domingo, 22 de noviembre de 2015

Namibia

Después de unos años sin tocar el continente africano regresamos al mismo y en concreto a Namibia, el segundo país menos poblado del mundo e independiente desde el año 1.990. Ricos yacimientos de diamantes, hacen del país el sexto productor de gemas brutas del mundo y el primero de Uranio.
Esta será la ruta que haremos en las tres semanas que pasaremos por allí, en total serán 5.541 kms los que recorreremos y creo que serán suficientes como para conocer bastante a fondo su vida, costumbres y geografía.



Martes 27 de octubre de 2015, sobre la 1 del mediodía empieza lo que será un largo viaje hasta llegar a Windhoek (capital de Namibia).
Hacemos un primer salto con Iberia hasta Frankfurt, una escala de poco más de 2 horas, cambio de terminal y  embarcamos de nuevo, esta vez con SAA (South African Airways) que nos acercará hasta Johanesburgo en un vuelo que ha durado aproximadamente 10,30 horas, volvemos a cambiar de terminal, facturamos una tercera vez con British Airways y en otras 2 horas nos plantamos en Windhoek, 
Al final desde que salimos de casa han sido justo 24 horas, es decir, ""un día entero"".

Miércoles 28, por fin en tierra y sin más aviones, al menos en unos cuantos días. El paso por el control de pasaportes ha sido muy rápido y comentar que no es necesario ningún tipo de visado para ciudadanos españoles.
Nos viene a buscar un representante de Savanna Cars (agencia con la que vamos a alquilar el 4x4) nos acerca hasta el Hotel Pensión Christoph donde nos vamos a alojar (936 NAD desayuno incluido), recomponemos de nuevo las mochilas, pedimos la cena a un super (alitas de pollo, ensalada y una pizza) con unas cervezas Tafel, nos damos una ducha y hoy prontito a dormir que estamos muy cansados y además mañana nos recogen a las 7,30 para entregarnos el Super Toyota que hemos alquilado y con el que pretendemos recorrer Namibia.

Jueves día 29, nos levantamos a las 6,30 como nuevos, nos damos una ducha, seguido un buen desayuno y a las 7,30 ya está en la puerta el de Savanna para llevarnos hasta la delegación de ellos donde nos entregarán el coche.
Nos dan todo tipo de instrucciones de manejo y nos vamos directamente al super a comprar provisiones para unos cuantos días.

Una vez hecha la compra, cogemos la carretera B1 hacia el Waterberg Plateau N.P. nuestro destino de hoy.

Sobre las 4 de la tarde llegamos al Waterberg Plateau, montamos todo, comemos un poquito y nos vamos a hacer una pequeña ruta de unas 2 horas.

Durante el paseo tenemos la ocasión de ver bastantes bichos de todo tipo y que ahora me tengo que estudiar el nombre de cada uno de ellos.

A las 7,15 llegamos al camp casi ya con la noche encima, pero aún tuve tiempo de sacar una foto de este bonito atardecer.
Después de la ducha, un rico Cabernet Sauvignon y seguido una barbacoa con unos rump (una especie de entrecot) para cenar que te quitaba el hipo.

Viernes día 30, para las 7,30 ya estamos listos para hacer una ruta que consiste en subir hasta la cima de la montaña. Una vez arriba disfrutamos un buen rato de las vistas que nos ofrece el paraje, hacemos unas cuantas fotos y para abajo que nos quedan muchos kilómetros por delante.

Pero antes de emprender la marcha y como llevamos una buena sudada, aprovechamos para darnos un baño en la piscina que a posta ya habíamos aparcado el coche en ese punto.

De camino hacia Etosha N.P., interminables rectas hasta llegar a la entrada del parque; desde este punto nos quedan otros 17 kms hasta la recepción.
Llegamos sobre las 4 de la tarde a Okaukuejo (una de las tres entradas posibles), reservamos la plaza del campsite, comemos y nos vamos a dar una pequeña vuelta como primera toma de contacto con el parque de unas 2 horas.

Desde el primer momento empezamos a ver vida salvaje, ñus, oryx, gacelas, elefantes y preciosas jirafas como la de la foto. Es un placer verlas con que tranquilidad se alimentan y lo poco que les molesta tu presencia.

Bonito ejemplar de elefante dándose una paseíto por el campo. Los elefantes africanos son los animales terrestres más grandes de la tierra y al contrario que sus parientes asiáticos son muy difíciles de domesticar.

Sobre las 19 horas y una vez instalados, nos acercamos hasta el waterhole (charca o balsa de agua) donde a última hora de la tarde se acercan muchos animales a saciar la sed. Cada uno tiene su sitio y no se molestan para nada, no sea que luego alguno se enfade.
De aquí a preparar la cena, para hoy tocan salchichas con huevos fritos y buen vino Sudafricano. Lo peor de la cena es que de tranquila no tuvo nada, estábamos rodeados de chacales dando vueltas continuamente a nuestro alrededor e incluso una vez lo pillamos subido en la mesa intentando llevarse la comida.

Sábado día 31, a las 7 am arrancamos hacia Halali (otra de las entradas posibles), nos separan 75 kms en línea recta, pero estos se convertirán en más del doble. Así que Montse, salta ya que nos vamos.

Empezamos a hacer kms y a ver animales de todo tipo, avestruces, gacelas, impalas, etc

Llegamos hasta otra charca donde vemos el espectáculo del día, gacelas, ñus y un enorme elefante dándose un baño de agua, barro y para terminar un baño de tierra por encima de ese pedazo de cuerpo.

A las 13 horas llegamos a Halali, nos registramos nuevamente y nos vamos directamente hasta el waterhole para ver si a esas horas hay algún animal por allí y sorpresa había varios ejemplares de kudús.
Hoy comemos más pronto que otros días y decidimos pasar la tarde tranquilos en la piscina puesto que hace muchísimo calor y así es difícil ver bichos, esperaremos hasta última hora de la tarde para poder verlos en el waterhole.

Llegaron 2 bonitos rinocerontes, impalas, kudús y de repente aparecieron 2 machos de león y una hembra, impresionante, era la primera vez que los veíamos. Bebieron su buena dosis de agua y se marcharon igual de tranquilos que habían venido. Al poco rato apareció otro león, era enorme y estaba super enfadado, se dio una vuelta por toda la charca rugiendo continuamente y en plan amenazante e igual que vino se marchó.

Domingo 1 de noviembre, a las 7 ya estamos en marcha con dirección a Namutoni. Sin pasar mucho tiempo empezamos a ver gacelas, ñus y muchas cebras.

Nos acercamos hasta la depresión de Ethosa, 7.200 kms cuadrados. Se trata de un desierto salino, residuo de un antiguo lago y que en los años mas lluviosos se convierte en un lago somero, ya que su profundidad no sobrepasa 1 metro, y su salinidad es elevada.
La imagen es desoladora, pero a su vez impresiona por su grandeza y por la sensación de infinito que transmite.

Seguimos visitando el parque y los waterholes que las señales nos van indicando, cuando miro a mi derecha y veo venir hacia nosotros una pareja de leones, pasan a nuestro lado tranquilamente y parecen dirigirse a la poza a beber agua.

Llegamos hasta un charco barroso donde se encuentran gacelas, avestruces, jirafas y un enorme elefante disfrutando de un baño de barro y lodo que a él le parecía una delicia... y a nosotros también verlo.

La pareja de leones que se dirigían a beber, cambiaron de rumbo y se metieron  debajo de la carretera a la sombra en un tubo que la cruzaba.

Una última foto a este pedazo de animal que más que real, parece ser de cartón-piedra.

Hacemos una última parada en el waterhole de Okaukuejo donde hay varios animales bebiendo, entre ellos esta bonita y despatarrada jirafa con la que cerramos nuestra interesante y fantástica visita a Etosha N.P.
Al salir nos desinfectan la suelas de nuestras playeras y las ruedas del coche y ya nos dirigimos hacia Outjo donde dormiremos en el Etotongwe campsite (186 NAD), muy recomendable.

Lunes día 2, gran desayuno en el restaurante del camp y nos ponemos en camino para visitar una aldea Himba que está 20 kms antes de llegar a Kamanjab, su nombre es Otjikandero. Este lugar no aparece en nuestra guía, pero algunos viajeros nos han dado excelentes referencias.
Aquí, el saludo de entrada, mujer blanca, hombre negro.

Tenemos que pagar por entrar, pero todo revierte en la comunidad y entendemos que también tienen sus gastos. Nos parece justo el precio pagado y sin más vamos para adentro acompañados por un guía local que nos explica sus costumbres y forma de vida.
Himba es el nombre de una etnia de nativos de la región árida de Kunene y el único grupo de Namibia que aún conserva el original estilo de vida que tenía hace algunos siglos.

Aunque íbamos pensando que iba a ser una turistada, nos sorprendió muy gratamente la visita.

Hay más aldeas visitables, pero cuanto más cerca de Opuwo te encuentres, más interesados son (al menos eso es lo que nos han contado algunos viajeros que han estado por la zona).

Les compramos unas pulseras realizadas por ellos, regresamos para el coche y seguimos ruta.

Continuamos viaje hacia Khorixas y hasta casi llegar a Uis. Estamos en la nada, rectas que no se acaban nunca y más de 200 kms por pistas sin asfaltar pero en buen estado. Polvo y piedras es la constante, un auténtico erial.

Paramos cinco minutos para ver estas chicas con esos vestidos tan espectaculares y de paso les compramos una muñeca realizada por ellas exactamente igual de como van vestidas.
Se trata de la tribu conocida como Herero, sus mujeres se dedican en cuerpo y alma a un estilo de vestir de la época victoriana con un bonito toque de color. Incluyen voluminosos y pesados vestidos con muchas enaguas y abultadas mangas. Sus sombreros tejidos a juego, reproducen los cuernos del ganado del que tanto dependen estas comunidades.

La sorpresa es mayúscula cuando vemos el Camp site Brandberg White Lady (250 NAD) donde nos alojaremos esta noche y lo que vemos es un vergel con árboles, cesped, 2 piscinas y restaurante a todo lujo.
No tenemos electricidad ya que es sólo para los chalets y restaurante, pero no nos importa. El sitio nos parece un espejismo.
Nos cenamos dos buenos chuletones y a dormir tocan, que mañana tenemos que volver a madrugar.

Martes día 3, sobre las 5,30 nos levantamos para ver la salida del sol y además salir cuanto antes para hacer un trekking en las montañas de Brandberg (la montaña más alta de Namibia con 2573 msnm) y concretamente para visitar las White Lady Rock Painting.

Para las 7,15 h ya estamos allí, cogemos un simpático guía (es obligatorio) y empezamos a caminar hasta el lugar donde se encuentran las pinturas.

Se trata de un conjunto de pinturas rupestres. Se cree que fueron realizados por bosquimanos, hace al menos 2.000 años.
A su vez andamos siguiendo el rastro de un elefante del desierto del que hemos visto rastros de excrementos muy frescos y que creemos debe de estar cerca. Parece ser que no es muy fácil verlos, pero no perdemos la esperanza.

"Bingo" , según estamos viendo otro bloque de pinturas de los varios que existen, me quedo mirando lo que en la época de lluvias es el caudal del río y ahí está, metido entre la poca vegetación que allí hay.
Es precioso, se nos queda mirando y nosotros a él, sin perdernos la vista el uno al otro. Intentamos darle la vuelta por detrás, pero parece que no le gusta mucho y se empieza a poner un tanto nervioso y en plan amenazador. Asusta un poco y además con toda razón, nos estamos metiendo en su casa por lo que decidimos seguir nuestro camino de vuelta y dejarlo en paz. Nos vamos con la satisfacción de haber podido ver un gran ejemplar de los que tan difícil es ver.

Montamos en nuestro flamante Toyota y nos dirigimos hacia el Messum Crater. Después de llevar recorridos unos 50 kilómetros, la pista se pone muy complicada y decidimos darnos la vuelta. Pillamos la pista buena hasta llegar pasadas las 4 de la tarde de Henties Bay donde nos alojamos en el Campsite Buck's (280 NAD).

En un punto de información nos dicen que comamos en el Fishy Corner y sin pensarlo dos veces para allí que nos vamos. Como ya eran más de las 16,30 h. preguntamos si nos dan de comer y nos dicen que lo que queramos. Nos comemos un Combo de pescado Khabeljou con calamares que estaba delicioso y además la chica era super simpática.
Por la noche volvimos nuevamente a tomar una cerveza y así hacer un poco de tiempo y no irnos tan pronto a la cama.

Miércoles día 4, hoy nos levantamos con menos prisas, desayunamos tranquilamente y salimos en primer lugar a ver el Dead Sea, una especie de cráter en medio del desierto y que por muchas vueltas que le des, no consigues adivinar como aquello está allí. Se trata de un pequeño Mar Muerto con un alto concentrado de minerales y sal donde la densidad del agua es extremadamente alta.

Es difícil explicar y definir lo que sientes cuando te encuentras en medio del desierto y de la nada, pero lo que está claro es que no te deja indiferente y que hasta el silencio resulta molesto.

Continuamos camino hasta Cape Cross para ver una de las mayores colonias de lobos marinos del mundo. Esta colonia estuvo formada por más de 200.000 individuos, aunque en la actualidad ronda los 100.000. El olor que invade el lugar es bestial y por mucho rato que lleves, no te acostumbras al mismo.

Preguntamos como está por aquí el acceso para poder llegar hasta el Messum Crater y la respuesta es que está bien y que tenemos unos 60 kilómetros desierto adentro hasta llegar allí.
Esta vez si que después de algo más de una hora llegamos hasta ese punto que el día anterior se nos había atragantado.
Es como un gran pastel de aproximadamente unos 20 kilómetros de diámetro.

El lugar es idílico, solos en medio desierto del Namib y tomando muchas precauciones y referencias para no perdernos de la pista por la que venimos y que a su vez nos sacará nuevamente de aquí.

Por la tarde regresamos de nuevo a Henties Bay en la Skeleton Coast donde volvemos a alojarnos en el mismo camp, cenamos nuevamente en el Fishy Corner y por hoy se acabó el día.
La costa de los Esqueletos es un tramo de la costa occidental, donde la llegada de la corriente fría de Benguela produce densas nieblas oceánicas la mayor parte del año.

Jueves día 5, a las 7,30 salimos dirección a Swakopmund. A los pocos kilómetros paramos a ver uno de los múltiples naufragios habidos en esta costa como consecuencia de la niebla, los vientos y el fuerte oleaje.

Entramos en Swakopmund, ciudad que destaca por su arquitectura colonial alemana y por se el primer balneario de Namibia.
Hacemos un poco de compra y nos vamos directamente a visitar la Galería de Cristal donde se muestra la colección más importante del mundo de minerales y cristales.
En la fotografía superior, la casa Hohenzollemhaus.

Vamos hasta el camping a instalarnos y comer un poco antes de salir a dar una vuelta por la ciudad y alrededores.
¡¡Ufff!! la comida de hoy es horrible, una sopa con algo de pasta que no quiero ni acordarme; lo peor de todo es que todavía quedan 2 paquetes.... se acordará de ello...

Por la tarde paseamos por la desembocadura del río Swankop donde podemos ver en una pequeña laguna una gran cantidad de flamencos y cigüeñuelas.

De camino hacia el centro y en una pequeña plaza, vemos varias embarcaciones descargando y limpiando pescado y a su lado un gran pelícano blanco que estoy seguro no volará en 15 días debido al atracón que se dio.

Seguimos con nuestro paseo, esta vez nos adentramos en un pequeño muelle que al final del mismo tiene un bonito mirador y un restaurante de cierto caché, para entrar te exigen un vestimenta un tanto acorde.

Y para terminar el día nos acercamos hasta las dunas que se encuentran muy cerquita de donde estamos y que realmente son impresionantes. Aunque de estas seguro que hablaremos mucho más en los próximos días.

Viernes día 6, esta noche hemos pasado bastante frío, tenemos el mar al lado y la niebla y el viento han hecho bajar bastante las temperaturas y no veníamos preparados para esto.
Desayunamos un café calentito para entrar en calor y salimos para hacer la ruta Welwitschia Drive, hacemos la primera parada en la Granja Oasis de Goanikontes, un Campsite fabuloso donde volveremos luego para alojarnos (320 NAD).

El único superviviente del desierto, la Welwitschiaceae, planta endémica del desierto del Namib y a cuyas condiciones se encuentra perfectamente adaptada.
Este ejemplar se calcula que tiene 1500 años y parece ser que pueden llegar a vivir incluso 2000, yo diría que se trata de un fósil viviente.
Llegamos hasta Blutkopje una montaña rocosa que está muy bien, pero que no vale la pena pegarse 120 kms para verla.

De regreso al Campsite, paramos en el lugar (al menos para mí) más impresionante de todos los que he visto hasta el momento en el país, se trata del Moon Landscape, un paisaje árido, seco y lunático a su vez. Un lugar difícil de explicar, donde el silencio es absoluto y complicado el describirlo.

Finalmente sobre las 5,30 de la tarde llegamos al camp, nos recibe este bonito pavo real con todo su abanico desplegado en son de amistad y dándonos la bienvenida.

Sábado día 7, como todos los días buen desayuno para coger fuerzas y carretera hacia Walvis Bay. La primera parada de hoy es en la Duna 7, que con sus 380 mts de altura se sitúa en el séptimo lugar entre las más grandes del mundo. ¿Subimos, no subimos? Venga vamos para arriba que no parece muy complicado.Esto es lo que parecía porque realmente fue bastante duro llegar a su cresta, subes un metro y bajas dos y siempre a cuatro patas. Una vez arriba compensa, las vistas son un regalo para tu ojos.

Poco antes de entrar en Walvis, hacemos otra parada para ver en una laguna rodeada de pequeñas dunas y muy cercana a la carretera miles de flamencos rosas. La mezcla del color del agua, el verde de la vegetación y el ocre de las dunas hacen del sitio un lugar idílico.

Una vez en Walvis Bay dejamos reservado en el campsite Lagoon Chalets & Caravan Park (250 NAD) y nos vamos a visitar las salinas de colores blancos y rosas, un lugar que vale la pena hacer una parada.
Nuestra idea era seguir hasta las Sandwich Harbour, pero el camino es todo por dunas y aunque nuestro coche es un 4x4, creo que para moverse en estos terrenos hace falta mucha experiencia y no es mi caso y además desorientarse debe de ser lo más normal, así que abandonamos la idea ya que una retirada a tiempo es una victoria.

Vamos al super a comprar algunas cosillas y luego paseamos junto al lago que sigue estando lleno de flamencos. Está claro que Walvis Bay es sinónimo de flamencos y dedicarles un buen rato es algo que no cansa y que te alegra la vista.

Por la tarde hacemos parte del recorrido entre Walvis y Swakopmund para ver las dunas que flanquean la carretera, aunque la niebla empieza a hacer acto de presencia y nos damos la vuelta para el camp.
El gran problema de toda la costa Skeleton es el fuerte aire y la niebla que prácticamente está siempre encima. Esta mezcla hace que la sensación de frío sea intensa y que las noches las pases bastante mal.
Espero que a partir de mañana que abandonamos la costa, esta situación cambie y volvamos a tener calorcito para dormir.

Domingo día 8, anoche fue imposible dormir en la tienda ya que hacía un frío de la leche. Tuvimos que coger una habitación y de esta forma pudimos descansar calentitos y levantarnos como nuevos.
Sobre las 8 salimos con dirección a Solitaire donde tenemos pensado pasar la noche. El camino transcurre en muy buena parte del mismo rodeados de altas dunas de arenas rojas y del más puro secarral al otro lado.

A lo largo del pintoresco camino cruzamos por algún que otro lugar donde se ven síntomas de vida, aunque las condiciones de vida mejor ni contarlas; pésimas, horribles, infrahumanas. No me explico como lo hacen en estos lugares donde no hay un sólo centímetro cultivable.

Hacemos una parada en un sitio en medio de la nada donde pone Gobabeb. Aquí cientos de estudiantes de todo el mundo pasan anualmente por este centro creado allá por el año 1960.
Su misión: estudiar los 3 ecosistemas con confluyen en este área, dunas ,cauce del río y planicies de grava.

Cruzando el Trópico de Capricornio con un sol abrasador.

Sobre las 5 de la tarde llegamos a Solitaire donde nos reciben cantidad de suricatos (pequeño mamífero miembro de la familia de las mangostas y que habitan la región del desierto del  Kalahari y el Namib en Africa). Nos alojamos en el único campsite que hay (200 NAD) y a descansar un rato.

Y como recompensa un buen baño en la piscina, que aunque estemos en medio de la nada, existen este tipo de lujos.

Lunes día 9, la etapa de hoy será cortita y nos acercará hasta Sesriem. Recorremos unos 100 kms de la carretera sin asfaltar C14. Es una de las más bonitas y con el paisaje más variado que hemos visto hasta el momento. Grandes extensiones de sabana, con montones de oryx, gacelas y avestruces salvajes, pero nos ha faltado ver el guepardo, parece ser que es su zona pero es complicado verlo.

En Sesriem nos alojamos en el único campsite que hay dentro del parque (360 NAD) y donde los animales campean a sus anchas.

Es casi mediodía y el sol es abrasador, pero aún así decidimos ir a ver la Duna Elim que la tenemos muy cerca. Comenzamos a subirla poco a poco, la arena nos abrasa los pies y la cumbre nunca llega. Cuando crees que estas arriba aparece otra y otra y otra, la sudada es tremenda y ya cansados de sufrir nos damos la vuelta para abajo. Suficiente por hoy, ahora relax y piscina que no deja de sorprendernos el agua que hay en mitad del desierto a nada que profundices.

A las 15 horas recorremos los 60 kms que nos separan de Sossusvlei por carretera asfaltada. Llegados a este punto nos quedan otros 5 kms por montones de arena que aunque tengamos un 4x4 no nos atrevemos a hacer. Un 4x4 se acaba de quedar atascado y les va a costar mucho tiempo y dinero sacarlo de allí.
Hay un servicio del parque que hace este transporte por (110 NAD) pero termina a las 3 de la tarde.

De vuelta al camp, paramos junto a muchas dunas a cuál más bonita. En este es caso es frente a la Duna 45, una de las más famosas que hay en el desierto de Sossusvlei, su nombre viene dado por que se encuentra a 45 kms de Sesriem.
Es una de las más populares de ascender para ver salir el sol.

Todo el trayecto a ambos lados de la carretera es una hilera de dunas rojas que nos parece extraterrestre.

Junto a la recepción sale un camino que nos lleva hasta el Sesriem Canyon, otra sorpresa de este lugar.
Un cauce seco de unos 20 metros de altura que invita a pasearlo a esas horas ya que en las horas centrales del día puede ser mortal.
Por hoy ya vale, cervecita y para cenar toca pollo.

Martes día 10, son las 5,25 de la mañana y ya estamos listos en la puerta donde nos esperan para llevarnos a unos cuantos kilómetros de aquí y darnos este caprichazo de montar en globo sobre las dunas de Sossusvlei.
Que quede claro que a este capricho/lujo he sido invitado por mi chica y que por supuesto le agradezco enormemente. Muakk, muakkk.

Nuestro piloto se llama Eric, dueño de la compañía y un auténtico pluscuamperfecto anfitrión. Lleva 25 años volando globos y se le ve disfrutar como el primer día o más. Nos da un pequeño briefing y para arriba que nos vamos.
Según vas tomando altura lo que ves y sientes te deja perplejo, es la primera vez que lo hago y me deja sin palabras, incluso en algunos momentos sientes un vértigo indescriptible de estar volando a casi 700 mts de altura y viendo esa maravilla a tus pies.

Entramos a volar las dunas ¡¡uff! qué pasada, estoy como un chaval con zapatos nuevos  y con ganas de que esta hora no se acabe nunca.

Las sensaciones son únicas, describirlo complicado, y lo único que puedo decir es que lo volvería a hacer pese a su precio que no es barato, una y mil veces más.

Poder ver este escenario a vista de pájaro en un globo aerostático es una experiencia única y donde los superlativos se quedan cortos cuando sobrevuelas estos maravillosos campos de dunas rojas, naranjas, que parecen estar cortadas a cuchillo.

Ahí estamos, haciendo sombra sobre las dunas del Namib en Sossusvlei.

Aterrizamos pasada una hora de vuelo y nos llevan hasta el mejor y más refinado restaurante del mundo en medio del desierto. Nos reciben con una fresca copa de champagne y.....

Nos encontramos con una mesa alargada cubierta de todo tipo de viandas dignas del mejor hotel del mundo y todo ello servido con el mejor gusto africano al que no nos costó nada acostumbrarnos.
Lo resumiría como: A-CO-JO-NAN-TE con esto queda dicho todo.
Una vez más, gracias my Montse por este pedazo de regalo.

Nos recuperamos del shock con el estómago bien agradecido y nos vamos a visitar lo que ayer no pudimos, el Dead Vlei. En el parking cogemos un shuttle que en 10 minutos nos deja allí. Por el camino vemos que la mayoría de los 4x4 se han quedado tirados, no es cuestión de tener un vehículo de estas características, sino de mucha pericia y experiencia en conducción sobre montañas de arena.
Con un calor infernal comenzamos a caminar los 1,1 kms que nos separan hasta llegar a esta especie de sartén de arcilla que alberga un cementerio de árboles de unos 900 años.

Dicen que este es el lugar más fotografiado de Namibia y un punto donde se han grabado muchas películas y anuncios.
A media mañana salimos del parque con dirección a Aus donde tenemos pensado quedarnos si conseguimos llegar hasta allí. Pasamos por grandes praderas y al fondo pequeñas montañas de variados colores que las hacen sumamente bonitas. Esta zona debe de ser muy interesante después de las lluvias, aunque según nos dicen hace 4 años que no cae una gota.

Paramos en Beta a tomar un café con un sandwich en este bonito y cuidado campsite y continuamos camino hacia Aus, todavía tenemos unas horas para poder conducir otro rato.
A eso de las 6 de la tarde entramos en Aus, nos alojamos en el campsite Klein Aus Vista (200 NAD), un sitio precioso que mañana investigaremos.
Tampoco hoy tenemos electricidad, pero ya nos vamos acostumbrando y además podemos ver mejor las estrellas.

Miércoles día 11, paseo mañanero por los alrededores del camp. Es un sitio precioso, con varias rutas de senderismo bien marcadas; caminamos un rato por alguna de ellas disfrutando del bonito paisaje y salimos para Luderitz.

Cuando llevamos recorridos unos 20 kms hay un desvío a la derecha para ver los famosos "caballos Feral" que dicen ser salvajes. Aunque nosotros sólo vemos un montón de pobres animales esqueléticos bebiendo agua en un abrevadero junto a varios oryx y que tampoco sabemos de que se alimentan porque hasta donde nos llega la vista, sólo vemos tierra seca y polvo.

Según nos vamos acercando a Luderitz, el viento cada vez sopla con más fuerza y las máquinas empiezan a hacer acto de presencia limpiando las carreteras y tratando de que las dunas no nos entierren. Presiento que hacerlo en tren va a ser un tanto complicado.

Nada más entrar en Luderitz, hay un indicador a la izquierda que pone "Diaz Point", cogemos una pista en muy buen estado y una vez recorridos unos 20 kms llegamos hasta el faro. El viento es bestial, tenemos que hacer virguerías para mantenernos en pie, pero según nos dicen esto es totalmente normal por estos lares. Que horror tener que vivir todos los días de tu vida con vientos que superan con creces los 100 kms/hora.

Gracias a la columna no estoy ahora en Botswana ¡jejeje!

Continuamos a lo largo de la costa y visitando los puntos marcados, entre otros el de Halifax un islote donde ayudados de nuestros prismáticos vemos una importante colonia de pingüinos y focas.

Seguimos las señales hasta Grosse Butch, una enorme playa con los restos de un barco varado desde hace mucho tiempo.
El paisaje es muy bonito, pero el viento nos está volviendo locos, es imposible estar fuera del coche mucho tiempo. Tenemos el pelo, orejas y resto del cuerpo lleno de arena y nos pica toooo..

Mañana dicen que hay una competición a nivel mundial de velocidad en Kite Surf en este lugar. Estoy seguro que alguno acabará en Angola o con los dientes clavados en este otro naufragio.
Gracias a las condiciones de viento únicas en el mundo, este lugar está considerado como la meca del Speed Sailing. Ningún otro lugar del mundo ha sido testigo de tantos records de velocidad en kitesurf.
En 2010 se consiguió batir por primera vez en la historia el record de los 100 kms/hora.

La ciudad es pequeña y a su vez curiosa, de estilo totalmente alemán y con casas que datan entre 1908 y 1916.
El paisaje que la rodea, son piedras peladas por el viento. Quién crea que el desierto es un lugar inhóspito que vaya a la costa de Luderitz y compare.

Toda la ciudad y también la carretera que va desde Aus está llena de letreros, unos convincentes y otros amenazadores para que no entres. A pesar de ser un enorme parque nacional, está terminante prohibido adentrarte en el mismo, aquí están las explotaciones más importantes de diamantes de Namibia y probablemente del mundo.

Regresamos a Aus, viendo desde la carretera la ciudad fantasma de Kolmanshop, un poblado colonial construido en 1908 para dar refugio a los buscadortes de diamantes. El viento y la arena en suspensión eran
tan fuertes que la ciudad se veía entre tinieblas.
Hoy dormimos en el campsite que hay en el centro del pueblo, junto a la gasolinera (150 NAD) y tan agustito.

Jueves día 12, como siempre para las 7,30 ya estamos caminando, hoy iremos hasta el Fish River Canyon.
La primera parada la hacemos en Rosh Pina para cargar gasolina. Han sido unos 165 kms de carretera asfaltada; esto y sus kilométricas rectas han hecho que en 1,30 horas nos presentáramos allí.
Continuamos camino dirección a Sendelngsdrif frontera ya con Sudáfrica. Nosotros nos giramos a la izquierda y seguimos por la margen izquierda del río Orange, frontera natural entre Sudáfrica y Namibia.

Después de tanto día viendo desierto, arena, tierra y polvo, aparece mágicamente de nuevo el agua. Para nada se trata de un espejismo como llevamos viendo todos los días, ahora es verdad, el río con agua, sus márgenes verdes y vida a su alrededor. Parece que la vida vuelve de nuevo, son unos 75 kms maravillosos; agua, campos verdes y algún que otro sembrado de algo que no llegamos a identificar, en fin, todo un vergel.

Ese buen sabor de boca se nos va muy rápido ya que pasados esos kilómetros giramos a la izquierda por la D207 para internarnos hacia el cañón y volver a chupar desierto y avestruces nuevamente.

Pasados unos 60 kms cogemos otro cruce a la izquierda para acercarnos hasta Ai Ais, un lugar donde hay un campsite y un hot spring (manantial de agua caliente) por donde brota el agua a 65º. Disponen de una gran piscina, un gran camping que prácticamente se encontraba vacío y muchos monos babuínos rondando y tirando todas las papeleras para pillar algo que llevarse a la boca.

Llegamos a Roadhouse Canyon, campsite en lo que nos alojamos (320 NAD). Se trata de un lugar increíble, muy kitsch y muy lejos de cualquier lado, en el medio del desierto pero digno de ver, de película. Su decoración está llena de vehículos muy antiguos, muchos de ellos chatarra y otros muchos en bastante buen estado que rodean este lugar y que inundan el interior, la recepción, restaurante y tienda que forman todo el complejo.
Comentar que en Hobas y ya dentro del parque hay un campsite que nos pareció muy adecuado, pero como ya teníamos pagado el otro no nos quedo otra que alojarnos en el mismo.

Pasamos la tarde en la piscina hasta la hora de acercarnos al canyon para ver el atardecer. Montse se queda leyendo en una cómoda tumbona mientras yo me doy un baño, o mejor dicho, entro y salgo, el agua está helada y se está bastante mejor fuera que dentro.
La puesta de sol en el canyon no es especialmente recomendable ya que el sol te da de frente y todo se ve muy oscuro. Está claro que la hora buena de verlo es por la mañana, así que nos vamos y mañana volveremos nuevamente.

Viernes día 13, y sin embargo un fantástico día!!
Sin desayunar nos vamos al canyon, que maravilla, esto sí que son vistas, sobre todo a partir de las 8 am, no sabes ni para donde mirar de lo bonito que es.

Te informan de que hay 3 miradores, pero hay más, y a cada cual más espectacular. El problema es el de siempre, que no hay indicaciones y la información es nula. Sólo queda estar atentos e intuición, sólo así llegarás al mirador de Sulpohor Springs y con ganas y buen coche al Eagle's Rock, aunque a este no fuimos.
La recompensa si das con ellos es que el cañón es sólo para ti, y eso es apasionante, egoísta, pero un pasada.
Ahora toca desayunar en el mejor restaurante y con mejores vistas del mundo ¡¡menuda terracita!!

Disfrutando del café y de las vistas que en muy pocas ocasiones tendremos ocasión de volver a tener y antes de poner rumbo a Keetmanshoop.

Cruzamos por una presa con un embalse lleno hasta arriba y que a estas horas no sabemos de donde se puede llenar puesto que hace 4 ó 5 años que no llueve. Y por si fuera poco hay unas extensiones de cultivo de vid de bastantes hectáreas dignas de ver. Aún estamos asombrados.

Nos quedamos en el Campsite de Quiver Tree Forest (340 NAD). Llegamos a la hora perfecta, además toca alimentar a 4 guepardos que tienen en esta pequeña reserva.

Impresionante tener la posibilidad de posar a los pies de semejante animal. Nos dicen que el guepardo mata mucho más de lo que come, mata por placer y siempre por la espalda.

El guepardo es el mamífero terrestre más rápido del mundo. Su capacidad de aceleración, que dejaría clavados a la mayoría de los automóviles, le permite pasar de 0 a 96 kms/h en apenas 3 segundos. Estas persecuciones le suponen un enorme gasto de energía, por lo que suelen durar menos de 1 minuto.

Por otro lado es la mejor hora para ver el bosque más extenso de esta especie (Quiver Tree) y que sólo se da en Namibia, es un pariente del Aloe Vera.
Las fotos lo dicen todo, un lugar totalmente recomendable.
Cena de lujo con un Pinotage y de postre un Capitan Morgan.

Sábado día 15, desayunamos tranquilamente y sin prisas y nos vamos a ver las Giant's Playground, un pedregal super-simpático y fotogénico que está a sólo 5 kms del campsite.
Después de la visita nos tomamos un café en el camp, nos despedimos y salimos hacia Mariental por la carretera general que nos resulta tan aburrida y monótona que hace que nos acerquemos a estirar las piernas hasta el Volcán Brukkaros.

Dejamos el coche en "el aparcamiento" y nos encontramos con un helicóptero de la Fuerzas Aéreas Namibias. Nos dejan montar en el cacharro, pero Montse es incapaz de convencerles para que nos suban al cráter "hummm que lástima" lo tendremos que hacer a pie.

El Brukkaros es un volcán extinto, de 1590 msnm en mitad de una inmensa llanura desprovista de vegetación y formado hace unos 80 millones de años.
En vez de paredes de piedra, parecen de hierro, tienen el mismo color, dureza y sonido cuando la golpeas y por dentro de la piedra, pueden verse en muchas de ellas formaciones de cuarzo.

Caminamos aproximadamente una hora de subida por un camino en buen estado y al bajar nos encontramos con un simpático grupo de chavales de un colegio que están encantados de hacerse unas fotografías con nosotros.

Paramos en Berseba para comer un poco y continuamos viaje hasta Mariental. Lo pasamos unos kilómetros giramos a la derecha y nos acercamos hasta el Lodge Bagatelle; por primera vez encontramos un alojamiento lleno, sólo disponen de 2 plazas de campsite. El resto es puro lujo, nos ofrecen alojamiento por 2000 NAD desayuno incluido, pero declinamos la invitación, se nos va de precio.
Desde allí nos llaman al Kalahari Anib Lodge (320 NAD) para reservarnos, se encuentra a tan sólo unos 15 kms y sí que tienen una plaza libre.

Nos alojamos y vamos a dar un paseo por la zona. Nos dicen que estamos en el Kalahari namibio, aunque esto tendremos que confirmarlo una vez en casa.
Habíamos oído hablar mucho del Eland pero hasta hoy no lo habíamos visto. La hembra pesa de 275 a 500 kg y el macho entre 700 y 800 kg.
Ya sólo nos queda una noche más en este país, así que empezamos a despedirnos con una buena cena y nuestra última botella de vino.

Domingo día 15, buen y tranquilo desayuno, un poco de internet para ver las últimas noticias del atroz atentado cometido nuevamente en Francia en el día de ayer y arrancamos ya.
Nos dirigimos hacia Hoachanas, luego a Uhienhorst por unas pistas de arena roja y con unos paisajes que nada tienen que ver con lo pasado hasta ahora.
Mucha ganadería, árbol y bastante verde y agua. El contraste de todos estos colores con la arena roja de las dunas es muy bonito.

Continuamos pista hasta llegar a Renoboth, cruzamos la B1 que mañana nos llevará hasta Windhoek y una vez pasados unos 5 kms llegamos a nuestro destino de hoy, el Lake Oanob Resort. Es un precioso lago con muchos chalets de alquiler y una pequeña parte dedicada a campsite donde nos vamos a alojar (320 NAD). Es una especie de refugio con muchísimo estilo, abierto por todos los lados, colgado al borde del lago y con su propio embarcadero. Una pasada de guapo. Creo que es la guinda de nuestro viaje, última noche en el mejor sitio que puedas soñar.

Por la tarde paseamos por la pequeña reserva que tienen y como no podía ser de otra forma nos encontramos con "Pili y Mili" nuestras inseparables compañeras de viaje.

Y cebras, muchas cebras las que vimos. Nos dijeron que también había jirafas, pero estas debieron de esconder el cuello ya que no vimos ni una.
Por la noche una buena cena de despedida en el restaurante y a soñar unas horas. Mañana para la capital a entregar el coche y para el aeropuerto, nuestra casa nos espera.

Lunes día 16, últimas horas en Namibia, desayunamos en un marco incomparable, con el lago a nuestros pies y con un sol radiante. Recogemos todo, una ducha y para las 8,30 horas emprendemos camino hacia Windhoek.
Entramos a la primera y sin pérdida alguna, para las 10 ya hemos entregado el coche en Savanna Cars. Todo está perfecto, dejamos las mochilas allí y nos vamos a dar una vuelta por la ciudad.

Nos encontramos con una ciudad moderna, de estilo totalmente europeo, con muy buenas tiendas y nivel de vida aparentemente nada bajo.

Un paseo por un mercado de artesanías, un perrito caliente y regresamos de nuevo a Savanna ya que a las 12 salimos para el aeropuerto.

Para las 13 horas ya hemos facturado nuestro vuelo a Johanesburgo con British Airways, salimos con un poco de retraso y antes de aterrizar estamos más de media hora dando vueltas por encima debido a una fuerte tormenta que cae en la ciudad. El aeropuerto está colapsado, cantidad de retrasos y vuelos cancelados.
Nos dirigimos al mostrador de SAA (South African Airways) para facturar nuestro vuelo a Frankfurt y sin mucha espera a embarcar de nuevo. Tardamos mucho en hacerlo, un desastre de embarque y de organización, esperamos a que lleguen muchas de las conexiones que vienen con retraso y con una hora de retraso partimos.
El vuelo perfecto y el servicio también, buena cena y muy buen desayuno. A las 7,45 h aterrizamos en Frankfurt (10,30 h de vuelo).
Nos dirigimos a recoger nuestras maletas, pero estas no aparecen. Hacemos la consiguiente reclamación y salimos más ligeros de lo esperado a pillar nuestro último vuelo a Madrid.
Facturamos nuevamente y a las 12,30 despegamos para Madrid donde tomamos tierra sobre las 3 de la tarde.
En este punto damos por terminadas nuestras fantásticas vacaciones por Africa. Por cierto, al día siguiente nos llamaron indicándonos que nuestras mochilas ya estaban en Barajas.

A tener en cuenta:

  • Llevar gafas de sol, la intensidad de la luz es bestial.
  • Aunque con el alquiler de coche te facilitan un mapa, es mejor comprar uno bueno en cualquier gasolinera.
  • Si tocas la zona de la Skeleton Coast, lleva ropa de abrigo y especialmente para dormir ya que hace bastante frío.
  • Cuidado con tener siempre el deposito con bastante combustible ya que no abundan las gasolineras.
  • Un 4x4 no es necesario, pero sí que muy recomendable puesto que hay zonas que sin este no tendrás acceso. Además la nevera que llevan es una auténtica maravilla y podrás llevar comida para varios días y la bebida fresquísima.
  • Los campsite abundan y todos están en perfectas condiciones, la mayoría con piscina y algunos son auténticos lujos.
  • El Fish River Canyon hay que verlo a partir de las 8 de la mañana y no al atardecer ya que es oscuro y no vale la pena.
  • No conducir de noche, hay cantidad de animales por las carreteras que pueden dar al traste tus vacaciones, a pesar de que todo el país se encuentra vallado.
  • Por supuesto hablar inglés o en su defecto alemán.
  • Y por último, no ser alérgico al polvo ya que tragarás kilos y kilos de este diariamente.

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