Camino Lebaniego

Con motivo del Año Santo Jubilar Lebaniego 2017 (el anterior  tuvo lugar en 2006),  el jueves decidimos así a bote pronto preparar las mochilas y marcharnos el viernes hasta el pueblo para empezar el domingo el Camino Lebaniego.

Durante todo este año vuelve a abrirse la Puerta del Perdón, la misma se abre siempre que el 16 de abril cae en domingo.

Hay siete Años Santos Perpetuos que se celebran desde la Edad Media: el de Jerusalén, el de Roma, el de Santiago de Compostela y el de Santo Toribio de Liébana y otros tres más recientes, el de Caravaca  (Murcia), Urda (Toledo) y Valencia en honor al Santo Cáliz de la última cena.

Bien, pues una vez dadas unas pinceladas acerca del Lebaniego y los Años Santos Jubilares nos vamos para el camino.

Viernes día 20, a media mañana salimos con todo listo hacia Ahedo de las Pueblas donde pasaremos la noche y desde aquí en poco más de una hora nos presentaremos mañana en San Vicente de la Barquera, punto de inicio del Camino.

Por la tarde nos bajamos hasta Pedrosa a tomar unos vinos con la cuadrilla y seguido de nuevo a casa a cenar y a la cama a descansar que nos esperan 3 duros días de pateo.

Sábado 21, nada más abrir la puerta de casa  veo que ya están rondando las yeguas que todos los días nos hacen unas cuantas visitas. La verdad es que son la mar de simpáticas, sólo con hacerles alguna que otra caricia se quedan tan contentas.

Sobre las 13 horas llegamos a San Vicente de la Barquera, nos alojamos en el Hospedaje Rural Granada (35 euros sin desayuno), bonita casa, perfectamente cuidada, totalmente recomendable, a escasos dos kms del pueblo y a 10 minutos caminando de las playas del Merón, Gerra y Oyambre. El día está muy bueno aunque por la tarde se levantará un viento bastante molesto y desagradable que no invitará a caminar.

Nuestro estómago nos pide comer algo, preguntamos a un local donde comer y sin dudar un segundo nos dice: Restaurante El Retiro, aquí comerán el mejor pescado de San Vicente.

Sin pensarlo dos veces para allí que nos vamos, una exquisita ensalada templada de pulpo de entrada, un buen besugo de segundo (es que últimamente estamos aficionados a este pescado), un buen Rueda y salimos como nuevos.

Un lugar para repetir, trato sobresaliente, materia prima de primerísima calidad, restaurante bonito y coqueto y el reconocimiento a toda su flota pesquera que al final son los que sufren los envites diarios de esa dura profesión.

Una vez comidos y bebidos, nos dirigimos hasta la Iglesia de Santa María de los Ángeles para recoger nuestra credencial (2 €) y de paso disfrutar de las vistas sobre el pueblo y ría que tenemos desde la altura.

Vistas de San Vicente desde la parte alta del pueblo con su puente y  puerto.

De camino a casa hacemos una parada en la Playa del Merón donde el viento sopla con bastante intensidad, continuamos hasta la de Oyambre, nos damos un paseo y ya con la noche casi encima regresamos al alojamiento. Cenamos un picoteo y a dormir que mañana empieza realmente el Camino.

Domingo 22, desayunamos pronto y a las 9,10 estamos listos en San Vicente para empezar a caminar. Por delante tenemos 80 kms que haremos en tres intensos días.

Perfil de la etapa San Vicente de la Barquera - Cades. Distancia a caminar 28,5 kms con 785 metros de desnivel positivo y en la que vamos a emplear un total de 7,30 horas.

Cruzamos La Acebosa, Hortigal y llegamos a Estrada donde nos detenemos a sellar nuestra credencial en  la Torre de Estrada, única torre medieval cántabra que cuenta con una capilla anexa. El origen de la Torre es del s. VIII y reconstruida en el XII.

Entramos en Muñorrodero con intención de tomar un café, pero casualmente el único que hay está cerrado por vacaciones (nuestro gozo en un pozo). Al poco de salir de la localidad el camino transcurre cerca de 7 kms por la Senda Fluvial del Nansa, el río más salmonero de Cantabria y uno de los caminos fluviales más transitados y trabajados del norte.
En esta silla metálica a polea los pescadores cruzan de un lado al otro del río, es más que divertido el probarla.

Continuamos por la Senda Fluvial con sus sube y bajas.

La antigua central eléctrica de Trascudia nos recibe con estos dos saltos de agua. A partir de este punto sólo nos quedan 10 kms, lo tenemos chupaooooo.

Pasamos por Camijanes y llegamos hasta Cabanzón donde se encuentra la Torre medieval de Cabanzón, destaca por conservar el muro alrededor de ella.

A eso de las 18,30 hacemos entrada en Cades, nos alojamos en el único albergue que hay (10 € con desayuno). Aquí conocemos a Sebas un tipo excelente donde los haya, de Bilbao, "pero no del centro" ¡¡jajaja!! con el que compartiremos el resto del camino y Jesús, un crack de Valladolid con el que nos echamos unas risas de órdago, "un tipo divertido donde los haya".
Nos damos una ducha, enfriamos nuestros pies y salimos a cenar.

La foto del día junto a unas hermosas calabazas en la casa de una señora que nos permite entrar y fotografiarnos con ellas.

Nos acercamos Sebas y nosotros hasta el Hotel Casona del Nansa donde cenamos unos huevos fritos con picadillo y patatas (12 €) con una botella de vino (un tanto peleona y bastante mejorable) y a dormir que tenemos todo el albergue para nosotros solos.

Lunes 23, perfil de la etapa Cades - Cabañes. Distancia a caminar 32 kms con 1530 metros de desnivel positivo y en la que vamos a emplear un total de 9,15 horas.

Desayunamos bien y para las 8,40 estamos en marcha los cuatro, Montse, Sebas, Jesús y el que suscribe. Los primeros 11 kilómetros son por carretera que a pesar de ser asfalto te permite caminar mucho más rápido y además el trafico es casi nulo.

Sobrelapeña es la primera localidad en cruzar, de aquí hasta llegar a Lafuente donde se encuentra la Iglesia Románica de Santa Juliana, templo del siglo XII-XIII y única muestra del románico en toda la zona del Nansa.
A partir de este punto giramos a la derecha para subir hasta Burió y después el Collado de Hoz.

Desde lo alto del Collado de Hoz la panorámica sobre el valle es preciosa, ahora nos toca descender un par de kilómetros para llegar a Cicera.

Una vez en Cicera nos detenemos con la idea de comernos unos huevos fritos con chorizo, pero error, no tienen, nos quedamos un poco chafados, así que lo solucionamos con unas birras y unos frutos secos que llevamos. Descansamos un buen rato sentados al solete y ya con las pilas puestas arrancamos nuevamente.

Iglesia de San Pedro en Cicera de estilo barroco montañés (siglos XVII-XVIII).

A partir de Cicera la cosa se pone ya bastante seria. El ascenso hasta el Collado de Arceón discurre por un bosque de robles y hayas que hacen que a pesar de la dureza de sus pendientes sea más llevadero.

Al final y con una buena sudada llegamos al alto del Collado de Arceón. Ahora nos toca descender hasta Lebeña, un descenso que nunca se acaba y que cuando llegas has perdido parte de las uñas de los pies, ¡¡que horror de bajada!!

Son las 4 de la tarde cuando llegamos a Lebeña, bastante cansados y lo peor es que todavía nos queda un buen postre para llegar a Cabañes.
Nos detenemos a comer un bocata junto a la Iglesia de Santa María de Lebeña, una joya del Arte Prerrománico (mozárabe) del siglo X.

Los cuatro jinetes del apocalipsis listos para emprender la marcha de nuevo. Una vez cruzamos Allende serán algo más de 4 kilómetros de subida de una dureza bastante considerable, sin descanso alguno y con una pendiente muy, muy potente.

A las 6 de la tarde llegamos a Cabañes más muertos que el perro, nos duchamos y a estirar y recuperar fuerzas. En el albergue nos juntamos con nuestros 2 próximos compañeros de viaje, Isra y María José, una fantástica y divertida pareja de Madrid con la que pasaremos momentos inolvidables y que luego diré porqué...
El precio del albergue es de 20 € por persona, desayuno y cena incluido.
Para las 22 horas estamos rendidos en la cama y con la mirada puesta en la última etapa de mañana que será un paseo de unos 19 kilómetros entre una cosa y otra.

Martes 24, perfil de la etapa Cabañes - Santo Toribio. Distancia a caminar 19 kms con 470 metros de desnivel positivo y en la que vamos a emplear un total de 4 horas.

A las 8,30 de la mañana y después de haber desayunado en condiciones abandonamos el albergue y salimos camino de Santo Toribio, última etapa del Camino.

En el día de hoy Jesús se nos ha perdido, luego nos contará el mismo de que ha salido un poco más tarde y que ha caminado sin prisa alguna.

Entre Cabañes y Pendes cruzamos entre un bosque de extraordinarios y centenarios castaños. Y yo me pregunto, ¿a cuantas personas habrán alimentado estos árboles durante tantos siglos..?

Una pequeña parada en esta quesería de Pendes "La Braña". Aquí pudimos  degustar sus quesucos y de paso comprar alguno para poder comerlos más tranquilos una vez en casa.
Entre este pueblo y Potes, Isra ve junto al camino una pequeña cueva en la que hay un buen avispero y no se le ocurre otra cosa que darle un meneito con el bastón. Os podéis imaginar salieron como motos a por nosotros, Sebas salió disparado y eso que es de Bilbao, pero le perdonamos por que no es del centro  "jeje", yo libré por los pelos, Montse un par de buenos picotazos, Maria Jose otros tantos e Isra otros pocos por el cuello, vaya, que fue de lo más divertido verdad Isra???

Cruzamos la localidad de Tama  y llegamos a Potes donde hacemos una parada en la Oficina de Turismo antes de ascender hasta Santo Toribio.
En esta imagen vemos la Torre del Infantado del siglo XIV, la obra más representativa y sobresaliente de la arquitectura civil de Potes.

Dejamos Potes y nos dirigimos directamente hacia Santo Toribio, últimos tres kilómetros de subida y daremos por terminado el Camino. Eso sí, luego tenemos que bajar nuevamente a Potes pero esto ya será coser y cantar.

A las 11,45 horas estamos sellando nuestras credenciales, somos los primeros peregrinos en llegar ¡¡PRUEBA CONSEGUIDA!!

Enhorabuena chicos, lo hemos conseguido, ahora a cruzar la Puerta del Perdón y a misa.

Ahora sí, ahora si que estamos todos, Jesús ha llegado también a tiempo. Pues nada, sólo nos queda cruzar la Puerta del Perdón que tenemos a nuestras espaldas y habremos sido perdonados de todos nuestros pecados.

Asistimos a la misa del Peregrino que se celebra todos los días a las 12. Al termino de la misma se besa el Lignum Crucis "el mayor trozo de la Cruz donde murió Jesús que se conserva" dando final a la ceremonia.

Subimos hasta el Mirador de San Miguel desde donde podemos contemplar el impresionante despliegue de cumbres del macizo oriental de los Picos de Europa.
Bueno ha llegado la hora de bajar hasta Potes, creo que nos hemos ganado un buena y fría cerveza y un  buen cocido lebaniego. ¡¡Vamos a por ello chicos!!

¡¡Uff!! que os vamos a contar de estas Estrella Galicia, entraban directamente en la vena, eran más que merecidas y además como nos atendieron en este Restaurante llamado El Bodegón.

Vaya pedazo de cocido que nos hemos metido pal cuerpo, estaba exquisito, buen vino, buen postre, buenos chupitos y excelente el servicio. Que más se puede pedir?? y del precio ni te cuento.
En fin que es para repetir una y mil veces más. Enhorabuena a el Bodegón y a su personal.

Aleeee, vamos para la estación que a las 16,15 sale el bus para San Vicente.

En poco más de una hora estamos en San Vicente, nos despedimos de Jesús y de Sebas que tiene que regresar a Bilbao y nosotros nos vamos hasta el Hospedaje Granada donde volvemos a repetir alojamiento. Dejamos las mochilas y nos vamos directamente a la playa del Merón.

Os recuerdo que es Mar Cantábrico, 18 horas de un 24 de octubre, que el agua está realmente buena y con una temperatura digna de cualquier día de verano.

Pasamos más de media hora en el agua y ya como la tarde va cayendo salimos, regresamos al alojamiento a ducharnos y descansar un poco que nuestras piernas están un poco tocadas.

Cenamos un poco de picoteo y ya nos despedimos de Isra y María José, ellos tienen que regresar mañana pronto para casa. Seguro que quedaremos algún que otro día para tomarnos unas cañas, que estos los tenemos muy cerca.

Miércoles 25, recogemos todo y nos bajamos a desayunar a San Vicente, el día está muy bueno, nos damos un paseo por la lonja del puerto, compramos algo para comer en el pueblo y seguimos paseando un poco más.

La ría está como una balsa, menuda diferencia de como estaba el pasado sábado. Nos despedimos de esta localidad y nos vamos a visitar la Cueva del Soplao.

Las fotografías que aquí muestro de la cueva son propiedad de "turismocantabria" puesto que en el interior no esta permitido hacer fotografías ni vídeo.
Pasadas las 12 del mediodía  montamos en una recreación de un tren minero que nos traslada a través de la galería minera hasta la cueva.
Una vez allí se realiza un circuito a pie por diversas galerías y salas.
La duración de la visita es de unos 50 minutos y el precio de 12 euros.
La Cueva El Soplao fue descubierta a principios del siglo XX con motivo de la explotación de las minas.

El Soplao constituye una de las grandes maravillas de la geología. Las formaciones excéntricas son por su abundancia, calidad y espectacularidad las que hacen de esta cueva "Una Cavidad Única"

El circuito a pie se realiza a través de las galerías y salas de La Gorda, Los Fantasmas, Mirador de Lacuerre, Centinelas y Ópera. Existe la posibilidad de realizar una ruta de 2,5 horas llamada de Turismo-Aventura que recorre más galerías y zonas menos accesibles de la cavidad.

A las 13,30 salimos con dirección a Ahedo, donde comemos tranquilamente y seguido regresamos para nuestra casa.

Como resumen final a estos días decir que ha sido una experiencia maravillosa en la que hemos coincidido con gente de 10 y que bajo mi punto de vista no es una ruta apta para todos los públicos, es bastante dura ya que carece de infraestructuras intermedias para alojarte, lo que conlleva a hacer etapas muy largas y de especial dureza como la del segundo día.
Decir también que un porcentaje muy alto transcurre por asfalto (carretera) pero aún así los paisajes son alucinantes.
En fin, que espero que para el próximo Jubilar que será en 2023 estos aspectos hayan mejorado.

Y por si alguno cree que hemos estado de fiesta aquí están nuestras credenciales que dan Fe de haber realizado el Camino ¡¡jajaja!!