellos.
Viernes 21, para las 6 am ya está el mar a pleno auge de embarcaciones, la nuestra nos espera a las 7,30 para empezar la ruta naútica de hoy.
Mario en primera línea y ya muy cerquita de la islita donde vamos.
Ya en tierra en Nosy Satrana, isla desértica y coronada únicamente en su cima por bastantes tumbas de pescadores de la zona.
La fotografía lo dice todo, es un lugar sencillamente espectacular.
Vela izada y listos para salir hacia la Isla de Nosy Ve.
Listo para hacer snorkel en Nosy Ve, ésta isla se encuentra situada frente a Anakao y a unos 4 kms. Por aquí cruza la barrera de coral por lo que es el lugar perfecto para observarla y pasar un buen rato.
Comemos 4 enormes pescados que estaban riquísimos y luego un paseíto por la isla.
Y ahora un buen baño por estas limpias, claras y transparentes aguas del Índico.
Cambiamos de vela y regresamos para Anakao nuevamente. Hemos pasado toda la mañana entera de navegación y personalmente creo que lo hemos pasado genial.
Descansamos un rato y luego nos damos un paseíto, una buena ducha con cubos de agua dulce, internet y a cenar prontito, como siempre.
Sábado día 22, tal y como nos habían dicho, a las 7,10 am pasa la lancha a recogernos por el Peter Pan, seguido buscamos más clientes en otros 3 alojamientos y volamos nuevamente hacia Toliara donde llegamos sobre las 8,20.
Allí están ya los carros brousses esperándonos para llevarnos hasta la costa.
Desayunamos en el Chez Lala y seguido pillamos un pousse-pousse que nos acerca hasta la estación (por llamarla de alguna forma) desde donde salen las camionetas hasta Ifati y Mangily, lugar este último donde vamos.
Esperamos más de una hora hasta que se abarrota la trasera de la pick up y por fin arrancamos. Tardamos poco más de una hora en recorrer los 22 kms que nos separan de Toliara.
Nos alojamos en el Chez Alex (35.000 MGA) e igual que en Anakao a pie de playa. Mi recomendación es no alojarse aquí, el colchón y las sabanas están en estado lamentable. El mejor sitio y con precios parecidos es el Chez Cecile.
Aparcamos las mochilas y nos vamos a hacer un reconocimiento de la zona y a comer al Chez Cecile unos calamares en salsa de paprika con tomates asados a las hierbas y este delicioso pulpo a la brasa con unas papas de las de verdad.
Un paseíto por la playa y una de las muchas fotos que nos hicimos con los peques.
Por la tarde carro brousse para ver una campo de baobabs y una reserva de tortugas.
En el mundo existen 9 variedades de baobab y 6 de ellas se encuentran en Madagascar.
Dejamos los baobabs y nos acercamos a ver una reserva de tortugas endémicas de Madagascar que se encuentran en peligro extinción.
Regresamos de nuevo al pueblo, vemos este bonito atardecer y como en esta zona no hay internet y luz sólo de 19 a 21 horas, pués prontito a dormir.
Domingo día 23, para las 5,30 ya estamos en pie, nos damos un paseo matutino por la playa y sobre las 7 vamos a desayunar de nuevo al Chez Cecile.
Mientras tanto ellos ya tienen preparadas las redes para salir a pescar.
Nos echamos la mochila al hombro y vamos hasta Ifati paseando por la playa (unos 5 kms). El calor ya empieza a ser intenso, lo que pasa que la brisa del mar lo disimula, pero quemar quema de lo lindo.
Para las 12 ya estamos de vuelta, la marea ha bajado muchísimo y es imposible bañarse salvo que te hagas otro kilómetro mar adentro y como que hace demasiado calor para hacerlo. Así que nos vamos hacia el centro del pueblo a tomar una cerveza al Chez Freddy.
Como nos gusta el sitio aprovechamos y nos quedamos a comer. Recomendable 100%, calidad y cantidad.
Ahora sí que ha subido la marea y podemos darnos un buen baño y para acabar la tarde un buen masaje que nos deja como nuevos.
Lunes día 24, desayunamos prontito y para las 7,15 salimos hacia el aeropuerto de Toliara ya que a las 11 tenemos el vuelo a Morondava.
Es una avioneta de 19 plazas y en la que sólo vamos 5 personas, así que pronto hacemos el embarque. Salimos con 20 minutos de antelación y en 1,15 horas estamos tomando tierra en Morondava.
Nos alojamos en el hotel Bouganvilliers (55.000 MGA) en una linda cabaña junto al mar. Dejamos todo y nos vamos a comer una brocheta de gambas y una ensalada de gambas y cangrejo.
Descansamos un rato hasta que se pasa un poco el intenso calor y volvemos a salir a la calle.
Cogemos un taxi y vamos lo primero a visitar el baobab amoroso que se encuentra a unos 7 kms pasada la avenida de los baobabs.
Una vez visto tanto amor regresamos de nuevo a la Avenida de los Baobabs para ver el atardecer. Me parecen unos árboles majestuosos y no dejo de observarlos y tocarlos, estamos encantados en este lugar.
Esperamos hasta que cae el sol para poder ver estas imágenes y salimos ya de noche de regreso a Morondava.
En esta ocasión y como no podía ser menos, nuestra Renault 4 pierde un tornillo y se le cae el pedal del freno, el tipo se ríe y aunque sea a oscuras lo vuelve a poner en su sitio.
Nos damos un ducha para quitarnos la capa de polvo que llevamos encima y volvemos a cenar otra brocheta de gambas y un pescado para cada uno.
Martes 25, salimos como siempre prontito de paseo ya que en el momento que avanza el día el calor es bastante insoportable. Nos acercamos hasta el punto donde el mar separa Morondava de Betania, una península habitada por pescadores y a la que intentaremos cruzar mañana.
De vuelta al hotel nos damos un chapuzón para refrescarnos y continuamos por la zona del mercado hasta una agencia que hace transporte por carretera a Tana. El viaje tarda 12 horas en llegar y pensamos que es mejor volver en avión aunque éste sea carísimo. Creo que no conozco ninguna compañía, ni ningún país donde volar sea tan caro. Vayas donde vayas son 185 euros.
Montamos en un pousse pousse que nos lleva hasta las oficinas de Air Madagascar y como ya en la puerta vemos este tablón de anuncios con los vuelos semanales tan claros y tan bien presentados, reservamos uno para el jueves 27.
Hoy comemos en el restaurante Oasis, genial una vez más. De entrada una rica ensalada de tomate con cangrejo templado y pescado ahumado y 2 brochetas de gambas para cada uno con legumbres al grill. ¡¡Hummm!! delicioso todo.
Pero antes de comer una paradita para tomar una cerveza con cacahuetes y sofocar el calor que hace.
Despedimos el día con este atardecer sobre el Índico que baña Morondava.
Miércoles 26, a las 8 vamos a buscar a Jean, un tipo con el que quedamos ayer para ir en su piragua a ver los manglares y la península de Betania.
El día amanece con bastante viento y este barco regresa de nuevo a tierra, únicamente navegan a vela ya que no tienen motor y siempre costeando, nunca a mar abierto.
Para cuando llegamos ya nos está esperando, montamos y entramos directamente en los manglares. La marea está alta y es una gozada remar entre ellos.
Cruzamos hasta la península de Betania, desembarcamos y continuamos caminando para visitar el pueblo de pescadores que se encuentra junto a la playa. Luego recorremos parte de la zona de dunas y paseamos por la inmensa playa donde poco a poco van llegando pescadores con sus capturas.
Entramos en una escuela donde 43 niños nos reciben con una canción y una sonrisa de oreja a oreja.
Arena y agua por todos los lados, un lugar para no olvidar, de los que se quedan para siempre en la memoria.
Sobre las 10,30 regresamos nuevamente a Morondava.
Intentarlo lo intentó, pero conseguirlo..............
Como ayer nos gustó tanto, decidimos comer de nuevo en el Oasis; de primero otra vez la ensalada de cangrejo con pescado ahumado y de segundo un plato de camarones (3 por barba) que más parecían langostas por el tamaño que tenían. La comida una vez más de 10.
Por la tarde paseo playero y ducha que hoy hemos tenido suerte y caía un chorrito de agua y además también había luz.
Mañana hemos quedado con un taxista para que nos recoja a las 6,15 para ir al aeropuerto, volamos a Antananarivo. ¿vendra....?
Jueves día 27, a las 6,15 estamos en la puerta esperando al taxista pero tal y como pensaba, éste no apareció. Nos ponemos en marcha hasta que al rato aparece uno de vacío que nos acerca al aeropuerto, en 20 minutos estamos allí
El vuelo sale con media hora de adelanto sobre el horario previsto, hacemos escala en Fort Dauphin (unos 25 minutos) y despegamos de nuevo con dirección a Tana donde llegamos con otra media hora de adelanto.
La información que teníamos de esta compañía era toda mala, retrasos, suspensiones sin previo aviso, cambios de horarios, etc, etc. En nuestro caso no podemos decir lo mismo, hemos tomado 2 vuelos y ambos con adelanto. Otra cosas es el estado de sus aviones, esto si que da un poco de "yuyu!
Montse negocia un taxi que nos lleve hasta Andasibe y arrancamos hacia allí. Llegar hasta Tana (12 kms) nos lleva más de una hora, el tráfico es de locos y no hay manera de pasar por ningún lado.
Salimos de Tana y en otras 3 horas estamos en Andasibe. Nos alojamos en el hotel Feon`ny Ala (60.000 MGA) nos ponemos pantalones largos y a las 18,30 hacemos una ruta nocturna por el Parque Mitsinjo para ver animales nocturnos.
Lo primero en ver son camaleones de diversos colores y tamaños.
Lémures grises de cola marrón. También pudimos ver una serpiente colgada de un árbol, ranas de varios tipos y algún otro bicho que no recuerdo. La visita duró 1,30 horas y valió mucho la pena, no esperaba poder ver tanto.
A las 8 terminamos, cenamos y a descansar.
Viernes día 28, para las 7 am ya estamos en la entrada del Parc Mitsinjo donde hemos quedado con el guía de ayer para hacer una visita diurna de tres horitas, nos acompaña Margot una simpática ovetense con la que hemos coincidido en el desayuno. (Entrada más guía 35.000 MGA).
Aquí está, el más chulo del parque, un Indri que sólo le falta tomarse un vino y echarse un cigarro. Es el mayor Lémur que se puede encontrar en Madagascar, ellos lo comparan con el tamaño de un niño de 4 años.
Quizá sea este el camaleón más bonito de todos los que he visto en estos días.
Vimos muchos y variados camaleones, insectos jirafa, insectos palo, indris y el bicho más raro que jamás he visto, el Uroplato, lo tenía a 10 cms de mis narices y era incapaz de verlo. Lo que no entiendo es como lo pudo ver el guía y además vio un par de ellos, "increíble".
Sobre las 10,30 salimos del parque y continuamos caminando hasta Andasibe calculo que hay 1,5 kms. Hacemos una paradita en esta tienda donde nos tomamos una cervecita con unos cacahuetes.
Una fotillo en la puerta de la tienda donde nos esperan niños y adultos. Les gusta mucho hacerse fotos y se parten de risa cuando se ven en la pantalla.
Seguimos un buen rato por el pueblo y regresamos a comer a nuestro alojamiento.
Hoy nos comemos una ensalada y unos calamares en salsa con legumbres.Una vez más lo de la comida en este país es un éxito.
La tarde la pasamos en plan tranqui (tampoco hay mucho que hacer allí) tomamos un cafetito, chupito de ron, charleta y poco antes de anochecer aparecen como unos 15 o 20 indris frente a nuestro bungalow con los que nos echamos unas risas viéndolos saltar y hacer malabares por las ramas.
Nos cenamos una buena ración de foie gras y para las 21,30 horas a dormir.
Sábado 29, a las 6 am hemos quedado con el taxista que nos trajo el otro día para regresar de nuevo a Tana. Salimos a su encuentro y empiezan los problemas, el coche no arranca, parece que no le llega la gasolina al carburador.
Le empujamos, arranca; se para de nuevo lo volvemos a arrancar y se marcha a Andasibe a solucionar el problema, nosotros mientras tanto aprovechamos para desayunar.
En 20 minutos está de regreso, dice que todo está OK "jajaja" y que nos vamos. Cuando llevamos andados unos 5 kms el coche hace plub, plub, plub y se para de nuevo. Aparcamos lo más próximo a la cuneta y vuelve a intentar bombear gasolina. El resultado es que el problema no estaba en que no le llegaba gasolina al carburador, el problema era que no le llegaba porque no tenía gasolina. Le preguntamos el porqué de no tener gasolina y con toda la tranquilidad del mundo dice que había echado gasolina para llegar a Andasibe, es decir, no había pensado en que tenía que volver de nuevo a casa. (para haberlo matado).
El otro tipo que viene acompáñandole coge una garrafa para un taxi brousse y se marcha hasta Moramanga a por gasofa. Tarda más de una hora en volver y mientras tanto nosotros a la espera en la cuneta.
Ponemos la gasolina y por supuesto el coche empieza a rodar aunque no tardaremos mucho en volver a parar. La rueda izquierda empieza a meter ruido y cada vez más fuerte, el tornillo central que sujeta la rueda se ha aflojado y estamos a punto de perderla en marcha. No tenemos nada con que apretarlo, así que poco a poco conseguimos llegar hasta un punto donde se encuentra un camión aparcado, el camionero nos deja una llave inglesa, lo aprietan un poco y continuamos.
Por el camino y como es habitual en todo el país, enormes extensiones de tierra sembrada de ropa a secar.
Aquí hay algo que los fabricantes de detergentes de nuestro país no han conseguido y es: como esta gente lava la ropa en rios con aguas marrones tirando a negras, tienden la ropa en el suelo y todo está reluciente especialmente lo blanco. No lo entiendo pero así es.
A pocos kilómetros de llegar otra vez que se va la rueda, esta vez llegamos hasta una chatarrería, aquí un tipo sale con una llave que ésta si que vale, aprieta bien la tuerca y continuamos nuevamente.
Finalmente llegamos a Ambohimanga (colina azul) capital original de la familia real merina sobre la 1 del mediodía. Nos ha costado 7 horas hacer 140 kilómetros.
En la fotografía la casa del rey, nada de ostentosidades como ahora.
Visitamos el Rova, el palacio fortaleza del Rey Merina Andrianampoinimerina. La fortaleza fue construída usando argamasa de cascara de huevo. Sólo para construir la pared exterior se necesitaron 16 millones de huevos.
Paseamos un rato por el pueblo, comemos todos juntos y a sufrir de nuevo al puto coche, ¿qué nos deparará el destino....?
La gran puerta de entrada, una de las siete puertas que dan acceso a la colina. Antiguamente, ante el primer indicio de amenaza para el pueblo, hasta 40 esclavos llegaban a mover la piedra que se encuentra a mi derecha para sellar la entrada.
Para llorar, el tráfico dentro de la Ambohimanga es de muerte, está totalmente colapsado y no hay manera de salir de allí. Nos tiramos más de una hora embotellados y con el corcho puesto.
Finalmente conseguimos salir de allí, vamos hasta el mercado de artesanías donde llegamos sobre las 6 de la tarde, compramos la vainilla y cuatro pijotadas y a buscar alojamiento a Ivato.
Nos alojamos en el Care of 39 (20.000 MGA) una mi....da descomunal, salimos a cenar a una pizzería que se encuentra muy cerquita, sobre la calle principal y a intentar dormir cosa que pongo en duda.
Mañana ya será cuestión de levantarse, ducha, desayuno, cambio de ropa de verano a invierno y para el aeropuerto, que eso sí, lo tenemos a 500 metros.
Domingo día 30, nos levantamos prontito, la noche ha sido espantosa, unos putos perros se han tirado ladrando hasta no sé qué horas y entre esto y la incomodidad de la cama cuanto antes pongamos el pie en tierra mejor.
Salimos a desayunar, dar un paseo por Ivato y matar las 3 últimas horas que nos quedan. A las 10 ya estamos listos para ir al aeropuerto, en 10 minutos estamos allí.
Facturamos y antes de embarcar ya nos anuncian por megafonía que el vuelo va con exceso de peso y que haremos una escala para repostar en Mombasa (Kenia).
Despegamos con un poco de retraso y en 2,30 horas tomamos tierra en Mombasa donde estamos algo más de una hora mientras repostan (no bajamos del avión).
Una vez listo despegamos ya hacia París. Llegamos a las 12 de la noche (11 horas de vuelo) nos alojamos en el Ibis que se encuentra a 200 mts de la terminal de Orly y a dormir y estirar un poco las piernas en lo que ya había olvidado que era una cama, pensaba que ya no existían.
Lunes día 1 de diciembre, para las 6 ya estamos despiertos, así que nos damos una ducha y nos acercamos hasta el aeropuerto para coger el primer vuelo que salga para Madrid. El vuelo de las 8,15 lo acaban de cerrar y nos tenemos que esperar hasta el siguiente que es a las 10 horas.
Nos viene bien, así desayunamos tranquilamente y de paso nos maqueamos un poco en el Duty Free.
A las 12 tomamos tierra en Madrid, recogemos por última vez en este viaje las mochilas y metro para casita. Ahora toca ordenar, desordenar, poner lavadoras y dejar todo listo para un próximo destino.
A tener en cuenta
- Llevar dinero en efectivo y realizar el cambio en el aeropuerto, es el mejor con diferencia.
- Salvo en hoteles muy buenos, o en las líneas aéreas de Madagascar no tendrás oportunidad de pagar con tu tarjeta, así que olvídate casi de ella.
- Importante tener nociones básicas de francés ya que el inglés no lo habla prácticamente nadie. Aún así, francés sólo hablan aquellas personas que tienen contacto con turistas y para negocios, el resto de la población habla malgache (lengua oficial) por lo que tendrás que enterderte a base de señas.
- Importantísimo llevar un frontal, las horas de corriente eléctrica en algunas localidades son muy escasas (2 ó 3 horas máximo) y donde la hay como pueden ser las ciudades más grandes, las calles están prácticamente a oscuras.
- Sucede igual con el agua, hay pocas horas en las que esta sale por el grifo. Tendrás que ducharte con un cubo que previamente tendrás que tener lleno.
- Si quieres dormir tranquilo no olvides de llevar una mosquitera. La mayoría de los alojamientos la tienen pero hay otros muchos que nó.
- El tráfico especialmente en Antananarivo es como para cortarse las venas. Si todo va medianamente bien tardarás como una hora para hacer los 12 kms que separan el aeropuerto de la ciudad.
- El transporte en taxi brousse, sabes cuando arrancas pero nunca cuando vas a llegar. Calcula una media de 30 kms hora, es una buena media y eso si no tienen alguna avería que esto entra dentro de lo normal.
- Las mordidas en la carretera son normales y "bien vistas". Cada pocos kilómetros hay controles policiales o militares en los que dependiendo del vehículo que llevan les sueltan bajo manga una cantidad, por ejemplo una 4L cada parada le supone 2.000 MGA y además poniendo una agradable sonrisa.
- Ten en cuenta que desde que pidas la comida hasta que te la sirvan transcurrirán mínimo 1 hora, así que si no quieres esperar y tomarte 5 cervezas antes pide lo que quieras y pasada una horita te acercas y la tendrás casi lista.
- Y sobre todo, tu pulso en esfuerzo máximo no deberá superar las 60 pulsaciones, ya que en caso contrario sufrirás y maldecirás haber elegido este maravilloso destino.
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